VERDEOS DE INVIERNO. Pensar en frío

Los verdeos de invierno son pasturas anuales que constituyen un recurso forrajero clave en los sistemas de producción ganadera. Ello se debe a que aportan forraje de buena calidad en las épocas del año donde las pasturas perennes disminuyen su tasa de crecimiento, es decir, desde fines del otoño hasta el inicio de la primavera.


amanecer rural

Los factores que influyen en el resultado productivo de los verdeos son: el tipo y fertilidad del suelo, el clima, la especie y/o cultivar a sembrar, la fecha de siembra (muy influenciada por el cultivo antecesor), la fertilización, las plagas (pulgones) y las malezas.

QUÉ SEMBRAR
Para elegir qué sembrar, ensayos realizados en el INTA Rafaela indican que la avena es una especie que se adapta muy bien a las condiciones del clima y suelo de la región. La avena produce cantidades de forraje que -en promedio- rondan entre 4000 y 5000 Kg. de materia seca por hectárea (Kg. MS/ha), en 3 o 4 aprovechamientos.
Otra especie que se puede utilizar -por su potencial productivo y calidad del forraje- es el raigrás anual. Si bien el resultado productivo en la zona es muy variable entre años debido, fundamentalmente, a las variaciones en la disponibilidad de humedad, es una especie que requiere muy buenas lluvias.
En los ensayos realizados con raigrás se observaron muy buenos resultados de producción de forraje en los años con buenas condiciones de humedad, incluso se obtuvieron rendimientos similares y/o superiores a la avena.
Otra opción que puede reemplazar a la avena, especialmente en años más secos o cuando no se puede sembrar temprano (marzo-abril) es el trigo, y se recomienda utilizar cultivares de ciclo largo que son muy macolladores y tienen un amplio ciclo vegetativo.
El trigo presenta la particularidad de ser más tolerante al frío que la avena, por eso se lo puede sembrar más tarde (fines de abril–mayo). Además se comporta bien en años con menor disponibilidad de agua, tiene una producción de materia seca y calidad muy buenas, y permite hasta tres pastoreos.

CUÁNDO
La siembra de los verdeos a principios del otoño (marzo – abril) favorece un buen crecimiento inicial de las pasturas y permite realizar un aprovechamiento temprano (entre 50-70 días posteriores a la siembra) además de una mayor producción total de forraje. En el caso del trigo, los cultivares de ciclo largo sembrados a fines de abril-principios de mayo tienen un buen comportamiento para esta finalidad.

SOBRE QUÉ CULTIVO
El cultivo antecesor es otro aspecto que va a influir sobre la disponibilidad de agua en el suelo al momento de la siembra. Aquellos cultivos de verano que liberen el lote más temprano son más convenientes porque permiten una mayor reserva de humedad en el suelo. Esta reserva previa a la siembra es necesaria, debido a la disminución de las lluvias durante el invierno en la región. También es muy importante mantener el lote limpio, libre de malezas.
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CON QUÉ MÉTODO
Los verdeos de invierno se adaptan muy bien a la siembra directa. Este sistema no sólo conserva la humedad sino que además proporciona un piso firme, permitiendo un mejor aprovechamiento porque la espera para entrar a pastorear es menor que si se los implantara con siembra convencional. Cuando se utiliza la siembra directa es necesario aplicar nitrógeno para obtener buenos volúmenes de producción porque, al no removerse el suelo, la mineralización es menor.

POR QUÉ FERTILIZAR
La fertilización nitrogenada es una práctica de manejo que favorece el crecimiento de los verdeos. Si bien su efecto es variable entre años relacionado con la disponibilidad de humedad, en general propicia la producción de forraje.

CÓMO CONTROLAR
Las plagas -especialmente los pulgones- pueden afectar la implantación y, si el ataque es grave y no se hace el control a tiempo, se puede perder el cultivo o disminuir el número de plantas, lo que trae como consecuencia una menor producción de forraje.
El uso de semilla tratada previo a la siembra ayuda a evitar este problema. De no utilizar esta forma de control, se debe hacer un seguimiento del cultivo para monitorear la carga de insectos y realizar el tratamiento con insecticida en el momento adecuado.
El otro problema son las malezas. Actualmente, haciendo un buen barbecho químico y usando la siembra directa, disminuye notablemente su incidencia. Además hoy se cuenta con herbicidas como el metsulfuron y dicamba que, usados en el momento adecuado, logran excelentes controles de las malezas de hoja ancha.

CUÁNDO APROVECHARLOS
Al aprovechamiento de los verdeos es conveniente hacerlo cuando el cultivo se encuentra en el estado de pleno macollaje.
En general, la avena alcanza este estado antes que el raigrás, lo que permite realizar el primer pastoreo más temprano.
La calidad del forraje también varía entre las especies. Si bien todos estos verdeos tienen altos niveles de proteína, se destaca la calidad del raigrás anual por tener una relación proteína/energía más balanceada, ya que posee mayores niveles de carbohidratos solubles.

CÓMO SE COMPORTAN
Datos sobre avena y raigrás en el INTA Rafaela. Campañas 2010 y 2011.
La evaluación de cultivares del año 2010, sembrados en abril del mismo año, se caracterizó por buenas condiciones de humedad previo a la siembra (212 mm en los dos meses previos) y también durante el ensayo (220 mm).


AVENA
En el caso del verdeo de avena, de los siete cultivares comerciales evaluados, Violeta INTA y Graciela INTA fueron las más productivas con valores cercanos a los 6000 Kg. MS/ha. El de menor productividad fue Milagros INTA con 3900 Kg. MS/ha.

RAIGRÁS
Para el caso del raigrás anual, en el 2010 se evaluaron 20 cultivares comerciales, dentro de la amplia oferta de materiales que existe en el mercado. En el cuadro 2 se indican las producciones obtenidas (kg/ha de MS) por corte y en total durante dicho año.
Durante este ciclo hubo un grupo de cultivares que superaron los 6.000 Kg. de MS/ha como Lonestar, Sancho, Osiris, Isis, y Bill Max. Dentro de éstos, el más productivo fue Caleufú INTA con 6.585 Kg.
El resto de los cultivares estuvieron por encima de los 5.000 Kg. de MS/ha con valores máximos de 5.975 (Baqueano) y 5.200 Kg. ( Sungrazer). Tanto en la avena como en el raigrás se realizaron cuatro cortes, el primero en junio y el último en octubre.
Con respecto a la última campaña (año 2011) ésta se destacó por las buenas lluvias previas a la siembra, que se realizó el 4 de abril. Las precipitaciones fueron de 434 mm en enero, febrero y marzo; 159,2 mm en abril, mayo y junio; y solamente 44,7 mm en julio, agosto y setiembre.
En el cuadro 3 se presentan los datos de producción obtenidos por corte y total de los cultivares de avena evaluados.
Como se puede observar en el cuadro 3, en la campaña 2011 los cultivares comerciales de avena que se destacaron fueron Aurora INTA, Rocío INTA, Maná INTA y Cristal INTA con producciones de materia seca superiores a 5.000 kg/ha en tres aprovechamientos. Entre éstos el mejor fue Cristal INTA con 5.880 kg de materia seca por hectárea.
Violeta y Graciela INTA que en la campaña anterior fueron los primeros, en ésta sus rendimientos fueron más bajos que los otros cultivares, aunque no tanto: 4.719 y 4.800 kg de MS/ha para Violeta INTA y Graciela INTA, respectivamente.
En lo que respecta a Raigrás anual, en 2011 se evaluaron 31 cultivares comerciales. En el cuadro 4 se indican los resultados de la evaluación en kg de MS/ha por corte y total.
En 2011, dentro de los más productivos se puede mencionar a: Attain, Angus, Baqueano, Bar Hq, Barturbo, Beefbuilder III, con producciones superiores a 6.000 kg de MS/ha en cuatro cortes.
A ellos les sigue un grupo con rendimientos superiores a 5.000 kg los cuales tuvieron valores máximos de 5.983,6 (Paisano) y mínimos de 5.133,7 (Sancho. Sólo dos cultivares estuvieron por debajo de estos valores (Bocado y Ducado).
En esta campaña, la producción de Caleufú INTA fue buena, aunque inferior a la de la campaña anterior, por lo que fue superado por otros cultivares.

MANEJO: LA CLAVE
En función de los resultados obtenidos, se pone de manifiesto la importancia de la elección de aquellos materiales mejor adaptados a la región.
Los verdeos de invierno (avena y/o raigrás anual) bien manejados, permiten una alta acumulación de forraje.
En la actualidad se cuenta con especies y materiales que, combinados de forma estratégica, pueden brindar forraje a lo largo de una época crítica del año.
De todas formas, se continuarán realizando ensayos para evaluar cómo la variación climática entre años afecta el comportamiento de los distintos cultivares
 



Fuente: Ings. Luis Romero y Juan Mattera INTA, EEA Rafaela.







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