31/12/2018. INTERNACIONALES.
Esta consistió en mantener la letra V hasta la canal (cuerpo del animal listo para la comercialización), tanto para la carne nacional como importada. Esto implicaría terminar, de forma paulatina, con la obligación de poner las letras en los cortes de carne, para no desinformar al consumidor.
Junto con lo anterior, se implementarán dos sellos SAG: uno para las carnes envasadas y empaquetadas, al que podrán optar todas las carnes inspeccionadas en Chile y el otro donde se especifiquen los atributos que tiene esa carne, indicó el ministro Walker. Ambos sellos serán de carácter voluntario y su definición será trabajada en forma conjunta por los ministerios de Agricultura y Economía.
De esta forma “nos olvidamos de tener anomalías de que entra carne importada con la letra V, que no estamos seguros que sea letra V”, agregó Walker.
La propuesta generó reacciones dispares en los representantes del sector, por lo que pidieron al ministro un plazo de siete días para analizar sus alcances y poder plantear reparos o contrapropuestas en alguno de los puntos, lo que serán recogidos por el ministerio para elaborar una propuesta final, que será dada a conocer en los próximos 15 días, indicó la autoridad.
De existir el consenso sobre el nuevo marco regulatorio, este no pasará como un cambio de ley, sino que se hará a través de una modificación de norma o resolución (Decreto 239).
El cambio en la tipificación de la carne ha sido una solicitud que varios representantes de los gremios han impulsado, señalando que el sistema actual impone distorsiones para el producto nacional respecto de las carnes importadas que se comercializan como V, pero que no tienen el mismo estándar de calidad, como la terneza. Si bien algunas propuestas han ido en la línea de eliminar la tipificación vigente, otros gremios, como Agrollanquihue, abogan por mejorar la base de tipificación, pero no eliminarla, sino que fusionar las actuales categorías V y C, ya que a su juicio ofrecen calidades y características similares.
