FERTILIZACIÓN PARA ALTOS RENDIMIENTOS DE ARROZ

En la actualidad la productividad media nacional de arroz está estancada en menos de 50 % de su potencial productivo. No hay un factor limitante, sino un conjunto de factores acumulados que reducen el rendimiento. Todos los factores de la producción deben ser considerados para aspirar a altos rendimientos y dentro de ellos la fertilización es un factor clave para incrementar los rindes.


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Con un ajuste minucioso de las prácticas de manejo es posible llegar a producciones del 80 % del potencial (11.000 kg/ha). Algunos productores, en superficies importantes, cosechan hoy 9.000 a 10.000 kg/ha y más. En ensayos de parcelas se ha llegado a recolectar 13.000 a 15.000 kg/ha. Esto quiere decir que una meta de rendimiento promedio de 8.000 kg/ha es alcanzable razonablemente, con las variedades y las prácticas utilizadas actualmente. Se dispone de tecnología y conocimientos suficientes, pero se requiere de un seguimiento y control minucioso de todos los puntos y aspectos que hacen al rendimiento.
 
Factores que determinan o definen el rendimiento potencial alcanzable
Existen factores determinantes del rendimiento que son fundamentales o definitorios. Por un lado está la calidad del ambiente, integrado por las características propias del sitio, el suelo, el antecesor o rotación y la calidad del agua de riego. Y por otro lado está el cultivo definido por su ciclo, la fecha de emergencia y el número de plantas logradas por unidad de superficie.
En lo que refiere al suelo, existen zonas con suelos alcalinos , con exceso de calcio y/o sodio  o algo salinos a salinos donde se ve limitado el rendimiento. En otras situaciones existen algunos suelos muy lavados, ácidos, muy insaturados y otros lugares de cultivo con suelos “esqueléticos” de muy baja CIC y MO, con limitaciones también, donde el rendimiento alcanzable es menor.
Si bien el clima no se puede modificar, la fecha de emergencia y el ciclo de la variedad determinan el potencial de aprovechar la oferta de radiación solar y el escape a condiciones adversas como el frío. Las variedades tradicionales tienen buena capacidad de macollaje y unas 200 plantas por metro cuadrado, bien distribuidas en el espacio, resultan suficientes para lograr altos rendimientos. Un número de plantas que no limite el rendimiento es crucial; por lo cual se recomienda utilizar semillas de alta calidad y sembrar a una profundidad y densidad uniforme.
 
Factores que limitan el rendimiento potencial
Una vez establecido el cultivo en fecha y densidad apropiada, en un ambiente propicio; el rendimiento puede ser limitado por la disponibilidad de nutrientes y de agua.
De más está decir que el riego en arroz es muy importante y que los trabajos previos de emparejado del terreno y correcta nivelación son fundamentales para manejar adecuadamente el agua. Ni hablar de los beneficios indirectos sobre el control de malezas y uso eficiente del nitrógeno.
Los nutrientes nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K) y zinc (Zn) frecuentemente son deficitarios. El nitrógeno es el elemento más limitante y que debe ser aplicado de manera generalizada para alcanzar altos rendimientos. El K y el Zn se presentan deficientes en algunas situaciones, sobre todo en suelos de pH ligeramente alcalino con exceso de calcio. Es menos frecuente la deficiencia de P dado que los suelos tienen gran capacidad de liberarlo cuando se inunda. Sin embargo, en suelos de baja materia orgánica y pH mayor a 6,5 la disponibilidad es baja y limita el rendimiento.
Es sumamente importante asegurar una oferta de nutrientes adecuada desde la germinación del cultivo para lograr una elevada tasa de crecimiento y absorción de N en los estadios tempranos. Esto permite aprovechar la radiación incidente, generar tallos o macollos y acumular biomasa que luego se translocará a los granos. La confluencia de días largos de mucho sol y buena dotación de N en el suelo para la planta, cuando se inicia el período reproductivo y durante la floración, asegura la formación de un número de panojas y de granos llenos elevados.
 
Factores que reducen el rendimiento
Aun cuando los factores definitorios y limitantes del rendimiento se encuentren en niveles óptimos, existen otros factores que reducen el rendimiento como los insectos, las enfermedades y las malezas. Para estos hay que tomar medidas de protección y control.
El factor más importante que reduce los rendimientos son las malezas gramíneas.
Las enfermedades y los insectos que atacan a las plántulas en germinación deben ser tratados con suma importancia, dado que afectan un factor definitorio como el número de plantas logradas. Para esto son fundamentales los tratamientos preventivos con fungicidas e insecticidas en semillas.
Por otro lado, se debe controlar la presencia de insectos y enfermedades que reducen el área foliar fotosintéticamente activa para así captar toda la energía solar posible.
Finalmente se deben controlar los insectos y las enfermedades que atacan a los granos en formación o impiden la translocación de los fotoasimilados, dado que afectan no sólo el rendimiento si no también la calidad del grano. 

Cómo hacer un plan o programa de fertilización de arroz para altos rendimientos?
Un plan de fertilización para altos rendimientos supone de por sí que los factores que definen el rendimiento y los que lo limitan o reducen están debidamente controlados. Esto implica que las expectativas de respuesta a las prácticas de fertilización son altas. Esta situación se da cuando se siembran variedades de alto potencial de rendimiento, en una época y densidad adecuada, con ajustado manejo del riego, la lámina de agua, el control de malezas, insectos y enfermedades.
Lo primero que se debe observar es el rendimiento actual. Si los rendimientos de los últimos años son inferiores a 5000 kg/ha seguramente existen limitaciones importantes que solucionar antes de iniciar un plan de fertilización de altos rendimientos. Las expectativas de respuesta son bajas. En esta situación, factores definitorios como la fecha de siembra o la densidad tienen un gran peso; posiblemente otros factores reductores contribuyan disminuyendo la productividad (Tabla 1).
 Para superar o reducir algunas limitaciones de sitio, primeramente se debe indagar sobre la condición físico-química del suelo. Un indicador sencillo para evaluar esto es el pH. Cuando el pH del suelo es mayor a 6,5-7 posiblemente existan limitaciones por exceso de Ca o Na. Si los suelos son dispersivos por sodio, es recomendable la aplicación de YESO (Sulfato de Calcio) como enmienda, esto mejora la condición física del suelo, ayudando a la implantación del cultivo.
Si el pH es ácido y la saturación de bases es inferior al 50-60 %, se debe aplicar CAL (Carbonato de Calcio/Magnesio) para reducir la toxicidad de Al.
Las cantidades de enmienda a aplicar (YESO o CAL) varían según el tipo de suelo de 2 a 4 tn/ha; se deben tener en cuenta todos los cationes intercambiables y la capacidad total de cambio.
El otro indicador a mirar inicialmente es la Conductividad Eléctrica (CE) que se refiere a la salinidad del suelo. Si es mayor a 1,5-2 dS/m, se reduce la germinación y las plantas logradas, se incrementa la esterilidad y disminuye el peso de los granos. En este caso no es recomendable aplicar enmiendas, sólo debe utilizarse agua de baja salinidad e incrementarse la cantidad y la frecuencia de riego para disminuir la salinidad. La salinidad es acompañada frecuentemente de deficiencia de Zn, P y K.



Fuente: Ing. Agr. Dr. César Quintero, Facultad de Ciencias Agropecuarias UNER.







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