CÓMO MANEJAR ARROCERAS AFECTADAS POR LAS INUNDACIONES

Las abundantes precipitaciones registradas en el último mes de enero pusieron en riesgo unas 4 mil hectáreas de arroz, sólo en Corrientes. En este contexto, técnicos del INTA brindan una serie de recomendaciones para reducir las pérdidas.


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Desde la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA) revelaron que hace 20 años que no se registraban, en la provincia, lluvias de esta intensidad en tan corto período de tiempo. En este sentido, confirmaron que hay unas 4 mil hectáreas de arroz en riesgo, con un alto grado de desarrollo y próximo a cosecha. En este contexto, técnicos del INTA brindan una serie de recomendaciones para reducir las pérdidas.

LAS MEDIDAS
Para Alfredo Marín –director del INTA Corrientes y especialista en arroz–, “ante esta situación de excesos hídricos y alta nubosidad, son pocas las medidas que se pueden tomar para tratar de reducir el impacto negativo sobre los rendimientos, ya que el arroz es un cultivo altamente sensible a la falta de luminosidad”.
“Este es el mayor efecto generalizado sobre el cultivo, además del impacto puntual en alguna chacra en particular”, indicó.
De todos modos, destacó la importancia de realizar el mantenimiento y limpieza de los canales de drenaje, alcantarillas y vertederos, además de realizar una preparación anticipada de la infraestructura necesaria para la cosecha. “Frente a este panorama de exceso de lluvias es probable contar con pocos días para esta tarea”, reconoció Marín.
En cuanto a la cosecha, Marin recomendó no demorarla y priorizar la calidad de lo cosechado, aunque eso signifique mayores gastos. “Se debe evitar especular con la baja de humedad en planta para ahorrar en secado”, indicó la técnica.
Si los caminos internos no están en condiciones de tránsito, se debe evaluar la factibilidad de usar caminos alternativos, aunque signifiquen trayectos más largos. A su vez, aconsejó que, ante la falta de capacidad de secado, los productores evalúen la factibilidad de depósito temporario en silo-bolsa para aumentar la capacidad de cosecha y secado.
Asimismo, Marin se refirió al condicionamiento que genera la falta de piso y, en este contexto, recomendó cosechar en agua, nunca en barro. “Al comparar ambas cosechas, en la de agua se simplifica la transitabilidad de las cosechadoras debido a que se produce el lavado de los tacos de los neumáticos facilitando la tracción”, detalló.
Además, destacó la necesidad de utilizar cosechadoras medianas, del orden de los 5 mil kilogramos de capacidad de tolva. En cuanto al sistema de traslado, reconoció que entre las alternativas más utilizadas están los neumáticos de tacos profundos o arroceros (ruedas pala), empleo de orugas, uso de doble tracción de ruedas desiguales, y la doble tracción 4×4 con cuatro ruedas directrices iguales, asistidos en forma hidráulica o mecánica.
En cuanto a los carros tolveros, el especialista aconsejó que, para evitar huellas profundas en el lote, se deben utilizar carros de un solo eje con rodados grandes que pueden ser duales, o usar carros tolveros con orugas de goma (opción más costosa), o utilizar las tolvas por debajo de su capacidad de carga.
Por último, el técnico le sugirió a los productores arroceros programar corredores de descarga, generalmente ubicados en las cabeceras. De esta manera, el huelleado, pisoteo y compactación se reduce a una relativamente pequeña porción del lote, minimizando así los efectos negativos causados por la compactación del tránsito en suelos con alta humedad.


 



Fuente: INTA







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