GARRAPATAS PARA MÁS DE CIEN

Meses atras se realizó ante una audiencia de más de 100 personas compuesta por profesionales veterinarios de la zona y personal del INTA Rafaela, un seminario abierto sobre garrapatas y Tristeza bovina. Los disertantes fueron los doctores Santiago Nava y Atilio Mangold, del Área de parasitología e inmunología de la Estación Experimental.


amanecer rural

El seminario comenzó con la charla del Dr. Santiago Nava, quien habló sobre epidemiologia y control de la garrapata. Según el investigador, la garrapata es un artrópodo de la familia Ixodidae. En la Argentina, esta familia está representada por más de 50 especies de las cuales aproximadamente 15 estarían asociadas a bovinos, siendo la especie Rhipicephalus (Boophilus) microplus la más importante. 
Esta garrapata está distribuida en 10 provincias, y afecta más de 12 millones de bovinos causando grandes pérdidas a la producción, ya sea por causas físicas directas o por la transmisión de enfermedades (babesiosis y anaplasmosis). 
Las pérdidas que provoca son cuantiosas, ya sea por la disminución en la ganancia de peso, el daño de los cueros, la muerte de animales, como así también por los gastos ocasionados por el control, dados por la mano de obra, los antiparasitarios, etc. En este sentido, el Dr. Nava recalcó que “no es posible una ganadería competitiva si no se controla la garrapata”.
El ciclo biológico de R.(B.) microplus es un tanto diferente al de otras garrapatas ya que la fase parasítica se desarrolla en un solo hospedador. En su fase parasítica, que dura aproximadamente 23 días, la garrapata pasa de larva a ninfa y luego a adulto, al final de lo cual la hembra ingurgitada cae al suelo para oviponer. 
En este punto comienza la fase de vida libre, que es de duración variable dependiendo de las condiciones ambientales, ya sea de humedad y temperatura como así también del estado de la vegetación circundante. 
La distribución de la garrapata está asi determinada por las condiciones ambientales en las que se desarrolla esta fase libre, que necesita pocos meses con temperaturas medias inferiores a 15 ºC y niveles bajos de déficit de saturación.
En nuestro país se considera que existen tres zonas: una indemne sin garrapatas, una de erradicación donde la limpieza es obligatoria por ley y una de control. Sin embargo, se destacó que es necesario estar muy atentos ya que la falta de control puede ocasionar brotes en lugares que se suponen limpios. En particular la provincia de Santa Fe, donde se está formulando un nuevo plan de lucha que será implementado próximamente.
Dentro de las formas de control se destacan el uso de acaricidas y baños de inmersión con piretroides, aunque las drogas actualmente en el mercado son muy costosas y a veces resulta difícil su uso por problemas de dosificación, formas de inoculación y cuidados en la conservación de las mismas. 
Por otra parte, resulta complicado el uso de drogas por el período de carencia que presentan muchas de ellas y por el hecho de que no existen aún drogas aprobadas para ganado lechero. Lamentablemente, todavía no existen vacunas contra estos organismos.
Los resultados de las investigaciones desarrolladas por el grupo de Rafaela sugieren la implementación de un tratamiento estratégico que se aplicaría en la zona de control en una etapa en la que todavía no son tan evidentes las cargas de garrapatas sobre el ganado. 
De esta forma, se mejora la efectividad de la droga, a la vez que se disminuye el número de aplicaciones y se evita el aumento de la carga de parásitos. Esta aplicación debería comenzar temprano en la primavera o a la salida del invierno y se evitarían de ese modo las altas cargas de garrapatas que se registran en otoño del año siguiente. 
Nava señaló que es común que las aplicaciones se realicen en verano y otoño, que es cuando se hacen evidentes los parásitos, pero que de este modo ya no se pueden evitar los incrementos en el número de parásitos. Destacó además que otra forma de limpiar sería descansar los potreros por 100 días (si se realiza en noviembre) o 6 meses si el descanso comienza en verano.
A continuación, el Dr. Atilio Mangold explicó características generales de las enfermedades comúnmente transmitidas por garrapatas, en particular la babesiosis y la anaplasmosis bovinas. Estas enfermedades son producidas por microorganismos de las especies Babesia bovis, Babesia bigemina y Anaplasma marginale. 
Los síntomas que producen son a veces confundidos con otras enfermedades comunes. En el caso de terneros, los síntomas son subclínicos y los animales tratados sobreviven y quedan inmunizados, lo que hace muy conveniente que los terneros se contagien en esa etapa de su vida. 
Por el contrario, estas enfermedades pueden resultar mortales en adultos, dependiendo del estado del animal, siendo particularmente peligrosas en vacas preñadas o en animales que se encuentran inmunodeprimidos. 
Mangold destacó que hay razas que son más susceptibles que otras a contraer la enfermedad, siendo los animales cruza con alto porcentaje de cebú en su sangre los más resistentes. 
En particular, puntualizó que no se debe asumir que un animal es inmune por el sólo hecho de haber estado expuesto a garrapatas en etapas tempranas de su vida. 
Afortunadamente existen vacunas para este tipo de enfermedades. 
Para saber si se debe vacunar o no el rodeo es necesario realizar determinaciones del título de anticuerpos en los terneros en una muestra de al menos el 10%. De este modo, si más del 75% de los terneros es positivo, no sería necesario vacunar, mientras que el riesgo sería alto de registrarse menos del 75% de los terneros con título positivo. 
El Dr. Mangold destacó que, si bien los animales pueden haber estado expuestos a garrapatas, la inmunidad se consigue en el caso de que las mismas hayan estado infectadas con Babesia o Anaplasma.
En la Estación Experimental del INTA Rafaela se produce una vacuna que contiene organismos vivos y atenuados que, al ser aplicada en terneros, produce síntomas subclínicos. La vacunación de adultos es controvertida porque puede resultar peligrosa en casos en que los animales no tengan un buen estado sanitario o estén inmunodeprimidos. 
Esta vacuna comenzó su desarrollo en 1978 y en él participaron técnicos de varias estaciones experimentales y centros de investigación del INTA. En los comienzos se utilizaban organismos vivos, luego la posibilidad del cultivo in vitro de Babesia bigemina y B. bovis facilitó el uso de organismos atenuados, aunque para el caso de Anaplasma es necesario el uso de terneros para la producción de las vacunas. 
El número de vacunas producidas en la experimental Rafaela fue de 470.000 dosis en el 2015, cifra que ha ido aumentando año a año. Se destaca que la vacuna que se produce es una vacuna triple que contempla los tres microorganismos.
El investigador enfatizó la necesidad de considerar cada caso en particular antes de tomar la decisión de vacunar ante las numerosas preguntas realizadas por la audiencia frente a casos puntuales. También remarcó la importancia del seguimiento de los animales para detectar síntomas de enfermedad rápidamente y poder iniciar el tratamiento de inmediato, ya que si la vacuna se aplica en animales adultos son altas las chances de que los síntomas puedan ser de importancia, requiriendo un seguimiento y control del profesional para evitar el desarrollo de la enfermedad.
Las charlas despertaron el interés de los profesionales concurrentes que realizaron varias preguntas a los oradores. Además se discutieron temas concernientes a la implementación del control de la garrapata y alcances de la legislación vigente, lo que condujo a un acalorado intercambio de opiniones entre algunos de los concurrentes. 
La información que se compartió en este seminario es el resultado de trabajos de colaboración de varias estaciones experimentales del INTA con universidades, otros organismos nacionales de investigación como el CONICET y entes de Europa, Estados Unidos y otros países de Latinoamérica. 
Los trabajos han sido financiados por el INTA a través de proyectos nacionales y Proyectos Regionales con enfoque territorial, la Asociación Cooperadora del INTA Rafaela, el CONICET, la Agencia y proyectos de cooperación bilateral.



Fuente: Maria Andrea TOMAS, Santiago NAVA, Lucrecia PACILIO, EEA Rafaela, CR Santa Fe.







Notas Relacionadas