30/05/2018. INTERNACIONALES. Mercosur
Los ministros de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa; de Brasil, Aloysio Nunes; y de Paraguay, Eladio Loizaga; junto con el secretario de Relaciones Económicas de Argentina, Horacio Reyser, y el ministro de Comercio de Corea, Hyun Chong Kim, firmaron ayer en Seúl un acta para iniciar negociaciones tendientes a firmar un Tratado de Libre Comercio.
En 2017 Corea importó alimentos por un monto superior a 25.000 millones de dólares, la mayor parte de los cuales fueron provistos por EE.UU. (con exportaciones por 5780 M/u$s), seguido por China (4200 M/u$s), Australia (2570 M/u$s), Vietnam (1190 M/u$s) y Rusia (1260 M/u$s), según datos oficiales.
La mayor parte de las compras en 2017 correspondieron a productos cárnicos bovinos (por un monto de 2460 M/u$s), seguido por carne porcina (1640 M/u$s), poroto de soja (612 M/u$s) y trigo 549 M/u$s).
Uruguay es el único de los cuatro países del Mercosur habilitado para exportar carne bovina a Corea, pero las ventas a ese destino son reducidas porque el arancel aplicado por Corea a Uruguay es de un 40%.
“Apenas el 31% de las exportaciones de Uruguay accede a mercados con preferencias arancelarias, mientras que Chile tiene el 96%”, afirmó el ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, el pasado jueves durante un almuerzo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing de Uruguay.
Astori remarcó que, en referencia al acceso al mercado chino de soja, leche en polvo, carne bovina deshuesada y productos derivados de la producción ovina, Uruguay (al igual que las otras tres naciones del Mercosur) paga aranceles muy superiores a Nueva Zelanda y Australia.
“No predominan en el mundo meras negociaciones sobre bienes y servicios, sino que la referencia fundamental es un nexo virtuoso entre el comercio de bienes, servicios e ideas con inversiones asociadas”, apuntó Astori. “Hay que mirar toda la realidad y no la que más conviene; hay que ser consciente sobre todos nuestros problemas, porque puede ser una realidad insalvable”, subrayó.
“Gobernar es arriesgar; algunos creen que el principal riesgo es equivocarse, pero es dejarse llevar por la corriente sin rumbo, es paralizarnos y dedicarnos a explicar las dificultades”, sostuvo. “Estoy seguro de que como sociedad sabremos evitar esa actitud y dar el salto que podemos y debemos dar, empujados por la confianza”, concluyó.
