CONTROL INTEGRADO DE PARICIÓN EN OVINOS

La mortalidad neonatal de los corderos es uno de los factores más importantes que limitan la eficiencia biológica y económica de los sistemas de producción ovina en el mundo. Estas pérdidas tienen efectos directos e indirectos sobre el sistema de producción: menor producción de carne y lana de los corderos y sus madres, menor progreso genético de la majada, uso ineficiente de los recursos de infraestructura, mano de obra y recursos forrajeros, lo que afecta negativamente el ingreso económico en el predio, con la consecuente pérdida de competitividad.


amanecer rural

El 90 a 95% de las pérdidas ocurren durante las primeras 72 horas de vida.
La principal causa de mortalidad neonatal de corderos se asocia principalmente a una baja vitalidad del cordero al nacer (por su bajo peso) y su débil impulso a mamar y establecer un pronto y necesario vínculo con su madre, y además una baja resistencia a las condiciones climáticas adversas (lluvia, viento y frío) que determina el efecto negativo del complejo “exposición-inanición”. Estos efectos negativos en la supervivencia de los corderos se potencian en sistemas ganaderos extensivos por la sumatoria de factores como una mala alimentación y bajas reservas corporales de la madre en el último tercio de gestación y al parto, baja producción de calostro y leche, escaso cuidado durante la parición, ovejas con partos múltiples, entre otros.
 
PAQUETE TECNOLÓGICO PARA MEJORAR LA SUPERVIVENCIA DE CORDEROS

Diagnóstico de gestación
El diagnóstico de gestación a través de la ultrasonografía permite conocer el estado fisiológico de las ovejas y la carga fetal de los animales gestados. Esta información posibilita utilizar mejor los recursos forrajeros, suplementos y ajustar la alimentación de los animales según sus requerimientos durante los diferentes períodos de gestación. Además del estado fisiológico y la carga fetal, la ecografía nos permite saber la edad del feto por lo que podremos estimar la fecha en que probablemente ocurrirá el parto.

Esquila preparto temprana
Se han realizado muchos trabajos de investigación nacionales e internacionales sobre los efectos de la aplicación de la esquila preparto temprana (60 y 90 días de gestación) y la esquila preparto tardía (100 y 120 días de gestación) en la supervivencia de corderos. Se ha demostrado que la esquila preparto temprana permite aumentar el peso vivo y vigor de los corderos al nacer, incrementando finalmente los porcentajes de señalada y destete.
Es importante señalar que la aplicación de esta tecnología debe ir acompañada de otros componentes para su éxito. Es necesario que luego de la esquila las ovejas accedan a forraje de buena calidad y disponibilidad (pasturas naturales o mejoramientos) y/o suplementos. Las ovejas deben tener un estado corporal adecuado (igual o mayor a 3). Se recomienda el uso de peine alto para la esquila y proporcionar protección (capas y/o abrigos) luego de la misma.
Alimentación diferencial de las ovejas
Al inicio de la gestación, el crecimiento del feto es muy lento y sus necesidades nutritivas son bajas. Durante el segundo y tercer mes de gestación se produce un rápido crecimiento de la placenta, mientras que el crecimiento del feto sigue siendo muy pequeño, alcanzando en este momento el 15% de su peso al nacimiento. Durante el último tercio de la gestación el crecimiento del feto es más rápido, y el 85% del peso al nacimiento se produce en este período. En esta etapa la alimentación materna ejerce una gran influencia sobre el desarrollo del feto y, por lo tanto, sobre el peso al nacer del cordero.
Existen diferentes alternativas para mejorar el plano alimenticio de las ovejas previo al parto. El grupo de investigadores de INIA La Estanzuela ha demostrado que el acceso a mejoramientos de campo con Lotus Maku, Lotus Rincón o praderas, durante 10 días previo al parto, es suficiente para mejorar la producción de calostro de las ovejas al momento del mismo. Aquellos productores que no cuentan con mejoramientos de campo o praderas convencionales, pueden suplementar las ovejas con granos ricos en almidón o bloques nutricionales elaborados especialmente para el período preparto.
 

 RESULTADOS LOGRADOS POR EL “CONTROL INTEGRADO DE PARICIÓN EN OVINOS” CON EL USO DE PARIDERAS
En la Unidad Experimental “Glencoe” el uso de parideras comenzó en el año 1998 y desde ese momento a la fecha, los promedios de mortalidad de corderos en las primeras 72 horas de vida se ha reducido a valores del 6 al 8%. Es de destacar que estos valores de baja mortalidad se lograron con la raza Merino variedades Superfina y Ultrafina, y una composición de majada donde las borregas constituyen entre el 25 al 30% de las hembras en parición y el nivel de partos múltiples varía normalmente de 15 a 25%.
Los controles que se realizan en la paridera contribuyen a reducir los posibles problemas sanitarios de la oveja y su(s) cría(s), permitiendo mejorar el estado de los animales durante la lactancia 

Esta tecnología permite obtener información de alta calidad, reduciendo la probabilidad de cometer errores al identificar la madre de cada cordero, logrando obtener el 100% de los registros genealógicos.
En resumen, para lograr estos altos niveles de supervivencia de corderos, el “Control Integrado de Parición de Ovinos” se basa en los siguientes puntos:
1.    Conocer la fecha de parto probable y carga fetal a través del uso de la ecografía
2.    Manejar las ovejas en lotes según las diferentes fechas probables de parto
3.    Proporcionar un adecuado nivel nutricional a las ovejas durante la gestación y al momento del parto (condición corporal ≥ 3,5 )
4.    Esquila preparto temprana
5.    Manejo alimenticio preferencial (borregas vs. ovejas y vientres con preñez múltiple vs. preñez única)
6.    Estricto control sanitario de las ovejas y corderos (principalmente parasitosis gastrointestinales y enfermedades infecciosas)
7.    Realizar las tareas con personal entrenado y motivado
8.    Parición controlada en parideras
9.    Control nocturno de parición
10.    Control de las ovejas y su(s) cría(s) durante la lactancia
El uso de paridera está diseñada específicamente para: a) proteger a los corderos recién nacidos de las inclemencias climáticas desfavorables, b) favorecer el establecimiento deseable del vínculo entre madre e hijo, c) identificar corderos abandonados para ser anodrizados o criados artificialmente y alimentar con concentrado a la madre en un momento crítico y d) atención de partos distócicos.
 
CONSIDERACIONES FINALES
Se considera que la aplicación de un paquete tecnológico de “Control Integrado de Parición de Ovinos” puede contribuir a reducir sustancialmente las pérdidas de corderos en las primeras 72 horas de vida y hasta el destete. Esto redunda en mayor productividad y mejoras en progreso genético, bienestar animal e ingresos económicos.
En este contexto, la inclusión del manejo de partos en parideras puede ser una herramienta muy útil para aquellos productores que disponen de animales de alto valor genético, predios de producción intensiva de escala reducida y/o animales con alto potencial reproductivo.



Fuente: Dra. Zully Ramos, Ing. Agr. (PhD) Fabio Montossi. Programa Nacional de Producción de Carne y Lana







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