Conservan germoplasma de ciruelos en el Delta del Río Paraná

El equipo liderado por Teresa Cerrillo (EEA Delta Paraná), Gabriel Valentini (EEA San Pedro), Cintia Acuña (Instituto de Biotecnología) y Enrique Frusso (Instituto de Recursos Biológicos), logró crear un primer banco de germoplasma con diez variedades de ciruelo y se está completando con otros cinco cultivares locales, que también se encuentran en riesgo de pérdida.


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Conservan germoplasma de ciruelos en el Delta del Río Paraná


La paulatina declinación de la actividad frutícola en la región desde hace décadas, provocó que las variedades de obtención local en cuestión, como otras introducidas, se dejaran de plantar y, por lo tanto no se conserven. Sólo existen en plantaciones muy antiguas, y en la quinta de unos pocos pobladores, poniendo a los cultivares referidos en riesgo de extinción.

 

Rescatar, estudiar la variabilidad y conservar aquellas con riesgo alto de desaparecer, brindará la posibilidad de aplicar en el futuro los recursos genéticos de ciruelo a plantaciones y a investigación. Se espera que en lo inmediato el impacto llegue al territorio delta del Paraná, en primer lugar, a través de plantaciones para autoconsumo y, como prospectiva, para recrear un nuevo sistema productivo, representando además, un aporte a la preservación y valorización de la cultura local.

 

 

El rescate y conservación, un trabajo en equipo:

 

En el marco del proyecto "Aportes al desarrollo sustentable del territorio del Delta" (EEA Delta), el trabajo comenzó con un relevamiento entre 2012 y 2013 de información documentada de la EEA Delta del Paraná y otras fuentes, incluidos libros de registro de cosecha y comercialización de productores, para localizar a los escasos pobladores que disponían en la actualidad de esos recursos genéticos.

 

Desde la EEA Delta se concentró la tarea de rescate de germoplasma con un productor aún en actividad del Arroyo Pacífico, Islas de San Fernando, el Sr. David Gómez, que conserva una amplia gama de aquellas variedades, la mayoría de las cuales aún comercializa con regularidad en el mercado. Sobre la base de sus registros y experiencia, junto a la documentación previa se definió un listado de 16 variedades de ciruelos en riesgo de pérdida. Se ubicaron y marcaron plantas de esas variedades, sobre las que se efectuaron observaciones de características morfológicas y fenológicas.

 

Como parte del rescate entre 2015 y la actualidad se logró una primera colección de 10 variedades de ciruelo (Capri, Ciervita, Fragata, Genovesa, Gigaglia, Juanita, Remolacha del Léber, Ratto, Reina de Oro y Tricerri). Las mismas se injertaron en plantas portainjerto de ciruelo "mirabolano", provistas por la EEA San Pedro de INTA en el predio de la EEA Delta del Paraná.Los cultivares no logrados (Remolacha de Berisso, Giordano y Severiana), serán reinjertados durante el 2018, al igual que otros tres cultivares de ciruelo y los durazneros Sol de Mayo y Zelanda que se encuentran también en riesgo de pérdida.

 

Es fundamental la conservación de recursos genéticos, cuya obtención data de entre 60 y casi 100 años, por su comprobada adaptación al medio (clima templado húmedo, con suelos de características particulares), el valor productivo y la variabilidad genética presente. Todo esto podría ser útil como aplicación futura en la producción y también como base de futuros trabajos de investigación y mejoramiento para la región del delta o zonas de clima templado húmedo.



Fuente: INTA







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