09/08/2018. INTERNACIONALES.
La apicultura uruguaya atraviesa una grave situación en la que entre un 60 o 70% de la miel que se produjo en la última cosecha sigue sin poderse vender, es decir que casi un 70% de los apicultores no han cobrado por sus productos.
En el marco de un panorama poco alentador para el sector, se realizó con éxito el XIII Congreso Latinoamericano de Apicultura que contó con una muy buena concurrencia de público.
Ruben Riera, presidente de la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU), comentó a El Observador la satisfacción que dejó la jornada donde las cuatro líneas de trabajo que propuso la gremial (área académica, circuitos escolares y la jornada de apiterapia) fueron cumplidas.
El Congreso se desarrolló entre el 2 y el 5 de agosto en el Prado y fue organizado por la Federación Internacional Latinoamericana de Apicultura (FILAPI) y la SAU. Contó con la visita de entre 700 y 800 personas y se estima unos 350 extranjeros que estuvieron presentes.
Riera contó que también participaron autoridades del país, como el director de la Dirección General de Medio Ambiente, Alejandro Nario, el director de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), Federico Montes, el representante de la FAO, Vicente Plata y un representante de la cámara de agroquímicos. Estuvieron disertando sobre las políticas oficiales para el desarrollo de la apicultura, y además, un panel gremial trató los impactos del modelo agroindustrial sobre este sector y el medioambiente.
A su vez, las gremiales de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay dieron su posición respecto a lo que está ocurriendo con el modelo actual de producción agropecuaria, "con un uso masivo de insecticidas y herbicidas que están realmente destruyendo a la apicultura y lo que ella produce".
Las versiones oficiales que "siempre atenúan la situación" plantearon que están trabajando en el tema. Riera añadió que "hace años que se trabaja en el tema y la apicultura cada vez está peor. El trabajo que se hace desde el lado oficial nunca ha rendido un fruto positivo".
A pesar de que entienden que la Dirección General de Medio Ambiente juega a favor de los apicultores, no tienen claro hacia donde apunta el MGAP. "Las palabras del ministro Benech hace algunas semanas atrás fueron claras: primero está el sector agroproductivo y la exportación de los rubros agropecuarios. Esa concepción no la compartimos, somos partidarios de una convivencia", apuntó.
