24/11/2018. INTERNACIONALES.
Lo anterior significa que los productos de consumo masivo de los colombianos como arroz, carne, huevo, pollo, verduras, frutas, papa y otros alimentos seguirán exentos.
De acuerdo con el senador santandereano, Richard Aguilar Villa, “la Ley de Financiamiento podrá generar recursos entre seis y nueva billones de pesos, aproximadamente. Los restantes seis billones, implicarán esfuerzo enorme para conseguirlos”.
Aguilar Villa expresó que aun falta por discutir el IVA en otros sectores, como el agropecuario o la educación. “Lo que se quiere es beneficiar al sector con renta del 0%. Esto es contraproducente”, agregó.
Sería fatal
Para Hernán Hernández Peñaloza, presidente de la Sociedad de Agricultores de Santander, SAS, gravar los insumos del agro es sacarlo del mercado, ya que no sería competitivo. “No lo somos sin IVA, mucho menos lo seremos gravados”, dijo.
El directivo dijo que al tener unos mayores costos de producción, ese incremento se trasladaría de manera inmediata al consumidor final. En su concepto, de nada sirve dejar la canasta familiar sin IVA y sí gravar los insumos del agro.
“Sería inconcebible y ruinoso y la ley del embudo”, agregó.
Por su parte, Jorge Enrique Bedoya Vizcaya, presidente ejecutivo de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, dijo que “si excluimos los alimentos y tenemos una tarifa del 19% en insumos como fertilizantes, agroquímicos, maquinaria, distritos de riego, entre otros, se traduce en mayor costo al productor y al consumidor”. El directivo estimó que “con el régimen de exentos podremos garantizar que se formalicen actividades agropecuarias de nuestro país que no están formalizadas, y se beneficie el Estado en el mediano plazo”.
La nueva ruta
Una posible acción que tome el Gobierno tras la decisión del Congreso, afirma Gabriel Vásquez Tristancho, asesor tributario, es excluir dos o tres bienes que se consideren básicos, pero el resto de la cadena sí gravarlos, el gran grueso de bienes escogidos sí gravarlos y ahí se presentará un gran impacto en los consumidores finales que no estuvieran en la lista de los denominados bienes básicos.
“Es decir, pueden decidir vamos a gravar el atún, estos productos importados, pero el arroz, la yuca, la papa y la habichuela no. Pero esto desde el punto de vista integral, las grandes cadenas se favorecerían más con que esos bienes sean gravados porque pueden tomar el descuento de IVA que le paguen a los proveedores y en esa medida ese impuesto que asumen como costos de sus utilidades es la mayor ganancia. Entonces gana el Gobierno, pero también las grandes cadenas porque van a poder descontar el IVA que le pagan a sus proveedores”, aseguró Vásquez Tristancho.
Actualmente, el Gobierno trabaja en una reforma tributaria que recogería entre $6 billones y $8 billones, dejando de lado los $14 billones que había planteado inicialmente. Se está considerando un impuesto a la renta al interior de las comisiones económicas, que estaría dirigido específicamente al caso de los servicios y pesaría unos $3 billones, monto que se sumaría al aumento de las personas naturales que tributan. Además, se podrían gravar las remesas y de aumentar el que ya existe para los dividendos.
Jaime Rendón, docente de la facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de La Salle, asevera que existen otras medidas en las que podrían recaudar los recursos como lo es bajar el impuesto a los dividendos y eliminar algunos beneficios tributarios a las empresas, y ponerle impuesto a las bebidas endulzantes, “sin tener que recurrir a la deuda”.
El Ministerio de Hacienda aseguró, en un comunicado, que “la Ley de Financiamiento no solo busca aumentar el recaudo para 2019, sino aumentar la equidad, competitividad y el crecimiento de largo plazo, disminuyendo la carga impositiva de las empresas, simplificando el sistema tributario, aumentando la formalización y disminuyendo la evasión”.
