La soja puede rendir hasta un 31% más, en promedio, en zona núcleo

Una investigación realizada en conjunto por las facultades de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) determinó que se puede incrementar hasta un 29% la productividad de la soja de primera y un 33% la de segunda en la región central de la Argentina, que abarca el sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires, el sureste de Córdoba y el ángulo noreste de La Pampa. Esta amplia región es una de las más productivas del país y del mundo.


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La soja puede rendir hasta un 31% más, en promedio, en zona núcleo


Este trabajo surgió de una inquietud de los productores del CREA Sur de Santa Fe, que año tras año venían detectando que los rendimientos de la soja no crecían. Cada campaña les costaba más subir la producción. Ellos sabían sus rindes reales, pero no cuán lejos estaban del máximo. Es decir, desconocían la brecha de rendimiento. Y eso es lo que tratamos de cuantificar en el estudio", dijo Di Mauro, docente de la cátedra de Cultivos Extensivos de la UNR. 

Los resultados de Di Mauro muestran que en la región central de la Argentina todavía hay margen para aumentar los rindes de la soja en condiciones de secano. 

"Calculamos la brecha de rendimiento como la diferencia entre el rinde de cada lote respecto al máximo de ese año, en 22.500 lotes agrícolas entre 2003 y 2015. Encontramos que para la soja de primera, la brecha promedio fue del 29%, mientras que para la de segunda fue del 33%. Es decir: en promedio, los productores están en un 71% y un 67%, respectivamente, de los máximos rendimientos registrados en esa zona", explicó el especialista.

El investigador puntualizó que en soja de primera, la variable de mayor importancia que impacta sobre los rendimientos es la fecha de siembra, mientras que la segunda es el cultivo antecesor

"En soja de fecha temprana, la causa principal de ese 29% era la fecha de siembra: los lotes sembrados más temprano -antes del 25 de noviembre- tenían mayores rendimientos que los que se sembraban tardíamente. Luego, la segunda variable de manejo que encontramos fue el cultivo antecesor: aquellos lotes que venían de maíz rendían más que los que venían de otros cultivos de verano", afirmó el investigador.

En el caso de la soja como segundo cultivo, Di Mauro señaló que la variable que más explicó la brecha fue la aplicación o no de fungicidas. "Vimos que esta práctica de manejo permitía diferenciar entre situaciones con altos y bajos rendimientos. 

 

 

 



Fuente: FAUBA







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