28/01/2019. GANADERíA. Ovinos y Caprinos
También ha sido utiliza¬da con objetivos de mejora de los procreos como suplementación en la encarnerada y suplementación focalizada pre-parto en ovejas prolíficas. Para producción de cordero pesado ha sido una herramienta de menor uso, como suplemento en pasturas de alta calidad y alta carga. Actualmente constituye una herramienta para la producción de cordero pesado sobre campo natural.
El tipo y cantidad de suplemento a utilizar depende del objetivo productivo concreto y de la pastura base, tanto en calidad como cantidad. Para suplementación estratégica de la majada de cría fin de gestación sobre campo na¬tural, es conveniente lotear las ovejas por condición corporal y carga fetal, suplementando prioritariamente las ovejas de condición igual o menor a 2, y las ovejas melliceras. En general una suplementación energética (granos enteros, afrechillos, cascarilla de soja) del orden de 0.6 a 1 % del peso vivo es suficiente, excepto en condiciones de campo de emergencia tipo seca de larga duración. Para suplementación para engorde de corderos en pasturas de alta calidad se utilizan alimentos energéticos (granos o subproductos como afrechillos), en baja proporción en la dieta, 0.7 a 1.2 % del peso vivo, debiéndose restringir el consumo de pastura (mediante alta carga y/o pastoreo controlado) para evitar una alta sustitución. Para suplementación de corderos sobre campo natural se detallan más adelante las características.
CONSIDERACIONES GENERALES
PARA REALIZAR UNA SUPLEMENTACIÓN
Es necesario un período de acostumbramiento, primero a un manejo diferente (comportamiento) y luego a ali¬mentos diferentes (digestivo). Este período es de duración variable, en función del tipo de alimento y cantidad final objetivo. Para cantidades finales de hasta 1 a 1.2 % del peso vivo, el tiempo normal es de 10 a 14 días. Para cantidades mayores la duración puede ser de hasta 25-30 días. Para facilitar el acostumbramiento se puede usar alimentos palatables en una primera etapa, algo de heno de alfalfa o animales señuelos, que saben comer. La dura¬ción de la suplementación no debe ser inferior a 40-45 días, excepto las focalizadas en que los animales ya están acostumbrados a comer.
Ubicación en lugar sin muchas interferencias de ruidos, perros, etc. Con piso firme, sombra en verano, abrigo en invierno, respetando espacio de comedero por animal (30 cm/animal).
¿QuÉ TIPO DE RACIÓN USAR
PARA ENGORDE CORDEROS?
En términos generales las raciones tipo Destete Precoz han sido las más adecuada para el período de engorde de corderos. Estas raciones son de valores de proteína de entre 16 a 18 % y altos valores energéticos, con relacio¬nes Ca/P superiores a 1.5 a 1, muy importante para los ovinos comparados con otras especies. En los trabajos a los que nos referimos las raciones utilizadas han sido 70 % de grano (maíz o sorgo, secos, enteros) 30 % de harina de soja peleteada, corregidas con sal y carbonato de calcio. En caso de grano húmedo esta relación varía en función de la humedad del grano. Estas "raciones" son más baratas ya que el grano es entero (ventaja de los ovinos) y no es necesario realizar la mezcla antes sino que se pueden colocar ambos alimentos en el comedero sin previa mez¬cla.
CUÁNTA RACIÓN SUMINISTRAR Y CUÁNTO DURA EL PERÍODO DE SUPLEMENTACIÓN
Los mejores índices de conversión se han registrado con el suministro de cantidades de 1.7 % del peso vivo promedio del período de suplementación, lo cual es equivalente a los 500 g de concentrado por cordero por día. El período de engorde con suplemento tiene por objetivo los últimos 10 a 13 kg de peso vivo, con 25-26 kg PV al inicio y de 37-38 kg PV al embarque, con una duración entre 60 y 90 días considerando el acostumbramiento. Considerando los valores más frecuentes de comportamiento productivo esto representa una utilización de 35 a 40 kg de ración por cordero.
QUÉ CARGA UTILIZAR A CAMPO NATURAL
Esta práctica tiene por objetivo realizar la etapa de engorde en un área reducida de campo, pero de todas mane¬ras hay que tener en cuenta que el campo natural va a representar una parte importante del consumo de alimento (próximo a un 2 % del peso vivo, entre 600 y 900 g de materia seca de pasto por cordero por día). La carga a utili¬zar dependerá de la condición del campo natural y de la predicción de tasa de crecimiento del mismo. Como refe¬rencia en los diferentes trabajos se ha utilizado una carga que varía de 10 a 15 corderos por há en campos con baja disponibilidad de pasturas, siendo que los mejores resultados han sido con cargas de 10 corderos por há.
CONSIDERACIONES
PARA EL ACOSTUMBRAMIENTO
Este período próximo a 10 días es clave en el éxito de la práctica, siendo las consideraciones más importantes que surgieron de las experiencias las siguientes:
♦ Lotes de corderos homogéneos, de no más de 300 corderos por lote (cuánto menor más control se logra).
♦ Espacio de comedero por animal: disponer de por lo menos 30 a 35 cm por cordero. Para lograr un buen acos-tumbramiento no se puede colocar más que 3 corderos por metro.
♦ No estresar demasiado a los corderos. Realizar un medio encierro, o sea en un piquete que se liberen 2 a 3 horas a pastorear, no para ingerir alimento sino para evitar estrés. Encerrar de tardecita, por ejemplo en esqui¬na del piquete con eléctrico, próximo a 3 m2 por cordero. Suministrar el alimento a primera hora de la maña¬na, mantenerlos aproximados al comedero, observar comportamiento, cuáles no comen, cuáles comen dema¬siado.
♦ Luego del mediodía largar 2 a 3 horas y volver a encerrar. Evitar que sea lugar de paso, perros, etc., evitar todas las fuentes de estrés ya conocidas por todos. A los 2 o 3 días apartar los que no comen, realizar el acos- tumbramiento aparte. En los que comen aumentar el proteico y comenzar con el grano 50 g/c/d, e ir aumen-tando gradualmente, observar problemas digestivos. Entre un 5 a 10 % de corderos puede no comer nunca y deben eliminarse del lote.
♦ Comenzar con alimentos palatables, como harina de soja peleteada o pellet de cáscara de soja, en baja canti-dad (50 g por cordero por día), puede ser con algo de fardo de alfalfa. Primer objetivo sólo que pierdan miedo, se acostumbren a rutina.
♦ Respetar horarios y rutina.
♦ No descuidar aspectos de salud animal (vacuna clostridiosis, desparasitar y realizar monitoreo durante el en-gorde, desojar, bicheras...).
♦ Agua fresca a voluntad. Al consumir concentrados y sales el consumo de agua es mayor, para realizar estima-ción de necesidades utilizar 5 litros de agua por cordero por día.
CUALES SON LOS ÍNDICES DE CONVERSIÓN
QUE SE LOGRAN
La forma más útil de expresar el resultado de este tipo de suplementación es en términos de kg de ración por kg de peso vivo ganado. De esta manera, cada uno, con base en los diferentes precios que tiene en su zona para los concentrados y precio del cordero, puede realizar los cálculos del beneficio de implementar esta práctica de ali¬mentación. El índice de conversión promedio de experiencias de investigación y de validación en predio de pro¬ductor realizadas fue de 3.5 kg de ración por kg de peso vivo de cordero. Estos valores de índice de conversión son excelentes desde el punto de vista biológico, mejores a los registrados en bovinos.
RECOMENDACIONES PARA
LA ALIMENTACIÓN DE OVINOS A CORRAL
La demanda de carne ovina existente en los mercados locales durante el periodo invierno-primaveral puede ser cubierta mediante la puesta en práctica de la alimentación a corral, generando una entrada extra en los establecimientos ganaderos. Es necesario analizar previamente los costos y los ingresos para tomar la mejor decisión, considerando que la finalidad es lograr que los animales pasen de manufactura a consumo para su posterior venta y faena.
Al aplicar esta alternativa, hay que considerar que los animales pasarán de estar en pastoreo a un confinamiento total en el cual es fundamental asegurar su bienestar, lo que implica mantener una buena disponibilidad de agua, alimento y espacio suficiente para que se muevan libremente. Esto mejorará los resultados del engorde ya que se relaciona con la calidad de carne producida. Otros aspectos importantes a tener en cuenta son las buenas prácticas sanitarias, correcta limpieza y mantenimiento de las instalaciones, evitando situaciones de estrés como hacinamiento, golpes y heridas.
Los lotes deben ser uniformes, evitando diferencias de peso muy marcadas. No mezclar categorías en el engorde. No es conveniente alimentar animales que no tengan potencial para responder en forma productiva. Si son viejos y el deterioro es muy grande, necesitarán más tiempo para su terminación.
El confinamiento aumenta la tasa de contacto, incrementando las probabilidades de contagio de enfermedades. La mayoría de los problemas detectados en los engordes se deben a la falta de higiene en las instalaciones, poca ventilación, exceso de humedad, acumulación de heces en el piso o dentro del agua de bebida, fallas en la alimentación y forraje de baja calidad o contaminado. No utilizar en ovinos alimentos balanceados indicados para otras especies, pues pueden generar trastornos metabólicos e intoxicaciones.
Tres semanas previas al inicio del engorde se debe vacunar contra enfermedades clostridiales. Al ingreso, aplicar una segunda dosis y desparasitar a todos los animales contra endoparásitos, y si provienen de establecimientos con presencia de Fasciola hepática (Saguaipé), también con un fasciolicida. Tener en cuenta siempre el tiempo de restricción de uso pre faena de cada uno de los medicamentos.
Debe realizarse un acostumbramiento a la ración por un periodo de al menos 12/15 días, cuya finalidad es que el rumen modifique su flora y fauna, para poder digerir dietas con grandes cantidades de granos. Se suministra un total a razón del 3-5% del peso vivo, partiendo con un 80% de pasto y 20% de concentrado, y cambiando paulatinamente hasta llegar al 20 % de pasto y 80 % de concentrado. Este proceso se facilita si se cuenta en el lote con animales ya acostumbrados a recibir alimentos (guachos). Se recomienda dar la ración dividida en dos (mañana y tarde), respetando diariamente los mismos horarios. Descartar siempre el rechazo del día anterior. Es importante observar si todos los animales comen, teniendo en cuenta que si la alimentación es adecuada, el consumo diario por cabeza debería ser constante.
Las instalaciones deben ser acordes a la especie, tanto bebederos y comederos, estar a una altura adecuada a la categoría de los animales del engorde, de tal manera que todos lleguen a consumir el alimento y/o tomar agua, pero que no puedan bostear y orinar adentro de ellos. Estimar unos 40 cm lineales de comedero por animal y asegurar la disponibilidad de agua, que ronda un consumo de 4 lts/día por cabeza. No debe quedar alimento húmedo en los comederos ni colocarlo sobre agua o nieve.
Es importante contar con personal idóneo y capacitado, que tenga conocimientos mínimos en este tipo de actividad. En lo que se refiere a la formulación de las dietas para los engordes y el manejo sanitario, es recomendable contar con el asesoramiento de un profesional
