IMPORTANCIA DE LA EFICIENCIA DE COSECHA

Al igual que para otros cultivos, cosechar girasol con eficiencia debe ser un elemento clave en la unidad productiva, dado que incide y repercute directamente en la rentabilidad potencial del cultivo.


amanecer rural

Para realizar un análisis del impacto que producen las pérdidas de cosecha podemos tomar el siguiente ejemplo: supongamos un lote hipotético con un rendimiento estimado de 25 qq/ha, el cual se alcanzó realizando un manejo adecuado del lote en cuanto a inversión en calidad de siembra, sanidad de cultivo y fertilización. Si tenemos en cuenta que el dato de las pérdidas promedio en la cosecha de girasol en nuestro país es de 122 kg/ha, podemos inferir que el impacto de ese nivel de pérdidas sobre la disminución del margen neto es del 25,8 %, cuando consideramos una situación de superficie arrendada. Analizando esta situación, la pregunta es: quiénes están dispuestos a resignar el 26 % de sus ganancias por efectuar una mala cosecha, con la posibilidad de perder casi un tercio de su negocio?. La respuesta seguramente obedece a que aún no se toma real dimensión del impacto económico que significan las pérdidas de cosecha en el 100 % de los lotes de nuestro país.
Resulta evidente que muchos productores no realizan estos análisis y descuidan o dejan en mano de terceros la responsabilidad de cuidar ese 26% del margen neto posible de un trabajo de varios meses, el cual se pone en riesgo solo en el periodo de trabajo de la máquina cosechadora. Al realizar esta lectura, hay que considerar que 122 kg/ha es el nivel de pérdidas promedio de nuestro país, lo que significa que existen muchos lotes cosechados con 60 kg/ha de pérdidas, pero muchos otros con valores que rondan los 185 kg/ha, lo cual agrava aún más la situación.
A modo de conclusión podemos afirmar que gran parte del esfuerzo y capital invertido desde la siembra, puede perderse en solo unas horas si no invertimos tiempo en trabajar junto al contratista, aplicando la metodología que propone el INTA PRECOP para la evaluación de pérdidas.
En una situación normal de cultivo hay que trabajar en equipo (técnico, contratista, productor), para que las pérdidas no superen la tolerancia de 70 kg/ha propuesta por el INTA PRECOP (Observación: 70 kg/ha equivalen a 98 granos medianos de girasol recolectados en los 4 aros PRECOP).
Las evaluaciones de pérdidas indican valores promedios altos de 122 kg/ha (pre-cosecha + cose-chadora), provocados en gran medida por desgrane en el cabezal. Si a esta cifra la multiplicamos por las 1.840.000 hectáreas que conforman el área de siembra de la campaña 2011/2012, y por el precio que posee esta oleaginosa en nuestros mercados, esas pérdidas se traducen en un valor de 66 millones de dólares en pérdidas en cosecha para esta campaña.
El Proyecto PRECOP trabaja para realizar profundos cambios que permitan mejorar la situación actual de altas pérdidas con que se trabaja en cultivos como el girasol. La cosecha de esta oleaginosa está inmersa en un contexto donde se evidencian problemas relacionados a la planificación de tareas del cultivo, que producen retrasos en el inicio de la cosecha con el consecuente deterioro de la calidad del grano en planta, o bien altas pérdidas por vuelco, desgrane o ataque de plagas como aves (loros y palomas). Además, debido a apuros por cosechar el lote, se trabaja a excesiva velocidad de avance por insuficiente ancho de los cabezales para el índice de alimentación que poseen las cosechadoras actuales. A esto se suman inadecuado equipamiento y regulación del cabezal, de los sistemas de trilla, separación y limpieza, a lo que hay que agregar ausencia de regu¬lación automatizada que permita adaptar el cabezal a las diferentes situaciones de los cultivos, y el poco tiempo invertido en controlar el trabajo de la cosechadora y su regulación.
Por último cabe mencionar los inconvenientes al momento de la cosecha que presentan los cultivos desparejos, tanto en altura, diámetro de capítulo, humedad de grano y del capítulo, debido a desuniformidad en la distribución de las semillas por escasa utilización de sembradoras neumáticas. Todo esto concluye en una falta de concientización de la real implicancia económica de las pérdidas en cantidad y calidad de grano .
Metodología de Evaluación de Pérdidas de Cosecha en Girasol Evaluación de pérdidas de pre-cosecha en girasol
En la cosecha de girasol podemos encontrar dos tipos de pérdidas de pre-cosecha: pérdidas por capítulos caídos (o en plantas volcadas), y pérdidas por desgrane, por lo tanto es necesario evaluar estas pérdidas por separado.
Para efectuar esas determinaciones se recomienda emplear la siguiente metodología: co Capítulos caídos (o en plantas volcadas):
1. En una zona representativa del lote y en la dirección de las hileras, determinar un rectángulo de 14,3 m de largo si el cultivo está sembrado a 0,70 m entre hileras, o de 19 m si está sembrado a 0,525 m, por el ancho del cabezal a utilizar, por ejemplo 12 hileras (Figura 2).
2. Recolectar los capítulos caídos que están en el suelo o aquellos adheridos a plantas volcadas en una posición que, según el evaluador, no puedan ser recogidas por las bandejas del cabezal normal.
3. Dividir el número de capítulos juntados por el número de hileras del cabezal girasolero. El valor obtenido multiplicado por 45 (*) nos indicará la cantidad de kg/ha de girasol perdidos en pre- cosecha. (*) 45 = peso en gramos de los granos contenidos en un capítulo mediano. Este coeficiente puede variar de acuerdo al cultivo. Para una mayor precisión, es aconsejable desgranar diez capítulos representativos, pesar y promediar, reemplazando el coeficiente 45 por el real del lote evaluado.
1. Con el cultivo en pie y dentro del rectángulo utilizado para evaluar la pérdida de capítulos, colocar al azar cuatro aros de alambre de 56 cm de diámetro cada uno. Cada uno de estos aros posee una superficie de / de m2, es decir que los cuatro aros forman una muestra de 1 m2 en total (Figura 2).
2.Juntar y contar los granos que se encuentran dentro de los aros, teniendo en cuenta que: 120 granos grandes, 140 granos medianos o 160 granos chicos de girasol por m2(los cuatro aros), representan una pérdida de 100 kg/ha.

Evaluación de pérdidas de cosecha de girasol
Pérdidas por cola

Se determinan arrojando 4 aros ciegos después del paso del cabezal y antes que caiga el material por la cola. Se entiende por aro ciego un aro de 56 cm de diámetro con fondo (% m2 de superficie c/u x 4 aros = 1 m2). Para tal fin se puede utilizar la tapa de un tambor de 200 litros que posee la misma medida.
Uno de los aros debe colocarse por debajo del cajón de zarandas de la cosechadora (zona central). Es importante cumplir con la posición de este aro, porque de esta forma estaremos muestreando un sector de la máquina donde siempre está el mayor porcentaje de pérdidas por cabezal y cola. Los 3 aros restantes deben quedaren el resto del ancho de trabajo del cabezal (Figura 3).
Luego del paso de la máquina, de la parte superior de los cuatro aros se recolectan los granos sueltos y los obtenidos de los capítulos mal trillados. Recordar: para girasol 140 granos medianos o 10 gramos recogidos en los cuatro aros ciegos representan 100 kg/ha de pérdida por cola.

Pérdidas por cabezal (desgrane)
Para determinar las pérdidas por cabezal es necesario recogertodos los granos sueltos y los obtenidos de los capítulos mal trillados que hayan quedado por debajo de los cuatro aros ciegos, obteniendo así la muestra de un metro cuadrado que contiene la pérdida de cabezal, más la pérdida de precosecha por desgrane natural (lo que ya estaba caído en el suelo). Posteriormente, para obtener las pérdidas por cabezal, se le deben restar las pérdidas de pre-cosecha por desgrane natural.
Hay que tener en cuenta que 140 granos medianos de girasol o 10 gramos por metro cuadrado (los cuatro aros ciegos), representan una pérdida de 100 kg/ha.

Pérdidas de cabezal (capítulos)
Una vez que pasó la cosechadora y en el mismo rectángulo delimitado con anterioridad para evaluar las pérdidas de pre-cosecha, se recogen los capítulos que quedaron sin cosechar (Figura 3).
Al igual que la metodología utilizada para medir las pérdidas en pre-cosecha, la cantidad de capítulos recolectados se divide por el número de hileras y se multiplica por 45 para obtener directamen¬te los kg/ha de pérdidas por cabezal. (*) 45 = peso en gramos de los granos contenidos en un capí¬tulo mediano. Este coeficiente puede variar de acuerdo al cultivo. Para una mayor precisión, es aconsejable desgranar diez capítulos representativos, pesar y promediar, reemplazando el coeficiente 45 por el real del lote evaluado.
Momento ideal de la cosecha
La recolección del girasol puede comenzar desde que el grano posee el 16 % de humedad, pero siempre que sea posible, debe tratarse de hacerlo cuando ésta sea aproximadamente del 13 al 15 %. Si bien, en ciertas circunstancias es útil cosecharlo antes de su completa madurez, especialmente cuando el cultivo se ve amenazado por enfermedades de capítulo, una recolección demasiado anticipada (con humedad superior al 16 %), aumenta el contenido de material extraño (impurezas) y hace inevitable afrontar altos costos de secado. El atraso de la cosecha (por debajo del 9 % de humedad), representa en cambio, una pérdida de peso que no es compensada con las bonificaciones de precio; por otro lado, aumentan los riesgos de ataque de pájaros, pérdidas de capítulos, desgrane natural y vuelco.
Frente a esta situación, el productor debe analizar todos los factores antes de decidir el inicio de la cosecha, considerando que el retraso representa riesgos y aumento de pérdidas, y el adelantamiento disminuye las pérdidas de pre-cosecha, reduce riesgos, pero aumenta el contenido de impurezas y los costos de secado artificial.
Un trabajo realizado por Farrell, M. (2010) sobre la utilización de defoliantes en girasol, indica que la aplicación de los mismos acorta el periodo de senescencia y que aplicaciones posteriores a madurez fisiológica permiten llegar a la humedad de cosecha 5 días después de la aplicación. Los productos mezclas con Paraquaty Carfentrazone + Glifosato permitieron en todos los ensayos disminuir el periodo de senescencia para llegar al contenido de humedad de cosecha en el menor tiempo.
Respecto a la calidad del grano, no hubo diferencias significativas entre los tratamientos, lo que demuestra que el acortamiento de la senescencia notrae aparejada una merma en el rendimiento de aceite. Las estimaciones de pérdidas de granos mostraron que en general los niveles fueron
bajos, aunque se debe considerar en la menor perdida por plataforma a favor del tratamiento tes-tigo, respecto a la observada en el resto de los tratamientos. Esto se debe a que el testigo se encontraba con humedad al momento de la trilla, ocasionando una disminución considerable de las pérdidas por desgrane.
En cuanto a las pérdidas por cola de máquina, la tendencia muestra que el testigo presentó los valo-res más altos que el resto de los tratamientos, pero no se detectaron diferencias significativas. Aumentos considerables en la humedad del grano, como los que experimentó el testigo al momento de la trilla, ocasionaron deficiencias importantes tanto en la trilla como en la separación y limpieza, lo que se tradujo en mayores pérdidas de granos por cola. 
 



Fuente: Ing. Agr. M.Sc. Mario Bragachini; Ing. Agr. José Peiretti; Ing. Agr. Juan Giordano; Ing. Agr. Federico Sánchez; Ing. Agr. Fernando Ustarroz







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