MANEJO DIFERIDO EN CRIA

Diferir cultivos de sorgo o maíz es una alternativa sencilla. El uso de estos forrajes diferidos permite, con poca superficie afectada, aportar una gran cantidad de raciones durante el invierno.


amanecer rural

Sin embargo, al momento de consumirlos con el ganado hay que tener en cuenta ciertas consideraciones para evitar inconvenientes productivos y sanitarios.

El avance de la agricultura ha generado un incremento de la carga animal en los campos

dedicados a la cría bovina. Esto, sumado a algunos fenómenos climáticos extremos

registrados en los últimos años (inundaciones), ha hecho que la carga animal promedio esté

por encima de la receptividad con los recursos forrajeros disponibles. Esto favorece la

degradación de campos naturales y pasturas sometidas a sobrepastoreo, una pérdida de

estado corporal de los vientres y, por consiguiente, la disminución de los índices productivos

del rodeo.

En un sistema tradicional de cría bovina con servicio estacionado, los partos se concentran

durante el invierno, con bajas tasas de crecimiento de los recursos forrajeros y la

consiguiente baja oferta forrajera.

Con el fin de poder aumentar la carga animal, se han popularizado algunas prácticas de

manejo tendientes a conservar la buena oferta forrajera del otoño y almacenarla para

alimentar a las vacas cuando sus requerimientos aumenten. Esto además, permite evitar la

sobrealimentación de los vientres que puede generar partos distócicos (por desarrollo

exacerbado del ternero y/o engrasamiento del canal de parto) y otros problemas

metabólicos (hipomagnesemia).

Durante muchos años se ha recomendado el uso de forraje henificado (rollos) para la

alimentación invernal de la vaca de cría. A pesar de su utilidad y practicidad, el costo de la

ración es elevado en comparación a otras alternativas y esto ha motivado la búsqueda de

sustitutos que mantengan la seguridad del sistema y puedan abaratar los costos. En los

últimos años ha aumentado la utilización de cultivos de sorgo y maíz diferido, presentados

como una herramienta interesante para cubrir el bache invernal de forraje.

El uso de estos cultivos diferidos se adapta fácilmente a explotaciones que no cuentan con

infraestructura y maquinarias para suplementar con rollos, silajes o granos a sus rodeos. La

ventaja de diferir estos cultivos es que no necesitan labores adicionales para ser conservada

ni el uso de maquinarias especializadas, lo cual la convierte en una alternativa sencilla de

aplicar. El uso de estos forrajes diferidos permite entonces, con poca superficie afectada,

aportar una gran cantidad de raciones durante el invierno. Sin embargo, al momento de

consumirlos con el ganado hay que tener en cuenta ciertas consideraciones para evitar

inconvenientes productivos y sanitarios.

 

Sorgos diferidos

El sorgo es una especie que produce un volumen forrajero importante aún en situaciones

climáticas adversas. Es ampliamente utilizado debido a su alto rendimiento, el rápido

rebrote, el eficiente uso del agua y la capacidad de alcanzar producciones aceptables incluso con déficit hídrico. Por el contrario, este cultivo presenta algunas desventajas cuando se dan

ciertas condiciones climáticas, permitiendo la acumulación de sustancias adversas (ácido

cianhídrico y nitratos) volviéndolos extremadamente peligroso para los animales.

En este sentido, es importante destacar que su potencial tóxico no solo es inherente a las

propiedades de la planta, sino también a factores externos: clima, animal y/o al manejo del

forraje. Los beneficios de esta alternativa forrajera son muchos pero es importante

reconocer las situaciones en las cuales puede volverse tóxico para el ganado.

Si bien el objetivo de este trabajo es concientizar sobre los problemas sanitarios que podrían

acompañar el uso de cultivos diferidos, es conveniente recordar que el mayor potencial

tóxico de los sorgos por acumulación de ácido cianhídrico aparece con las plantas jóvenes:

menor a 60 cm de altura o en rebrotes.

Otro aspecto a tener en cuenta, sobre todo en relación a la acumulación de concentraciones

tóxicas de nitratos es la fertilización nitrogenada, no solo por la aplicación de fertilizantes

durante la siembra y crecimiento, sino también en relación al uso previo de los potreros. Si

se ha hecho un pastoreo intensivo previamente, los suelos pueden quedar bien fertilizados

debido a las deposiciones de orina.

 

Maíces diferidos

El maíz diferido es otra de las alternativas forrajeras que el productor ganadero tiene

disponible para pastorear durante el invierno con vacas preñadas. Este alimento aporta un

gran número de raciones por hectárea aunque a diferencia del sorgo, no se adapta tanto a

algunos suelos ganaderos ni a condiciones climáticas adversas (sequías). Sin embargo, el

manejo de los maíces diferidos no es tan sencillo. Es importante ajustar la carga durante los

primeros días de pastoreo, debido a que al ser forrajes más energéticos, es necesario un

período de adaptación para evitar el consumo selectivo de espigas y la posibilidad de algún

problema de sobrecarga (acidosis).

También es muy importante el manejo de parcelas para evitar el pisoteo de las plantas y así

no disminuir la eficiencia de cosecha por parte de los animales y evitar posibles acidosis.

Para todo ello es fundamental calcular las raciones por hectárea para poder asignarle la

superficie correcta a cada animal.

Algunos aspectos sanitarios a tener en cuenta en este forraje es la posible infestación con

hongos. Estos cuadros se caracterizan por la aparición de signos nerviosos y si no son retirados a tiempo, puede provocar mortandad.

Otro registro frecuente de mortandad se ha realizado sobre maíces diferidos infestados

conjuntamente con Fusarium y Ustilago (carbón). Si bien se ha probado que el carbón por sí

solo no sería tóxico para los bovinos, se han registrado cuadros severos de intoxicación

en bovinos consumiendo maíces cuando estos hongos se encuentran en conjunto. Se

reportaron casos de muerte súbita con lesiones a nivel hepático, aunque cuando se trató de

reproducir la enfermedad de manera experimental no pudo ser confirmada. Se deberían

realizar más estudios para evaluar la peligrosidad de maíces infectados con estos hongos.

Para evitar todos estos problemas previamente mencionados, previo al ingreso de los

animales se recomienda verificar si existe la presencia de estos hongos en los maíces.

Consideraciones finales

· La restricción de vacas de cría en forrajes diferidos es una herramienta de gran

utilidad.

· Su aplicación se ha recomendado en vacas multíparas, ya destetadas.

· El estado inicial de la vaca debe ser bueno y evitar que no pierda mucho más de un

punto en su condición corporal durante la restricción. Por tal motivo, se recomienda

controlar los animales y aquellos que se vean desmejorados, sacarlos a pasturas

reservadas.

· El objetivo final de esta alternativa es lograr el descanso otoñal de los otros recursos

forrajeros del sistema para poder alimentar las vacas sin ningún tipo de restricción

después del parto, a la salida del invierno.

· Este planteo no debe ser empleado con vaquillonas preñadas para no afectar su

crecimiento, ya que estos recursos forrajeros diferidos son deficientes en proteína.

· Sin ánimo de desalentar su uso, ya que son reconocidos los beneficios de esta

alternativa forrajera, es pertinente recordar los aspectos sanitarios a tener en cuenta

previamente para evitar pérdidas económicas en los sistemas ganaderos de la región.



Fuente: Ignacio Llada, Juan Ignacio Migliavacca, Germán Cantón, Ernesto Odriozola. Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado-EEA Balcarce-INTA.







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