EL GRAN POTENCIAL DE LA ENERGÍA DE BASE FORESTAL PARA CONTRIBUIR A LA MATRIZ ENERGÉTICA DE ARGENTINA

Actualmente representa sólo el 0,11% de la matriz de energía eléctrica nacional. Esta contribución podría sextuplicarse generando una energía renovable, limpia, que contribuya a mitigar el cambio climático y que produzca empleo y desarrollo en múltiples economías regionales del país. A nivel mundial, según FAO la madera representa el 40% del suministro actual de la energía renovable, superando a la solar, eólica e hídrica.


amanecer rural

La Asociación Forestal Argentina AFoA, entidad que promueve el desarrollo forestal sostenible en el país desde 1946, afirmó que la energía de base forestal o dendroenergía, tiene un alto potencial para contribuir a la matriz energética del país. Por medio de esta actividad se puede asegurar una provisión de energía limpia, renovable, confiable y competitiva y a la vez generar desarrollo para el sector forestal, para las economías regionales y contribuir a mitigar el cambio climático por medio del estímulo a las plantaciones.
Según PROBIOMASA (Proyecto para la promoción de la energía derivada de biomasa, ente que depende de los Ministerios de Agroindustria, de Energía y Minería y cuenta con el apoyo de FAO) el aporte de las energías renovables al sector eléctrico es de sólo el 1,9% mientras que el de biomasa específicamente es el 0,11%. La entidad afirma que hay un alto potencial para desarrollar este sector, pudiendo sextuplicar la contribución actual de biomasa a la matriz energética. La biomasa forestal es producto de podas y raleos de árboles (trozos finos no aptos para aserradero), así como el residuo de los aserraderos y otras industrias forestales, se puede utilizar para generar energía térmica y eléctrica.
En el caso de la energía térmica, el uso de chips y pellets de madera para calderas y estufas es el combustible que más ha expandido su uso para cumplir las metas de energía renovable en Europa, Japón y Corea en los últimos 10 años.
Las tecnologías innovadoras en calderas y estufas de alta eficiencia y con potencias de menos de 100 KW permitieron la expansión de su uso en oficinas gubernamentales, escuelas, hospitales, hoteles, edificios y hogares como reemplazo del gas y otros combustibles. Aunque es incipiente, Argentina cuenta ya con 7 empresas productoras de pellets de madera de calidad internacional.
Las empresas que han optado por el uso de calderas en base a pellets o chips indican una reducción del costo de energía entre el 20% y el 35 % al reemplazar GLP o Fuel Oil. Si se utilizara el total de la capacidad instalada actualmente en la producción de pellets, se podrían generar 180 MW de origen térmico. El aporte a la generación de energía térmica en base a chips es aún mayor.
Por otro lado, la generación de energía eléctrica en base a biomasa forestal garantiza potencia firme, no siendo necesario invertir en potencia de respaldo. Esta tecnología, utiliza equipos y piezas que pueden ser construidos en su mayoría en el país.
PROBIOMASA estima que la construcción de una planta de energía eléctrica de 1 MW de potencia a partir de biomasa genera por lo menos 50 puestos de trabajo directos y que durante su operación, genera otros 8 puestos de trabajo directos y 50 indirectos. En su desarrollo, se generan además puestos de trabajo calificados al mediano y largo plazo, para la instalación, la operación y mantenimiento, asimismo permite agregar valor en origen a residuos y materias primas.
La expansión del uso de los subproductos forestales en energía es beneficiosa ya que mejora la productividad de las plantaciones forestales; genera empleo en toda la cadena foresto-industrial y reduce el impacto ambiental de quemar residuos forestales y de aserraderos. Constituye una estratégica fuente energética para atender demandas socioeconómicas en las diferentes regiones agroecológicas ya que es el sistema que mayor empleo genera por MW de todas las energías renovables, permitiendo el agregado de valor en las cadenas agroindustriales.



Fuente: Afoa







Notas Relacionadas