MANEJO PARA EL ENCIERRE DE CORDEROS

El confinamiento de ovinos podría plantearse como una alternativa nutricional interesante para determinadas épocas del año a efectos de mejorar las ganancias invernales.


amanecer rural

Es conocido que la producción ovina de la provincia de Corrientes tiene una comercialización estacionada en los meses finales del año. Los animales que no son vendidos en esta época de mayor demanda, por ser muy chicos o por falta de terminación, continúan en el campo en el siguiente invierno. 
Debido a la baja producción y mala calidad nutricional del pastizal en este período, tienen pobres ganancias de peso y al mismo tiempo que generan competencia por el recurso forrajero porque aumentan la carga del sistema ganadero. Otra contra, es que pierden la categoría de corderos (pasan a borregos) afectando su valor en el mercado. 
Existen alternativas nutricionales para mejorar las ganancias invernales: suplementación a campo o pastoreo de verdeos. En diferentes trabajos realizados en la EEA INTA Mercedes (Corrientes), con la suplementación se logran mejores ganancias de peso (promedio de 100 g/d) pero la duración de la alimentación a campo es superior a 120 días. En el caso de los verdeos, las ganancias diarias son mayores pero resultan costosos y son destinados a otra categoría, como la de ovejas melliceras. El engorde a corral surge como otra posibilidad para solucionar este problema. Hay antecedentes locales de ganancias que rondan los 200 g/an/d y conversiones de 6:1 (6 kg de alimento por kg ganado) con dieta adecuada y condiciones de sanidad y manejo correctas. 
Entonces, el confinamiento de ovinos podría plantearse como una alternativa interesante para determinadas  épocas del año; por ejemplo de enero a junio, cuando hay cantidad pero la calidad del pasto es limitante, durante el invierno para manejar mejor la carga o en situaciones de baja relación insumo/producto. En este esquema encajarían categorías como corderos que les falta terminación o son cola de parición. 
Por otro lado, la venta de cordero pesado, con destino a corte, es una opción para dar continuidad a la oferta de carne ovina durante todo el año. En esta categoría se incluyen los animales terminados con condición corporal 3 o superior (escala de 0-5), peso de faena entre 35 y 45 kg  de peso vivo y rinde de la res mayor al 45%.
Sin embargo, los resultados obtenidos en el engorde no solo dependen de plantear una dieta correcta y balanceada, que cubra los requerimientos de la categoría encerrada, sino que hay muchos otros factores que pueden afectar las ganancias de peso.

RECOMENDACIONES PRÁCTICAS 
Las instalaciones son sencillas y de fácil realización. En los corrales de encierre de ovinos utilizamos alambrado eléctrico, lo ideal es de 4 hilos. Los animales que desconocen la descarga eléctrica aprenden rápidamente, principalmente si están esquilados y mojados o aprendieron al pie de la madre. El funcionamiento del alambrado eléctrico debe controlarse para que tenga una descarga eléctrica  adecuada y los animales permanezcan dentro del corral. También evitar que  se asusten (por ejemplo con perros o lugares con mucho tránsito), movimientos muy bruscos y que tengan hambre porque esto podría generarles estrés que produciría el escape de animales.
Tratar de ubicarlos los corrales cerca de donde puedan observarse los animales, controlar el ingreso de perros y que sea fácil alimentarlos y detectar algún problema sanitario. 
Para que el encierre funcione debe cumplir ciertos requisitos: 

-    Una dieta de engorde adecuada a la categoría que permita obtener ganancias cercanas a los  200 g/d o superiores y que la terminación se logre en un corto período de tiempo (no más de 75 - 90 días incluyendo acostumbramiento al manejo y a las instalaciones).
 
-    Es fundamental el período de acostumbramiento al inicio del encierre, siempre comenzar con altos porcentaje de fibra que baje paulatinamente, cada 4 o 5 días aproximadamente, mientras aumenta el porcentaje de granos hasta llegar a valores de la ración final.

-    Las raciones a corral deben ser suministradas como mínimo al 4% del PV, ya que el ovino consume un mayor porcentaje de materia seca, con respecto a su peso vivo, que el bovino. 

-    Eliminar alimento viejo, mojado, fermentado o contaminado con bosta de las bateas. Evitar contaminación al almacenarlos, que los componentes de la dieta mantengan máxima calidad sanitaria.

-    Lo ideal es que la ración se entregue dos veces al día, dividida en la mañana y la tarde.

-    Lotes uniformes por peso, edad y sexo para evitar que los animales dominantes no dejen comer a los otros en la misma proporción.

-    Sanidad: debido al alto peligro de aparición de enfermedades producto del mayor hacinamiento, al inicio de los encierres se implementa un plan sanitario especial: 
•    Suministro de antiparasitarios amplio espectro al ingreso al corral
•    Muestreo de materia fecal (HPG) al inicio y a los 14 días de la aplicación del antiparasitario para verificar el control de parásitos (Prueba de eficacia). 
•    Aplicación del refuerzo de la vacuna policlostridial. (Primera dosis aplicar a las madres 30 días antes del parto). 
•    Suministro de coccidiostáticos (tratamiento aplicable al agua, en dos oportunidades, con diferencia de 15 días, al iniciar el encierre). Repetir tratamientos si corresponde según análisis de la materia fecal.

Antes de la aplicación de cualquier droga consultar a su médico veterinario y controlar los períodos de carencia para realizar la faena.

-    Suplementación mineral en bateas o en bloques formulados para ovinos que siempre estén accesibles y limpias, también se aplica un inyectable de un complejo mineral (que contenga Zinc) de marca comercial, como preventivo de enfermedades podales y para los requerimientos no cubiertos por la dieta.

-    Suministro de abundante agua fresca de buena calidad para consumo animal. Mantener los bebederos limpios. Colocar protectores de boyas, evitar roturas o que los animales ingresen al mismo.

-    Corrales con buen drenaje y pendiente para que no se acumule barro. Lo ideal es contar con una parte de piso alto y seco para que los animales duerman, por ejemplo tarimas de madera.

-    Las bateas donde se les suministra las dietas deben estar altas (a la altura del pecho de los corderos) y con una madera que las atraviesen, para evitar que los animales se suban y bosteen la comida generando rechazo por los otros animales y contagio de enfermedades. Se debe asignar un largo de comedero entre 25-30 cm por animal
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-    Corrales que brinden buenas condiciones de bienestar animal, tamaño adecuado que facilite los movimientos y disminuya el estrés (3-5 metros por animal), protección del viento y sobra (con mediasombra), fundamental en verano (sobre todo en regiones subtropicales).


-    Una práctica que se puede incorporar es espolvorear Cal en el piso de los corrales, para cambiar el pH acido del suelo de nuestra zona y evitar el desarrollo de un complejo bacteriano que podrían generar enfermedades podales. 

-    Por último, si hay algún animal que no se adapta al encierre, no come o está apartado, sacarlo del sistema porque puede ocurrir que algunos animales no se acostumbren, principalmente si ya son adultos. 


CONCLUSIONES
La finalidad de esta tecnología es potenciar al rubro ovino: maximizando la producción de carne, desestacionalizando la oferta de corderos y darle valor agregado a la carne ovina, al lograr de mejorar la calidad de las grasas por modificación en los componentes de las dietas, por ejemplo, al incorporar semillas de oleaginosas entre un 20 a 30 %. 
Los resultados que se logren son producto de observar, cuidar, cumplir y controlar las prácticas de manejo que se detallaron anteriormente, principalmente al inicio del engorde. Utilizar buenas prácticas ganaderas nos permite potenciar la calidad de nuestras carnes tanto en el mercado local como en el de exportación. 
 



Fuente: Flores, A. J; Franz, N y Celser, R.R







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