EL ENTORE DE LAS VAQUILLONAS A LOS 18 MESES DE EDAD

Una técnica para mejorar la preñez en el 2º y 3º servicio.


amanecer rural

Uno de los principales problemas que se presenta en el manejo de los rodeos de cría, es el bajo índice de preñez que se logra en el 2º y 3º servicio. El motivo radica, en que no se cubren los altos requerimientos nutricionales de la vacas de 3 años con su primer ternero al pie. Un bajo porcentaje se preña tarde en el 2º servicio; por lo tanto, fallan en el 3º. Es decir, el rodeo entra en órbita cuando las vacas tienen más de 4 años.
En la década del 90, comenzó a implementarse el primer servicio a los 18 meses, como una alternativa técnica al entore de 24 a 26 meses, con el objetivo de mejorar la eficiencia reproductiva del rodeo a partir del 2º servicio y evitar los prolongados intervalos entre partos y continuos atrasos en las pariciones.
Si bien, es una técnica validada por los productores de avanzada del Centro y Sur de Corrientes, es conveniente refrescar algunos conceptos claves para alcanzar los propósitos mencionados y para que futuros adoptadores, no se sientan defraudados porque la técnica no funcionó.

1.  Un buen peso al destete de las vaquillas de reposición
Para lograr la meta propuesta, tienen que estar aceitados todos los engranajes. Es indispensable seleccionar al destete vaquillas de reposición que pesen al menos 160 o 180 kg, tratándose de Hereford o Angus y Braford o Brangus, respectivamente. Considerando que la fecha óptima de destete no debería superar los primeros días de marzo.

2. Planificación de los recursos forrajeros
Después de superar las primeras 48 a 72 hs críticas posdestete, el primer paso es disponer de un potrero con adecuada disponibilidad de forraje para recibir las vaquillas. En marzo y abril, el pastizal tiene un buen crecimiento, no hay razón para justificar, que las ganancias de peso del período no alcancen alrededor de   400   g/animal/día.  A  principio de   mayo,   cuando comienza a detenerse la producción del pastizal, las vaquillas ganaron cerca de 25 kg. No olvidar en el otoño el control de parásitos internos.
Estamos entrando al invierno, época crítica que decidirá el destino del entore a los 18 meses, el fracaso o éxito de la técnica dependerá del manejo invernal.

2.1. Reserva otoñal del campo natural y suplementación invernal
El segundo movimiento es pasar las vaquillas a un campo natural reservado durante los meses de marzo y abril. La producción de forraje en el otoño es importante, de tal manera que clausurando los potreros, se difiere forraje para el invierno. Se recomienda hacer reservas de no más de 60 días y en lo posible previo a la clausura, eliminar con cortes el material remanente del verano, tratándose de pastizales con predominio de Paja Colorada (Andropogon lateralis).
Es de esperar una acumulación de forraje de alrededor de 2500 kg de materia seca. Los resultados indican, con dicha cantidad de forraje, que la carga óptima invernal será de 1 vaq/ha.
Con la primeras heladas de junio, el pastizal con predominio de gramíneas estivales se seca, el contenido de fibra llega al 60 % y el de proteína bruta al 5 %. Es el momento de iniciar la suplementación proteica con pellet de algodón o soja, que tendrá mejor respuesta que el pellet de girasol. La recomendación es: Las vaquillas deben consumir 350 g/día de proteína bruta, de lenta degradación en el rumen para mejorar la digestibilidad y consumo del forraje y en consecuencia la ganancia de peso.
En tal caso, la suplementación recomendada es 1 kg de pellet de algodón/animal/día, durante 100 a 120 días, hasta mediados de septiembre. El resultado esperado durante el invierno, mediante la suplementación proteica es de 40 kg/animal, con la condición que la oferta forrajera no debe ser limitante. Por eso la importancia de entrar al invierno con buena cantidad de pasto.

2.2. Mejoramiento del pastizal con Raigras
Por una cuestión de escala o porque se complican con el racionamiento diario, productores optan por el Raigras. El mejoramiento del campo natural con esta forrajera, es otra posibilidad de incrementar la ganancia de peso invernal, sin reemplazar el pastizal como en el caso de un

Raigras como verdeo.
Para evitar la competencia de las especies nativas y lograr una buena implantación, se implementa un pastoreo intenso antes de la siembra. La fertilización con fósforo en la intersiembra, 100 Kg de superfosfato/ha y la posterior fertilización con nitrógeno, 50 kg de urea/ha, son imprescindibles para una buena introducción y producción del Raigras.
Con esta alternativa se lograron ganancias de peso de 550 g/animal/día, con una carga animal promedio de 1,60 vaq/ha.

2.3. Verdeos de invierno
A diferencia de la situación anterior, se siembra el Raigras en directa con el uso de glifosato o de manera convencional. En ambas situaciones, se elimina la competencia de las especies nativas y por supuesto se modificará la composición botánica, no será el mismo pastizal de antes. Esta es una desventaja con respecto al mejoramiento, aunque la producción del Raigras es significativamente mayor y consecuentemente la producción individual y por ha. La fertilización es similar al sistema anterior y con la misma fecha de siembra, 2º quincena de marzo a 1º quincena de abril.
Con vaquillas para reposición, los resultados indican la posibilidad de manejar una carga animal que varía de 2,5 a 4,5 vaq/ha, con respuestas de alrededor de 600 g/animal/día.

3. Entrando a la primavera
Sea cual fuese la alternativa seleccionada, las vaquillas deben alcanzar un peso de 220 a 240 kg a principios de octubre, según se trate de razas británicas o sintéticas. Este peso umbral es importante para alcanzar la pubertad lo antes posible y el posterior desarrollo genital a los 18 meses de edad.
Durante el período primaveral y estival, sobre campo natural, la ganancia diaria promedio es de 550 g/animal/día. Lo cual, posibilitará para el 15 de febrero, un peso de entore de 290 a 315 kg, según biotipo, alrededor del 70 % del peso adulto. Las razas británicas son más precoces que las razas con genes Brahman. Con los pesos umbrales en octubre y los pesos de entore mencionados, se logran % de preñez del 85 al 90 %.

IMPORTANCIA DE LA TÉCNICA EN EL SISTEMA. 
Su impacto en la eficiencia reproductiva
 de vacas de 2º y 3º servicio.
Como se mencionó en la introducción, esta práctica de manejo influye marcadamente sobre el índice de preñez del 2º y 3º servicio, básicamente porque la vaca llega al 2º servicio seca. Con un servicio del 15 de
febrero al 31 de marzo, primera parición en noviembre y diciembre, destete en mayo y 2º servicio en primavera. Esta categoría se preña por encima del 95 %. Como las vacas estarán secas hasta el próximo parto, las condiciones corporales a la 2º parición y 3º servicio siguiente serán óptimas. Por lo tanto, el % de preñez en el 3º servicio no debería caer del 80 %.

LIMITANTES DE LA TÉCNICA
La técnica no es aplicable a vaquillas 5/8 Brahman, por el escaso desarrollo genital que expresan a los 18 meses. Luego, en ambientes difíciles del NEA, donde se requiere un biotipo más acebuzado, se recomienda el servicio a los 2 años, con posterior destete precoz. Por otra parte, los problemas de merma tacto – marcación son importantes en condiciones de elevada temperatura y humedad (N del paralelo 29º) y con presencia de malezales, montes y bañados.

CONSIDERACIONES
El entore de las vaquillas a los 18 meses es una técnica disponible, está probada y validada su importancia en la eficiencia reproductiva del rodeo de cría. Su éxito dependerá del manejo alimenticio, sobretodo desde el destete hasta octubre.
 



Fuente: Ing. Agr. Daniel Sampedro.







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