ELÉCTRICAS E HIDRÁULICAS, ASÍ SERÁN LAS NUEVAS COSECHADORAS

Al igual que las sembradoras, que ya incorporaron sistemas electrónicos en lugar de cadenas y correas, las cosechadoras migrarán a esa tendencia. Los primeros modelos podrían salir dentro de un año.


amanecer rural

La última edición del 65° Farm Progress Show, que se realizó entre el 28 y el 30 de agosto en Boone (Iowa), no aportó novedades revolucionarias en materia de maquinaria agrícola.

Sin embargo, los especialistas del Inta Manfredi, Mario Bragachini y Federico Sánchez, destacaron al rubro cosechadoras de granos como el que más primicias presentó. La mayoría de las empresas fabricantes de estos equipos lanzaron modelos con mejoras.

Las evoluciones del restyling tuvieron que ver con el automatismo y autorregulación.

“La gran revolución en cosechadoras parece estar reservada para 2019 y 2020”, aseguraron los técnicos, a través de un informe que realizaron durante la recorrida por la exposición internacional realizada en Estados Unidos.

En una visita realizada una de las fábricas más grande del mundo de cosechadoras en ese país, productores y técnicos se encontraron con la noticia que la planta estaba terminando la producción de las últimas unidades programadas para 2018. Luego comenzaba, en forma inmediata, un proceso de reestructuración de un nuevo proceso productivo para la construcción de un nuevo modelo que será lanzado en 2019/2020.

“Si bien es un secreto, en los pasillos se comentaba que es la reestructuración de la planta para la fabricación de una cosechadora de nueva generación, totalmente eléctrica/hidráulica. Con una capacidad de trabajo y ancho de labor muy superior a lo conocido hasta el momento, la cual ya se viene probando a campo desde hace algunos años. Pero por el descenso del precio de los granos su lanzamiento se viene posponiendo”, reconocieron Bragachini y Sánchez.

Más potencia y capacidad

Según los especialistas del Inta Manfredi, el sector está a las puertas de una nueva generación de cosechadoras. Algo similar a lo que sucedió con las sembradoras, en la que los motores eléctricos fueron adoptados por los nuevos modelos.

Los técnicos aseguran que esta mutación sucederá ahora con las cosechadoras: sin cadenas, correas y engranajes.

Si bien se habla de una nueva generación de máquinas, la receta para lograr una mayor capacidad de trabajo parece continuar con la evolución conocida hasta el momento: máquinas más grandes, con potencia de 800 CV, con dos motores diésel y mayor ancho de labor. Algunos modelos con capacidad de trilla de más de 60 pies de ancho de trabajo.

Sin embargo, –sostienen los técnicos– esos modelos evolucionarán. No tendrán más mandos por cadenas y correas, sino que serán todos eléctricos, abastecidos por uno o dos motores diésel que generan energía eléctrica en mecánica y por un sistema de transmisión inteligente.

“Solo la transmisión de avance y el mando de los rotores de trilla y separación serán hidráulicos, el resto serán eléctricos”, anticipan.

Restyling

Un denominador común de las máquinas que se mostraron este año en el Farm Progress Show se puede mencionar una cosechadora que mediante sensores puede adaptarse y modificar su prestación de acuerdo a las condiciones de cultivo y terreno. Con autorregulación de trilla, sistema de limpieza y autocalibración de monitores de rendimiento, mayor capacidad de trabajo, nuevos cabezales, reducción de pérdidas. Gran mejora en el manejo de datos con mucha telemetría y conectividad con grabación de datos, no sólo de rendimiento sino también de humedad del grano y calidad de trilla, separación y limpieza.

La principal atracción de la versión 2018 de la muestra fue la presentación en el mercado estadounidense de la nueva cosechadora Agco Fendt Ideal. El equipo ya había sido presentado el año pasado en Agritechnica en Alemania, luego de ocho años de desarrollo. Cuenta con 650 HP en su versión T9 y se convirtió en la cosechadoras más potente del mercado, con un cabezal de 45 pies. También está disponible en las clases 7 y 8 y puede ser equipadas con cabezal draper que, según el modelo, van desde los 30 a los 40 pies. “Seguramente en Argentina, será MF y Challenger”, sostienen los técnicos en el informe.

La tendencia hacia el mayor automatismo con autorregulación de los equipos, más allá de la destreza y conocimiento del maquinista se vio reflejada en la presentación de las nuevas series 250 y 150 de Case IH. Presentan, como novedad, un sistema de ajuste interactivo de diferentes parámetros como calidad del grano, pérdidas y limpieza durante la cosecha de granos.

Otra gran novedad estuvo en el stand de John Deere. A la línea 700, presentada el año pasado se le incorporó orugas de caucho desarrolladas por la propia empresa.

La empresa alemana Claas, con su línea de cosechadoras Lexion, se destacó por presentar un sistema de refrigeración integral para motor, aire acondicionado y la parte hidráulica con soplado desde arriba hacia abajo. “Es decir, genera una contra corriente que evita el ingreso de material, peligroso por combustión, al motor; una excelente solución”, evaluaron los especialistas.

Además, Claas presentó un nuevo cabezal draper Convio. En la versión rígida, con ruedas estabilizadoras, cuchillo lateral y sinfín de apoyo para colza y cereales de invierno. Y la flex de 225 milímetros para soja y leguminosas, con opciones de 35, 40 y 45 pie.



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