BIOCOMBUSTIBLES, CÓMO TERMINA EL AÑOY CUÁLES SON LOS PRONOSTICOS

El Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), Claudio Molina, analiza el presente de las industrias del bioetanol y el biodiesel, sus puntos críticos y cómo podría contribuir el Gobierno a cooperar para desarrollar el nicho. ¿Qué opina el especialista sobre la posibilidad de exportar biodiesel en el 2019?


amanecer rural

¿Cómo se ha comportado el mercado en esta temporada, con respecto al 2017?
Respecto del bioetanol, la producción y ventas terminará 2018 en niveles similares a los del año anterior, en atención a que el consumo interno de nafta no va a mostrar variaciones significativas y no se concretaron las tan esperadas medidas de aumento del contenido de bioetanol en las naftas por encima del doce por ciento actual, y la implementación de un programa Flex Fuel –recordemos que no son relevantes las exportaciones de bioetanol-.
Respecto del biodiesel, la producción terminará 2018 con una reducción del orden de 15 % o más con relación a los niveles del año anterior, generada principalmente por el freno a las exportaciones. El consumo interno se ubicará en niveles similares a los del año anterior.
Ha sido muy negativo para la industria argentina exportadora de biodiesel, las tres subas sucesivas de las alícuotas de los derechos de exportación de este combustible biológico establecidas por el Gobierno Nacional este año, hecho que es más grave si tenemos en cuenta que además, se eliminó el histórico diferencial de derechos de exportación entre poroto de soja, aceite y harina de soja, generando condiciones para primarizar las exportaciones del complejo soja.
La inestabilidad cambiaria, las altas tasas de interés y la recesión económica que registra el país, han sido factores que potenciaron negativamente los problemas de la industria argentina de biocombustibles antes mencionados.

¿Era previsible este balance?
Para la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, sí. Porque siempre pensamos que iba a ser muy difícil que se implementen en el presente año medidas destinadas a intensificar el consumo interno tanto de biodiesel como de bioetanol, dado que para que el efecto sea concreto, se requieren regulaciones, fundamentalmente aumentar el contenido obligatorio de biocombustibles en las mezclas y ello contrasta con la línea de pensamiento del Gobierno Nacional.
Por otra parte, altos funcionarios de la Coalición Gobernante habían anticipado en off que el Gobierno tenía previsto eliminar los diferenciales de derechos de exportación, igualando el tratamiento tributario de las materias primas agrícolas y de sus derivados agroindustriales.

Hay muchos rumores sobre la posibilidad de que se eleve el corte del biocombustible en combustibles para incentivar al mercado interno. ¿Qué se sabe dentro del sector privado al respecto?
Salvo que se produzca un rotundo cambio en la línea de pensamiento mayoritaria del Gobierno Nacional, no se aumentarán las regulaciones y por ende, será muy difícil que aumente el mandato de corte establecido por los artículos 7 y 8 de la Ley 26.093.
Además, se anteponen las restricciones fiscales, a través de la evaluación estática que históricamente efectúen las autoridades de hacienda, estableciendo un impacto estático en la recaudación –o sea, evaluando la foto y no la película que deriva de los mayores ingresos fiscales asociados a un aumento de la producción y uso de biocombustibles en Argentina-.
Hasta el momento el Secretario de Gobierno de Energía Ing. Javier Iguacel ha exteriorizado que tiene intenciones de fomentar un mayor uso voluntario de biocombustibles, hecho que ve muy positivo, incluso como mecanismo para desconcentrar el mercado argentino de combustibles líquidos, pero al mismo tiempo, plantea que debe gravarse a los biocombustibles que se utilicen de esa manera, con el Impuesto a los Combustibles y Dióxido de Carbono –recordemos que en tal sentido, actualmente se pueden utilizar biocombustibles de manera voluntaria, con independencia del mandato legal de uso, estando los mismos desgravados, como lo está el Gas Natural Comprimido y el Gas Licuado de Petróleo de Uso Automotor, luego de la reforma tributaria incluida en el Título IV de la Ley 27.430, que fuera sancionada por el Congreso de la Nación hace un año, aprobando un proyecto de ley enviado por el propio Ejecutivo-.
Hay que destacar que para usar biocombustibles de manera voluntaria, se requieren precios relativos muy competitivos, que justifiquen económicamente tal decisión, tanto del lado de la oferta como la demanda, y ya hoy, con la importante baja que ha tenido el precio del petróleo y sus derivados, considerando también el menor poder calorífico de los biocombustibles –y sin contabilizar sus importantes ventajas-, si se le aplica el Impuesto a los Combustibles, lo más probable es que no se genere un impacto importante en la demanda, por más que desde el Gobierno Nacional se largue un plan de esta naturaleza. Desde el punto de vista microeconómico, es lo más probable que ocurra, ya que parece inconsistente que aumente significativamente la demanda de un bien, cuando su precio aumenta, en este caso por obra de la aplicación de un nuevo impuesto sobre el mismo.

A su consideración, ¿cuál cree que podrá ser la mejor medida que podría adoptar el Gobierno para incentivar al mercado interno?
Llevar el corte obligatorio de gasoil grado 2 con biodiesel, a un 20 %. Y del mismo modo, el de nafta súper grado 2 con bioetanol anhidro, a un piso del 20 %. En ambos casos, dejando los actuales cortes en gasoil y nafta grado 3, como surtidores de respaldo por varios años, para atender los problemas asociados a los vehículos más antiguos.
En el caso del bioetanol, ello requiere homologar el uso en el país de vehículos con motores flex-fuel, adaptando tal situación a las particularidades del mercado argentino. Previamente, se requiere un trabajo técnico convocando a todas las partes involucradas y resolver varios problemas asociados a esta migración –es un momento difícil del país y particularmente se debe procurar minimizar los efectos colaterales negativos que una decisión de esa naturaleza pueda generar en algunos actores relevantes-.
Por otra parte, para minimizar el impacto fiscal, es necesario crear en el presupuesto nacional, una partida para financiar un Fondo de Carbono.

¿Están siendo convocados por el Gobierno para trabajar sobre este tema?
No desde el punto de vista formal, dado que se posterga la creación de la tan esperada mesa de la cadena de valor de los biocombustibles. Si existen algunas conversaciones individuales, de personas y entidades.
Destaco que los diputados nacionales Cornelia Schmidt-Liermann y Juan Carlos Villalonga anunciaron que convocarán en marzo próxima a una mesa de esa naturaleza a ser constituida en el Congreso Nacional, siendo invitados representantes de cámaras empresariales, asociaciones, etc., tanto de la industria de biocombustibles, como compañías petroleras y automotrices, distintas áreas del Gobierno Nacional, etc.
Por otra parte, celebro la reciente creación de la Liga Bioenergética de Provincias, que se está constituyendo paulatinamente en un excelente ámbito para el intercambio de ideas y experiencias y para canalizar el diálogo con el Gobierno Nacional. En la última reunión de esta organización, celebrada el pasado 5 de diciembre en la Casa de la Provincia de Salta en Capital Federal, contó con la visita del Secretario Ing. Javier Iguacel, quien expuso la visión de gobierno sobre las bioenergías en general y los biocombustibles en particular, hecho relevante porque abre la posibilidad de trabajar más cerca entre todos los actores de la cadena de valor de los biocombustibles, algo que está haciendo falta desde hace mucho tiempo.

¿Cómo cree que se comportará el mercado en el 2019 en cuanto exportaciones?
Con los elementos de juicio que tengo en este momento, se presenta muy difícil y lo más probable es que se produzca una significativa baja en las exportaciones de la industria argentina de biodiesel.
 



Fuente: Energia Estrategica







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