Poroto blanco húmedo: ¿podemos secarlo sin perder calidad?

Pérdidas que promedian 300 kg/ha de rendimientos de 1.200 kg/ha (Godoy & De Simone, INTA, 2009), con un valor promedio de U$S700/tonelada (t). A ello se agrega la susceptibilidad al daño mecánico que presenta el poroto. Para comercializar el poroto en el exterior (Europa, Turquía, Argelia, Medio Oriente), la tolerancia de granos partidos es muy baja (0,5%) en contraposición con los valores reales obtenidos (5 al 8%).


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Poroto blanco húmedo: ¿podemos secarlo sin perder calidad?


Ante esta situación el INTA plantea como alternativa la cosecha de poroto con alto CH (alrededor de 20%) lo cual implica un cambio sustancial en el manejo de los granos en la poscosecha, ya que para su conservación es prioritario secarlo, práctica que no se realiza en nuestra Región, debido a diferentes factores:

  1. Al momento de la cosecha se presentan humedades desparejas en el cultivo con porciones de plantas verdes, que cuando se trillan pueden manchar el grano (atributo indeseable con tolerancia muy estricta: 0,5%). Debe contemplarse usar variedades con maduración uniforme y secar las plantas por métodos químicos.
  2. En la poscosecha los altos CH de los granos pueden favorecer un equilibrio con la Humedad Relativa (HRE) del aire intergranario propicio para el desarrollo de microorganismos (70% o más). Esto se relaciona fuertemente con la temperatura, que, en la Región NOA es propicia desde la cosecha (25°C o más a mediados de julio) y va aumentando con el transcurso del año y cambio de estaciones. La actividad microbiana también produce el manchado del grano.
  3. Las grandes extensiones de siembra (unidad productiva promedio 5.000 ha) llevaron a la cosecha directa, lo cual deriva en grandes volúmenes de poroto (alrededor de 150 mil t solamente de poroto blanco) que implican un manejo para el cual no se cuenta con una tecnología adaptada a nivel nacional. Los sistemas de almacenamiento difundidos en la región no presentan las condiciones para secar el grano según lo requerido, el silobolsa depende de la condición inicial y no permite modificar la humedad en su interior, los sistemas permeables (bolsa o el big bag de polipropileno) permiten un intercambio con el ambiente que no es suficiente sin la circulación forzada de aire ni el control de la temperatura y la HR, y los silos de chapa no son frecuentes, el 60% de los mismos está equipado con sistemas de aireación y solamente el 13% se encuentra automatizado y equipado con termometría para el monitoreo de la temperatura (INTA, 2014).

Además, la cosecha anticipada implica una serie de ventajas operativas adicionales como reducir el riesgo de exposición a precipitaciones y a heladas tempranas. También se lograría optimizar la disponibilidad de cosechadoras, considerando que el 80% de los productores contrata el servicio.

En tal sentido, el Silo Secador INTA (desarrollado por INTA Balcarce y RELEVAR SRL) que trabaja con aire natural y baja temperatura, utilizado para el secado de otros granos como soja y maíz, constituye una herramienta promisoria para secar el poroto húmedo. Como así también el modelo matemático (también elaborado por INTA Balcarce) que predice el comportamiento de los granos sometidos al secado en su interior.

 

El equipo de Poscosecha de Granos del INTA, en primera instancia y a nivel exploratorio, realizó una serie de simulaciones de secado en zonas representativas de acopio en la provincia de Salta con resultados interesantes. Las localidades evaluadas mediante la simulación del secado fueron El Bordo y General Mosconi. En ambos casos el modelo partió de una situación inicial del grano de 20% de humedad y 20°C de temperatura, un silo de 7 metros de altura y 6 metros de diámetro, con capacidad de almacenamiento de 300 toneladas. Se consideró que las cosechas tempranas comenzarían a mediados de junio, focalizando en el norte de Salta. El objetivo fue llegar a un CH final de 14% promedio y 15% máximo. Se probaron dos caudales de aire, teniendo en cuenta que las variaciones del caudal se relacionan con el tiempo de secado; a mayor caudal, más rápido se seca la masa de granos. El modelo utiliza datos climáticos de la zona y requiere una serie de al menos 10 años consecutivos, para lo cual se utilizaron los datos de la estaciones agrometeorológicas de INTA en ambas localidades. Se probaron diferentes combinaciones de caudales y CH objetivos, y el mejor resultado evidenció que para bajar de 20% a al menos 15% de CH en un volumen de granos de poroto como el citado, se tardaría en promedio entre 24 y 27 días con un caudal de aire de 2 m3/min.t. El ventilador estuvo prendido casi el 90% del tiempo de secado, lo que indica un funcionamiento provechoso y aceptable. Lo mismo ocurrió con el calentador, que estuvo prendido entre 8 y 12 días, es decir alrededor del 40% del tiempo de secado. El calentador tiene la función de bajar el contenido de humedad del aire (HR) que ingresa por los ventiladores y que es el encargado de secar los granos. Estos dos aspectos (funcionamiento de ventilador y calentador) ponen en evidencia que las condiciones ambientales de ambas localidades son favorables para realizar el secado del poroto en tiempos aceptables. Se cuenta entonces con una oportunidad ambiental que presenta temperaturas y humedades relativas que propician el secado con aire natural.

Como el frente de secado avanza desde abajo, la masa de granos que se encuentra en la parte superior del granel es la que más tarda en secarse y la que podría correr riesgos de deterioro por la actividad microbiológica y la respiración del propio grano, por ello es prioritario que los granos con humedades superiores a 18% no permanezcan en tal condición más de 35 días. Con los tiempos estimados de secado nos encontramos fuera del período de riesgo. La masa inferior de granos puede correr el riesgo de sobresecado, pero en estos plazos se alcanzaron CH mínimos promedio de 13%, lo cual no implica peligro de endurecimiento de la testa de los granos.

Resta entonces al INTA avanzar en la experimentación práctica del Silo Secador y ajustar los parámetros inherentes al poroto, como por ejemplo el transporte del grano hasta el silo y dentro del mismo.

La implementación potencial de esta tecnología implica un cambio sustancial en el manejo del poroto blanco alubia en la poscosecha, ya que hasta la fecha ni la cosecha, ni el transporte de los granos hasta su procesamiento y acopio, se realizan con alto contenido de humedad. El INTA estima que las pérdidas de cosecha en estas condiciones se reducirían en un 80% por efectuar una cosecha anticipada. Asimismo también se lograría una ventaja competitiva en la comercialización al poder disponer de lotes de poroto con humedad final uniforme, segura para el almacenamiento y calidades sostenidas en función de las demandas de los compradores de exportación.



Fuente: INTA







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