CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS PARA CAÑA DE AZÚCAR . Recomendaciones de manejo. Parte 1

Suelos de la región de la llanura chacopampeana, Subregión de la llanura central.


amanecer rural

SUELOS DE LA REGIÓN DE LA LLANURA CHACOPAMPEANA
El cultivo se extiende principalmente sobre la subregión occidental de la llanura, de característica subhúmeda-húmeda, aunque también se cultiva en parte de la subregión central, que es seca-subhúmeda.
Los suelos de ambas subregiones están desarrollados sobre materiales de origen eóli- co, lo que les confiere una gran uniformidad textural.
Subregión occidental
En la subregión occidental, se encuentran suelos de textura franco limosa en superficie y franco arcillo limosa en la capa subsuperficial. Son suelos con alta capacidad de retención de agua, con permeabilidad moderadamente lenta por la presencia de arcilla y moderada¬mente bien drenados. La reacción química es ligeramente ácida o neutra (pH 6,1 a 7,3).
Limitaciones y manejo
Los suelos de esta subregión muestran escasas limitaciones edáficas para el cultivo de la caña de azúcar. Se ha señalado para algunas áreas, especialmente el sudoeste del departamento Burruyacú y el noroeste del departamento Cruz Alta, un bajo contenido de fósforo disponible en el horizonte superficial de los suelos, lo que determina la necesidad de la fertilización fosfatada para asegurar altos rendimientos.
Las limitaciones climáticas para el cultivo derivan del déficit hídrico primaveral, más acentuado hacia el este de la subregión. En el 
sector noroeste existen algunas áreas con relieve ondulado, al que le caben las mismas consideraciones que las hechas sobre la región pedemontana, en relación a los riesgos de erosión.
El manejo del suelo en esta subregión debe tender al mantenimiento de los niveles de fer¬tilidad química (tanto nitrogenada como fosfa¬tada). Es importante señalar que la práctica de la fertilización, a los fines de ajustar la dosis y el tipo de fertilizante, debe realizarse sobre la base de un correcto diagnóstico fundamenta-do en el análisis de suelo y en los niveles de producción esperados.
En el caso del fósforo, por ser un elemento poco móvil en el suelo, una buena fertilización de base, previa a la plantación, podrá suplir la necesidad del cultivo durante todo el ciclo comercial del cañaveral.
Por otra parte, en esta subregión existen áreas en las que se utiliza la práctica del riego para suplir los déficit hídricos estacionales, generalmente producidos en las primeras eta¬pas del cultivo.
En el caso del riego por gravedad, la siste¬matización del terreno es una práctica necesa¬ria para mejorar la eficiencia del sistema. Tanto la pendiente de los surcos, como el caudal apli¬cado deben mantenerse dentro de márgenes bien establecidos a los fines de evitar efectos erosivos por la acción del agua de riego.
Existe en el área experiencia a escala comercial sobre el riego por aspersión, sistema que mejora considerablemente la eficiencia del riego, lo que permite ampliar la superficie beneficiada con esta práctica. En estas expe¬riencias, se obtuvieron incrementos producti¬vos del orden del 38,8% con riego por surco y del 46,4% con riego por pívot central respecto al cultivo de secano.
También a nivel experimental, la EEAOC ha constatado la excelente repuesta de la caña de azúcar a los sistemas de riego por goteo. Cuando este sistema se utilizó colocando cin¬tas en todos los surcos se manifestaron los más altos niveles de producción de caña, que en promedio resultaron un 55% superiores al secano, lográndose una producción extra acu¬mulada en los cuatro ciclos, de 168 t/ha de caña y 11,6 t/ha de azúcar.

Subregión de la llanura central
La subregión de la llanura central o seca- subhúmeda está dominada por suelos muy homogéneos en su composición textural, predo¬minantemente de clase franco limosa en todo el perfil, con moderado a bajo contendido de materia orgánica en su horizonte superficial. Tienen una alta capacidad de almacenaje de agua, son de permeabilidad moderada y gene¬ralmente bien drenados. La reacción química es neutra en superficie (pH 6,6 a 7,3) y moderada¬mente alcalina en profundidad .
Limitaciones y manejo
En esta subregión se acentúan las limitan¬tes de carácter climático, teniendo en cuenta que el balance hídrico se torna más negativo. El déficit hídrico estacional es más prolonga¬do que en la subregión anterior. Por otra parte, el riesgo de ocurrencia de heladas es de moderado a severo. Estos dos parámetros cli¬máticos, régimen de precipitaciones y tempe¬raturas, le dan a la subregión un carácter mar¬ginal para el cultivo, por lo cual representa sólo un 5% de la superficie total cultivada con caña de azúcar en la provincia.
Los limitantes de suelo derivan de su bajo contenido en materia orgánica y su alto conte¬nido en limo, lo que genera una pobre estabili¬dad estructural y propensión al planchado o encostramiento superficial.
Aunque las pendientes raramente superan el 1%, la longitud de las mismas y las característi¬cas edáficas expuestas, generan un riesgo de erosión moderado.
Tanto en esta subregión como en la anterior, es recomendable la cosecha en verde y el poste¬rior mantenimiento sobre la superficie (Figura 4). Esto es especialmente importante, como ya se ha señalado, para la protección del suelo contra la erosión, pero también para disminuir las pérdidas de agua por evaporación y por escurrimiento, lo que contribuye a mejorar el almacenaje y la conservación del agua en el perfil del suelo. La reducción de las pérdidas de la humedad del suelo, particularmente en los primeros centímetros de profundidad, favorece la emergencia y el crecimiento inicial de la caña, siempre que hayan sido satisfechos sus requerimientos térmicos.



Fuente: EEA Ovispo Colombres







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