EL GPS, UN ALIADO PARA LA PRECISIÓN

En la agricultura, el uso de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) tiene altos beneficios gracias a sus parámetros de geolocalización que colaboran con todas las tareas que se realizan en el campo. Muchas de las máquinas agrícolas que conocemos cuentan con GPS para agilizar y hacer más precisas tareas como la preparación del terreno, la cosecha, la fertilización, la siembra, entre otras.


amanecer rural

En el marco de la agricultura de precisión, los dispositivos de geolocalización nos brindan información exacta sobre el posicionamiento en el terreno, lo que permite mejorar la planificación, elaborar mapas topográficos, realizar un muestreo del suelo, orientarnos sobre relieves de la tierra, entre muchas otros datos relevantes al momento de tomar decisiones. Además, este mismo dispositivo es capaz de recolectar información útil para optimizar la producción, mejorar el rendimiento de la propia maquinaria o minimizar el impacto ambiental de la agricultura.

La exactitud del GPS y los mapeos que puede generar, le permiten al productor tomar medidas precisas en cada metro de tierra y localizar puntos de interés para dirigirse a lugares determinados, ya sea para controlar el suelo o vigilar la salud del cultivo. Las herramientas que nos aporta la agricultura de precisión están cambiando los modos en los que los productores se relacionan con sus campos y mejorando cada práctica agronómica. Contar con datos geoespaciales en tiempo real sobre los requerimientos del suelo, los cultivos o el ecosistema que compone cada producción, nos ayuda a cuidar más los recursos al momento de producir los alimentos.

 

Microgestión de cada terreno

La agricultura de precisión posibilita algo que, hasta hace algunos años, era impensado: los productores pueden usar cada herramienta para controlar sus campos a un nivel muy detallado de forma remota. La introducción de dispositivos de alta tecnología más precisos, rentables y fáciles de usar han ayudado a integrar prácticas, datos y análisis para hacer una microgestión de cada terreno.

Por ejemplo, el GPS y otros sistemas de telemedición recopilan la información necesaria para mejorar el uso de la tierra y el agua.  Además, le permite a los productores trabajar en condiciones de baja visibilidad en los campos, por ejemplo con lluvia, polvo, niebla o penumbra. También pueden ser empleados para realizar un guiado automático, lo que permite que el conductor de la maquinaria pueda concentrarse en otras tareas mientras el GPS guía de forma automática el vehículo con el que trabaja.

La agricultura de precisión nos ayuda a que, en cada campo, los productores puedan tomar mejores decisiones, realizar prácticas más exactas, utilizar de forma eficiente los recursos y conservar la tierra en la que vivimos. Gracias al GPS la precisión está garantizada.



Fuente: Tecnología en el Campo







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