EL CAMBIO CLIMATICO Y EL SECTOR FORESTAL

La emisión antrópica de gases de efecto invernadero (GEI) y la destrucción de sumideros de carbono elevan la concentración atmosférica de GEI, incrementando el efecto invernadero y alterando el funcionamiento del sistema climático.


amanecer rural

El clima está cambiando, y seguirá cambiando con una intensidad que dependerá de los esfuerzos que se hagan por mitigar la contribución antrópica. La acción humana contribuye al cambio climático, y el cambio climático impacta en los sistemas naturales y humanos. Esto da lugar a la necesidad de medidas de mitigación y de adaptación.
La mitigación es una intervención humana encaminada a reducir las fuentes o potenciar los sumideros de GEI. Incluye medidas como mejorar la eficiencia de los combustibles fósiles y del uso de la electricidad, crear fuentes de energía con bajo porcentaje de carbono, fuentes de energía que no utilicen combustibles fósiles, captación biológica de CO2, eliminación y almacenamiento artificial de CO2 o medidas para reducir las emisiones de otros GEI.
La adaptación es el proceso de ajuste al clima real o proyectado y sus efectos. En los sistemas humanos la adaptación trata de moderar o evitar los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas. En algunos sistemas naturales la intervención humana puede facilitar el ajuste al nuevo clima o al clima proyectado.
Durante años, la mitigación y la adaptación se entendieron como opciones alternativas, con una visión económica; se podía optar por mitigar o por adaptarse. Esto llevó a que las políticas climáticas se centraran en la mitigación, considerando la adaptación un sustituto “perverso” de la mitigación.
Hoy en día no se pueden ignorar que el clima está cambiando, y que hay regiones que ya sufren sus efectos, lo que obliga a actuar. Por eso, actualmente la mitigación y la adaptación se consideran acciones complementarias e interrelacionadas para abordar el cambio climático. La situación varía según países; muchos pequeños Estados insulares contribuyen escasamente al cambio climático, pero sufren mucho sus efectos, por lo que sus políticas se centran en la adaptación. España es un país con una contribución importante al cambio climático,
y también sensible a sus efectos, por lo que debe aunar mitigación y adaptación.
 



Fuente: Álvaro Enríquez de Salamanca







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