19/09/2018. REGIONALES.
Desde principios de este año, el responsable del Programa de Rabia Paresiante del Senasa, Gabriel Russo, ha concurrido en distintas oportunidades a la zona afectada para trabajar junto con los agentes regionales en la capacitación de profesionales, productores y alumnos de carreras afines al agro, en rabia y control del vampiro, haciendo hincapié en la importancia de la vigilancia epidemiológica y la identificación de refugios.
Si bien los tres brotes registrados hasta la fecha se produjeron en el departamento de General Ocampo de La Rioja, también se realizaron tareas de vigilancia epidemiológica y control del vampiro en los departamentos de Vera Peñaloza, San Martín, General Belgrano y el norte de la provincia de San Luis.
Hasta el momento, fueron localizados y tratados 77 refugios de la especie Desmodus rotundus, en su totalidad en construcciones abandonadas. Como consecuencia de estas acciones, se eliminaron más de mil vampiros y, junto con la provincia de La Rioja y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se vacunaron cerca de 30 mil animales en la zona de los brotes confirmados.
Estas acciones de control en las áreas afectadas fueron llevadas a cabo por equipos de trabajo interinstitucionales integrados por personal del Senasa y el INTA, el Ministerio del Agro de La Rioja, la Comisión provincial de Sanidad Animal (Coprosa), la Secretaría de la Producción del departamento de Ocampo y las municipalidades de Olta y Chepes, colaboración que permitió fortalecer las tareas del veterinario y el paratécnico de la localidad de Ulapes.
Las capacitaciones a productores rurales y veterinarios fueron realizadas en las localidades riojanas de Chañar, El Cadillo, San Solano, Milagro, Pana, Ulapes, Catuna, y Chepes, Aguayo y Olta (estas en dos oportunidades), Chamical (tres jornadas).
Asimismo, en San Luis tuvieron lugar en la Escuela Agrotécnica “Pascual Pringles” de Quines – también asistieron alumnos de los dos últimos años - y en la localidad de Botija, ambas en el departamento Ayacucho.
La rabia paresiante se distribuye ampliamente en la región norte del país, aproximadamente hasta el paralelo 31° de latitud Sur. No obstante, recientemente se han confirmado brotes por debajo de este límite.
Es una enfermedad epidémica, mortal, regional, focal y recurrente, causada por el virus rábico y transmitida por el vampiro común Desmodus rotundus. Afecta principalmente a los bovinos, a los equinos y con menor frecuencia a otras especies domésticas, a las personas y a algunos animales silvestres. Cada vampiro se alimenta de aproximadamente 25 cm³ de sangre por noche y, producto de la herida causada, se produce una pérdida residual de otros 25 a 30 cm³.
Dado su impacto en el sector pecuario y la necesidad de proteger la salud pública (por tratarse de una zoonosis), la rabia es una enfermedad de notificación obligatoria y toda sospecha debe ser comunicada de inmediato a la autoridad competente.