MANEJO NUTRICIONAL DEL RODEO SOBRE PASTURAS TROPICALES

Los recursos forrajeros importantes en la región NEA (pastizal y pasturas subtropicales), presentan como característica principal la producción estacional de forraje (primavera-verano-otoño), siendo el crecimiento escaso a nulo durante el invierno. La calidad del forraje producido durante la época de crecimiento activo disminuye rápidamente con el incremento de la edad de la planta y/o de los estados fenológicos.


amanecer rural

A medida que la planta madura se incrementa la porción fibrosa, disminuye el contenido de proteínas, digestibilidad (disponibilidad de energía para el animal) y la capacidad del animal para consumirlo. Una consecuencia importante de la disminución de la digestibilidad y del contenido proteico es e

VALOR NUTRITIVO, CONSUMO DE PASTO 
Y CONSUMO DE ENERGÍA

Las gramíneas megatérmicas tienen componentes fisiológicos y estructurales que afectan su valor nutritivo. En la Tabla 1 se comparan las características de las especies templadas de las megatérmicas. Un resumen del valor nutritivo de especies templadas y tropicales se presenta en la Tabla 2.

RECRÍA DE VAQUILLONAS
Durante el invierno (por heladas y/o temporada seca), el contenido de proteína y la digestibilidad del pasto disminuye. En esas condiciones usualmente el consumo de energía fluctúa entre lo necesario para mantenimiento a ligeras ganancias de peso vivo. En inviernos rigurosos o con poca disponibilidad de pasto los animales de recría probablemente perderán peso. Una opción muy utilizada es la suplementación proteica o energético-proteica. El principal efecto de la suplementación proteica es el incremento del consumo de pasto, mientras que la suplementación energético-proteica puede no modificar o disminuir el consumo de pasto según el nivel de suplementación.
El consumo de energía es la resultante del producto de la densidad energética del pasto (o digestibilidad) por los Kg de materia seca consumida. Como estos factores son multiplicativos, el consumo de energía disminuye significativamente cuando el pasto es de baja digestibilidad (Tabla 3). Nuestro grupo de trabajo a medido consumos de 5 a 7 Mcal/día en recría durante el primer invierno.
El los sistemas de cría es muy importante la edad al primer entore. Esta edad está condicionada, entre otros factores, a la alimentación que recibe la vaquilla de reposición. El entore a los tres años de edad, todavía común en varias regiones del NEA, generalmente resulta de una excesiva carga animal que ocasiona una nutrición deficiente. Otra consideración importante es la ganancia de peso durante el primer invierno posdestete. Si las vaquillonas no ganan peso (unos 300 g/día), las preñeces durante el primer entore se ven disminuidas y ese efecto no mejora con mayor alimentación estival.
A fin de ilustrar los niveles de consumos de materia seca esperables, en la Figura 4 se presentan datos obtenidos en la EEA Colonia Benítez con distintos tipos de henos suministrados ad libitum a novillitos recría (160 a 180 kg de peso vivo). Se observa bajo consumo en henos de baja calidad, que es lo esperado en el forraje en pié durante el invierno en nuestras condiciones. Obsérvese la diferencia en consumo de heno de Grama Rhodes según el momento de henificación.

BALANCE ENERGÉTICO EN VACAS DE CRÍA
A efectos demostrativos, se ha modelado el balance energético de una vaca de cría que pare en agosto y desteta su ternero a fines de febrero . Se muestran dos situaciones, la 1 corresponde a inviernos más severos y/o cargas mayores a las aconsejadas. La situación 2 corresponde a años con inviernos más benignos, donde se observa algún rebrote en la época inverna y/o las cargas son conservadoras. Si bien en ambas situaciones se observa un balance negativo luego del parto, en la situación 1 estos balances negativos son suficientes para una pérdida de dos condiciones corporales (escala 1 a 9) entre el parto y el servicio. Obsérvese que la época de balance energético positivo corresponde al periodo posdetete, siempre y cuando no haya limitantes de disponibilidad de pasto. La recomendación en el este del Chaco y Formosa es que las vacas lleguen al parto con una condición corporal mínima de 5 o en lo posible 6. De esa manera, si la primavera se retrasa por lluvias tardías, la pérdida de condición corporal de 2 o más puntos todavía permite buena performance reproductiva cuando el pasto empieza a rebrotar.
Esta situación de la nutrición de la vaca de cría se puede modificar mediante varias prácticas. Por ejemplo la suplementación pre y periparto de la vaca con 1 a 2 kg/día de semilla de algodón (que puede administrarse dos a tres veces por semana). La manipulación de la lactancia con enlatado de 14 días se recomienda para las vacas en condición corporal 3 o mayor que no estén ciclado al comienzo del servicio. En tanto el destete precoz (60-70 días de edad del ternero) o el hiperprecoz (30 días de edad) se recomienda cuando los vientres presentan una condición corporal menor a 3 y muy especialmente en vacas primíparas.


 



Fuente: Osvaldo Balbuena







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