Destetar directamente en corrales

Destetando una o varias semanas directamente en los corrales conseguimos ganar una semana de espacio.


amanecer rural
Corral de destete.


Algunas granjas, por no decir muchas, se encuentran en ocasiones con la necesidad de mover cerdas de la gestación control a la gestación confirmada. Esto implica moverlas de boxes (o jaulas) a patios (o corrales) con un número de días de gestación inferior al deseado, con los problemas que ello conlleva. En algunos casos me he encontrado incluso con granjas que cubrían las cerdas en la jaula y al tercer día de la salida en celo las trasladaban a los corrales, lo cual daba unos resultados ecográficos bastante “desilusionantes”.
En las semanas 15 y 17 se trasladaron las cerdas al 3er día post-cubrición y en la semana 16 se movieron a corrales el mismo día del destete.

En las semanas 22-23 y 25, las que se cubrieron en boxes se trasladaron del área de detección de celo a la zona de cubrición el mismo día de la salida en celo y fueron cubiertas por 1ª vez una hora más tarde. La semana 24 se llevaron a los corrales el mismo día del destete.

Como se puede apreciar en los resultados, las fertilidades son muy similares entre categorías, lo cual nos permite romper el mito de que cubrir las cerdas directamente en corrales puede ser perjudicial para la fertilidad. También el intervalo destete-celo fue muy similar 5 y 5,2 para patios y boxes, quedando para más de 10 días 1 y 2 cerdas respectivamente. El total de nacidos fue más elevado en las cerdas que fueron cubiertas directamente en corrales, lo que puede ser debido a que estas no sufrieron ningún tipo de estrés post-cubrición: ni después de la inseminación (como en la semana 15-17), ni en su posterior traslado a la gestación confirmada, ya que las que están en corrales realizan el traslado a la zona hermanadas, cosa que no sucede en el caso de las cerdas cubiertas en los boxes.

 

Una muy buena solución… destetar directamente en corrales

Ya que tenemos problemas de espacio, una muy buena solución es destetar una o varias semanas directamente en los corrales, según la magnitud del problema. Con esto conseguimos ganar una semana de espacio, ya que las cerdas una vez comprobadas, se trasladan a la gestación confirmada ya hermanadas y se recupera el corral para volver a utilizarlo para recoger el destete.

Pero… ¿cómo hacerlo? ejemplo práctico: corral de 20 plazas

Colocamos 23-24 cerdas al destete (entre un 15-20% más de su capacidad) y suplementamos raciones de pienso. Así optimizamos al máximo el corral, por la posible no salida en celo de algunas cerdas.

Al 6 día post-destete retiramos las cerdas que no hayan salido en celo (por ejemplo 2 de 24, que equivale a un 8%) con lo cual el corral se queda con 22 cerdas hasta pasar el ecógrafo. Si hubiesen salido todas retiramos las 2 más delgadas.

Suponiendo una fertilidad del destete como objetivo del 93-95%, al pasar el ecógrafo encontraremos que entre 1 y 2 cerdas han repetido o están vacías, con lo que conseguimos mantener la eficacia del corral (entre 19-21 cerdas).

Si usamos más de un corral, es importante que separemos las pequeñas y delgadas de las otras. Así podremos regular la alimentación y equilibrar la competencia. Hay que prever que en el corral de las delgadas la salida en celo puede ser peor, por lo que incrementaremos el número de cerdas alojadas en él.

En las granjas donde hemos puesto en práctica este sistema, los resultados obtenidos han sido mucho mejores que cuando las trasladaban después de la cubrición.

 

Cómo realizar la recela y cubrición de las cerdas en parques

El sistema de recela empleado es el mismo que en los boxes: se empieza a estimular a las cerdas desde el mismo día del destete, con la salvedad de que introduciremos el macho en los corrales, siendo así el contacto más directo. Si es posible, en ambos casos se recomienda trabajar con varios verracos: en los boxes aumentamos el estímulo y en los parques agilizamos la recela, ya que podemos trabajar con varios corrales a la vez, aumentando el tiempo de exposición de los verracos sin aumentar el tiempo de trabajo empleado. Por ejemplo, si trabajamos con tres verracos y consideramos necesario un tiempo mínimo de exposición del verraco de 1 minuto por cerda, para cada 30 cerdas alojadas en 3 corrales de 10 el tiempo mínimo sería de 10 minutos (un verraco por corral), aunque puedo asegurar que el tiempo mínimo será ampliamente superado, ya que el tiempo utilizado en detectar celos y mover los verracos será superior al mínimo establecido. Esto nos favorece ya que el periodo de estimulación es mayor, pero al mismo tiempo estamos optimizando nuestro tiempo de trabajo.

Por lo que respecta a la inseminación, en el caso de los parques tenemos que trabajar con el sistema intrauterino ya que, aunque las cerdas se pueden mover mientras las estamos inseminando, es mucho más rápido que intentar inseminar con el método tradicional (aquí es imposible utilizar ningún complemento que nos agilice la inseminación).

 

Inconvenientes de cubrir y recelar directamente en corrales

El principal inconveniente que nos podemos encontrar es cómo dar de comer a las cerdas desde el destete hasta la cubrición, e incluso hasta su ecografía, ya que habremos sobresaturado los corrales para optimizar al máximo el espacio. Hay una gran diversidad de sistemas de alimentación, por lo que no me veo capacitado para dar una única solución, pero estoy seguro que en cada granja encontrarán el modo de poder suplementar este exceso temporal de cerdas.

Otro problema que podemos encontrarnos es que las cerdas se monten entre ellas al acercarnos a los periodos de celo. Poco podemos hacer, aparte de la pericia de cada ganadero en detectar y separar a la cerda que pueda estar siendo más castigada, aunque si organizamos los corrales por tamaño y estado corporal reduciremos mucho estos problemas.

La toma de datos no tiene que ser un problema ya que, cuando van en celo y tienen reflejo de inmovilidad, es muy fácil registrarlos.

Las ecografías requieren un poco más de paciencia, porque siempre nos encontraremos a la típica cerda histérica. Un buen momento para hacerlo (si es posible) es cuando damos de comer.



Fuente: Miquel Forcadell Silvestre







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