IMPACTO DE LOS SISTEMAS SILVOPASTORILES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE

Los SSP permiten asociar en una misma área el cultivo arbóreo con la actividad pecuaria. El componente arbóreo puede producir madera, forraje, frutos, otros productos industriales y servicios ambientales (conservación del suelo, ciclaje de nutrientes, sombra), mientras que la actividad ganadera (carne, leche o lana) mejora los ingresos del sistema productivo .


amanecer rural

Además, los SSP contribuyen en la captura de carbono (CO2), la generación de menores emisiones de óxido nitroso (N2O) y la mitigación de la emisión de gas metano (CH4) por los rumiantes.
Todos estos gases son responsables del calentamiento de la atmósfera global (efecto invernadero). 
La mayoría de los sistemas de producción animal, tanto en el trópico como en clima templado-frío,
se basan en el uso de especies forrajeras (gramíneas y/o leguminosas) en monocultivos y en muchas oportunidades sin la debida rotación de cultivos. Esta situación acelera la degradación de las pasturas y con ella, se afecta la estabilidad y fertilidad de los suelos.
Sin embargo, el resultado es muy diferente productivo, social y ambientalmente hablando, si se
considerara a la ganadería como una actividad que interacciona con la forestal y, gracias a eso, se potencializan los recursos económicos, materiales y humanos con principios de manejo sustentables, interactuando con los árboles y arbustos en diferentes modalidades de los SSP.

Restauración de suelos degradados
Estudios realizados en Panamá, en suelos ácidos (pH = 4.6), muestran que la integración de Acacia mangium en pasturas con Brachiaria humidícola, contribuyó al mejoramiento de la calidad del forraje de la gramínea y en el aumento del contenido de fósforo y nitrógeno del suelo, cuando se comparó con el monocultivo de B. humidícola. Durante la época lluviosa, la presencia de la fauna del suelo, en especial de las lombrices, fue más alta en suelos con 240 árboles/ha de A. mangium .
De acuerdo con este autor un SSP con A. mangium logró incrementar la materia orgánica, en forma significativa, en solo cinco años de pastoreo y la simbiosis de este árbol con los hongos micorrízicos puede determinar este proceso. Estos sistemas, en comparación con pastos puros de gramíneas suelen conservar mejor la materia orgánica en los suelos, especialmente en suelos ácidos y pobres en nutrientes.
Por otro lado, las interacciones benéficas que se pudieran presentar con la presencia de los árboles y arbustos de leguminosas en los sistemas de pastoreo se traducen, también, en el aumento del reciclaje de nutrientes por el retorno al suelo de hojas, frutas, ramas, heces y orina, derivado fundamentalmente por el incremento de la actividad biológica del suelo.
Alonso  señaló que la macrofauna del suelo en un sistema silvopastoril leucaena-guinea,
se estabilizó en el tiempo con predominio de anélidos o lombrices que con su actividad favorecieron la aeración del suelo y aceleran la descomposición de la hojarasca.
Según Lok los árboles en SSP, cumplen funciones ecológicas de protección del suelo, disminuyen los efectos directos del sol, el agua y el viento. También pueden modificar las características físicas del suelo como su estructura (por la adición de hojarasca, raíces y tallos) e incrementan los valores de materia orgánica, la capacidad de intercambio catiónico y la disponibilidad de N, P y K . Otros estudios señalan mejor aprovechamiento de los nutriente del suelo y mayor disponibilidad del pasto cuando éstos se encontraron asociados a especies arbóreas, debido a la mejora de la fertilidad del suelo y a las condiciones de sombra que se crean en el agroecosistema. Por otro lado, el efecto de los árboles en la fertilidad del suelo no solo se debe esperar en las capas superficiales, sino que esto puede ocurrir en capas más profunda en la medida que el tiempo de explotación del sistema aumenta. Carvalho señaló este fenómeno al estudiar un silvopastoreo de Acacia mangium y Brachiaria decumbens.

Conservación de la Biodiversidad 
El manejo y las condiciones medioambientales de los sistemas silvopastoriles ejercen una marcada influencia en la actividad y diversidad de los organismos del suelo. En estos sistemas, tienen gran importancia la disponibilidad de alimentos, la variabilidad en la composición de estos en términos de la riqueza florística y los demás factores edáficos y culturales. Esto demuestra que en los ambientes con mayor complejidad biológica se pueden crear condiciones que favorecen el mejoramiento de las características del suelo como resultado de la actividad de los organismos presentes. La introducción de árboles en las pasturas puede crear condiciones favorables mediante el aporte de materia orgánica, el ciclaje de nutrientes, el mejoramiento del contenido de humedad en el suelo y la disminución de la temperatura . Sin embargo, esto depende entre otros aspectos, de la densidad, altura, arquitectura y fenología propia de la especie arbórea. Algunas modalidades silvopastoriles como linderos, cortinas rompevientos, cercas vivas u otras plantaciones forestales en línea a lo largo de las orillas de las pasturas, son sistemas diseñados por el hombre y muchas veces modificados con el tiempo por la naturaleza. La conexión de estos sistemas en forma de corredor influye en el movimiento de los animales y la dispersión de las plantas (Casasola et al 2009). Se puede, de esta forma, tener funciones de biocorredores, importantes en paisajes agrícolas caracterizados por ecosistemas fragmentados que aumenta la biodiversidad.
 



Fuente: Aníbal Fernández Mayer







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