DAÑO MECÁNICO EN SEMILLAS DE DOS CULTIVARES DE POROTO, IMPACTO SOBRE LA FISIOLOGÍA DE LA GERMINACIÓN

Argentina aporta el 98% de la producción mundial de poroto alubia. Su cultivo en los diferentes tipos comerciales es uno de los principales rubros de la producción agrícola en las provincias de noroeste argentino (SAGPYA). El uso de semillas de alta calidad constituye uno de los principales factores que se necesitan para alcanzar una elevada productividad a partir del establecimiento de una adecuada población de plantas.


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 En este contexto la rentabilidad del productor se ve afectada por el uso de semillas de mala calidad. Lo que acarrea en cultivos de granos pérdidas anuales superiores a los 300 millones de pesos . Al respecto estudios realizados en soja permiten sostener que la reducción en la calidad fisiológica de la semilla es consecuencia de problemas comunes como el envejecimiento, el deterioro provocado por la presencia de plagas y el daño mecánico. Esta última causa producida durante la cosecha y en el almacenamiento se constituyó en uno de los principales factores determinantes de las pérdidas en la calidad de semillas de algodón. Al respecto se observaron que esas semillas con diferentes niveles de daño mecánico si bien germinaron, producían plántulas menos vigorosas y con un elevado porcentaje de anormalidades. Lo señalado sugiere que la expresión del deterioro de la semilla es variada como lo evidenciaron en otros cultivares de poroto blanco y negro.

Si bien las semillas presentan al momento de su madurez fisiológica, el mayor nivel de calidad, posteriormente la misma declina de manera sostenida como consecuencia del envejecimiento. Al respecto,  relacionan al deterioro de la semilla con una serie de cambios que suceden como las pérdidas de la integridad de membranas y de la actividad enzimática, y aumentos en daños cromosomales. Asimismo sostienen que la tasa de deterioro depende de factores ligados a la constitución genética y a las condiciones que se presentan durante la cosecha y en el almacenaje.

Investigaciones realizadas en poroto con el propósito de conocer el efecto del deterioro inducido sobre la calidad de la semilla permitieron comprobar que según aumenta el grado de daño, los valores de conductividad eléctrica también se incrementan por causa de mayores pérdidas en la integridad de las membranas, y debido a que la semilla de poroto es aleuro-amilácea se encontraron además cantidades crecientes de aminoácidos y de azúcares en el líquido de lixiviación. Lo señalado permitió corroborar que el aumento en el deterioro de la semilla al promover importantes cambios fisiológicos, afectan negativamente no solo la germinación, sino que también su vigor. Al respecto, trabajos realizados en semillas de poroto con envejecimiento artificial mostraron importantes reducciones en el tamaño de las plántulas que se formaron. Por otra parte, estudios encarados en soja demostraron que cuando el contenido de humedad de la semilla era inferior al 10%, los lotes mostraban mayores valores en la conductividad eléctrica, aun cuando en ellos se habían medido porcentajes similares de germinación. Estos resultados se atribuyeron a que el bajo contenido de humedad junto a una importante desorganización de las membranas, propició incrementos en la lixiviación de los solutos, lo que caracterizó el bajo vigor de la semilla.

Durante la germinación ocurren modificaciones metabólicas debido a las actividades enzimáticas que convierten a las sustancias de reserva en formas químicas fácilmente transportables. Es así como investigaciones realizadas en semillas de trigo sometidas a deterioro natural y artificial permitieron determinar que las variaciones en la germinación se deben a pérdidas en la actividad amilolítica, sosteniendo además que esas declinaciones estaban asociadas a la pérdida en la viabilidad de la semilla. Por otra parte y para la misma especie comprobaron que durante la imbibición hubo un considerable incremento de la actividad α-amilasa. Por otro lado, evaluaciones de esta enzima durante la germinación de semillas de Vigna les permitió comprobar marcados incrementos en su actividad 48 horas después de iniciada la imbibición de la semilla. En tanto que los estudios realizados en Carthamus  evidenciaron que la actividad de la amilasa se incrementaba hasta el 5to día de iniciada la germinación, para posteriormente declinar de modo acelerado. Otros investigadores al estudiar este comportamiento en arveja verificaron que en los cotiledones la enzima aumenta su actividad por lo menos durante los primeros 10 días de germinación. Finalmente estudios realizados en soja bajo condiciones de deterioro natural y artificial mostraron que el daño de la semilla promueve alteraciones en los respectivos sistemas enzimáticos.

Por otra parte, en cereales se estudió en detalles el rol que cumple el eje embrionario para inducir la síntesis de amilasa en la capa de aleurona. Sin embargo, en legumbres el mecanismo que se reportó para explicar el desarrollo de la actividad α-amilasa en tejidos de reservas de la semilla, resulta contradictorio. Así mientras los trabajos efectuados en Vigna por Morohashi mostraron que los máximos niveles de actividad de la enzima se obtuvieron en cotiledones unidos al embrión, en tanto que la actividad en cotiledones aislados esos incrementos fueron mínimos. En poroto se comprobó que la actividad de la a-amilasa en los cotiledones no es afectada por la separación del eje embrionario.

En otro orden de cosas, estudios comparativos realizados entre líneas de poroto blanco y coloreado con el propósito de evaluar su calidad fisiológica, determinaron que poroto blanco es más sensible al deterioro que poroto negro . Otras investigaciones abordadas para conocer sus comportamientos frente al daño mecánico permitieron comprobar mayor resistencia en las líneas de poroto de color respecto de los blancos. Asimismo, otros antecedentes dan cuenta de que este tipo de deterioro merma la tasa de translocación de nutrientes hacia los tejidos de conducción y cotiledones efectos que además resultan decisivos para definir las tasas de crecimiento de raíz y de vástago.
El daño mecánico promueve modificaciones diferenciales en la fisiología de la germinación entre semillas de poroto blanco cv. Perla INTA y de poroto negro cv. NAG 12 INTA según el grado de deterioro que presenten.
 



Fuente: Amalia Romano, Juan Argüello, Irma Teves, Nora De Pascuale, Gabriela Oddone, Lauro Cazón.







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