LOS DOSIFICADORES JUEGAN OTRO PARTIDO

Todos los trabajos de puesta a punto y regulación deben hacerse con suficiente tiempo para así no demorar el inicio. Los dosificadores son uno de los puntos para mirar con atención


amanecer rural

La realidad establecida durante los últimos años referida al acortamiento de la distancia entre líneas ha obligado a aumentar la distancia entre semillas en la hilera para mantener la misma densidad de semillas o plantas por hectárea; o dicho de otro modo hay que sembrar menor número de semillas por metro lineal para no alterar la población total. Esta situación es más difícil de lograr con los dosificadores a chorrillo y más aún con el tipo “chevron”.
Por todo esto, resulta más conveniente el uso de dosificadores del tipo monograno también para la oleaginosa que nos ocupa. Es más fácil regular la densidad precisa en dicha situación. Analicemos un ejemplo: si antes sembrábamos 22 semillas por metro lineal con una distancia entre líneas de 52 cm. (423.000 semillas/ha); ahora para mantener la densidad en un planteo con hileras a 26 cm. tendremos que sembrar 11 semillas por metro lineal, y si fueran hileras a 35 cm, serán entonces 14.8 semillas por metro lineal. Esto significa una semilla cada 8 ó 9 cm. en los planteos a 26; y cada 6 ó 7 cm en planteos a 35 cm, situación difícil de lograr con cualquier dosificador a chorrillo. Del mismo modo si la distancia entre hileras fuera de 23 cm. deberíamos sembrar 9.7 semillas por metro lineal; una cada 10 cm. La colocación de los dosificadores en posición vertical, especialmente los neumáticos, ha ayudado mucho en este acercamiento de las hileras.

Minimizar el daño
Dada la sensibilidad de la semilla de la soja, resulta muy delicado trabajar con dosificadores mecánicos, más aun aquellos de placa horizontal donde existe más fricción con la contraplaca y con los gatillos enrasadores y expulsores de semilla. Se deben utilizar materiales blandos como plástico u otro. Por lo tanto es de gran importancia hacer el ajuste preciso de estos componentes en cada uno de los dosificadores y los chequeos correspondientes. Recuerde que puede existir daño mecánico no visible a la semilla; este daño también generará una falla en la implantación.
Aquellos dosificadores de rotor vertical muestran un trato diferente ya que, según el modelo, el enrasado o la descarga se produce por gravedad.
En el caso de los neumáticos se debe regular adecuadamente la presión del sistema, ya sea por soplado o por vacío, según el peso unitario de la semilla a sembrar. El grano de soja es más pesado que el de girasol y más liviano que el de maíz. El objetivo debe ser que se descargue una semilla por cada perforación del disco, y que sea una sola por punto de descarga, para evitar así las fallas y las descargas dobles. Es fácil hacer este chequeo y realmente redunda en grandes beneficios.
El tubo de descarga es conveniente que sea lo más corto posible y colocado en posición vertical, con la boca de salida bien cerca del fondo de surco. Esto indica que el dosificador deberá estar lo más bajo posible. De este modo la caída de la semilla es más precisa y pareja con menos rebotes dentro del tubo y en el surco mismo, por lo que la distancia entre éstas en la hilera es más uniforme.

Todos iguales
Respecto a la distancia entre hileras, mayormente es fija. En aquellas máquinas que se puedan desplazar los cuerpos sobre la barra portaherramientas se debe asegurar la misma distancia entre uno y otro en todo el ancho de la máquina. La distancia entre cuerpos contiguos debe tomarse entre puntos homólogos, esto es, elegir un punto fijo y de fácil acceso y tomar la distancia entre un cuerpo y el vecino usando como referencia ese punto. Como ejemplo pueden citarse el punto de encuentro del doble disco, o algún bulón de fijación, siempre que la cinta métrica no sufra quiebres. De esto va a depender la competencia entre plantas y el momento en que se cerrará por completo el entresurco.



Fuente: Ing. Agr. Ezequiel Pezzoni







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