La campaña agrícola con serios interrogantes

El escenario para el trigo en el Chaco es muy distinto al nacional. El girasol caería a la mitad de la siembra de la campaña pasada .


amanecer rural

Las buenas campañas agrícolas precedentes no se repetirán en esta temporada. Es que las grandes lluvias que generaron inundaciones históricas están haciendo estragos en la actividad primaria provincial, con pérdidas incalculables y una incertidumbre sin igual. A tal punto que la implantación de los cultivos de invierno genera interrogantes al por mayor, siempre a contrapelo del escenario nacional.
El trigo se presenta como la alternativa esperanzadora para los alicaídos bolsillos chacareros, pero el escenario que se vislumbra en el país no es semejante para el Chaco. Con una fecha de siembra ideal que transita sus últimos días, el exceso hídrico generó que los productores de entrecasa no pudieran realizar en tiempo y forma las actividades culturales adecuadas para un correcto desarrollo del cultivo, producto de la gran masa líquida que cubrió la región productiva más importante. Algo parecido pasa con el girasol, que de una campaña pasada histórica pasará a una próxima donde la estimación ni siquiera llega a la mitad del hectareaje de la temporada 2018-19.

Panorama sombrío

Es el subsecretario de Agricultura de la provincia del Chaco, Jorge García, quien intenta poner algo de claridad a este de por sí sombrío panorama. “El problema con el trigo es que se está yendo la fecha de siembra ideal. Junio es la última posibilidad y el escenario del Chaco es muy distinto al nacional, porque no se pudo realizar la siembra temprana por el exceso hídrico y recién ahora están pudiendo entrar en los campos”, analiza a NORTE Rural.

Según información oficial, la intención relevada de siembra alcanzaba las 60.000 hectáreas, contra las 100.000 del año pasado. “Pero hasta la semana pasada teníamos el 10 por ciento sembrado y recién ahora puede reactivarse algo más”, agrega. “Si bien en el Chaco no es un cultivo que el productor hace para ganar plata, va a ser de muy baja incidencia en la provincia a contrapelo de lo que está pasando en el resto del país”, concluye al respecto.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario da cuenta y confirma una mayor expansión para la superficie de trigo a nivel nacional. De esperar hasta el mes pasado 6,8 millones de hectáreas, ahora aguarda 7 millones, la mayor superficie en 18 años. ‘Los planes de rotación siguen cobrando fuerza y si bien hay amplias zonas con barro y saturación de humedad en los suelos, se va a trabajar intensamente durante toda la ventana de siembra para cumplir con la intención. El potencial de la campaña, tomando la marca de los últimos 5 años, un promedio nacional de casi 32 qq/ha, sugiere que la nueva campaña incluso puede superar los 22 mt‘, explicaron desde la entidad.

Por otra parte, bajó en 500.000 toneladas la cosecha de soja, a 56,5 millones de toneladas. ‘Se han hecho ajustes negativos en Chaco (300.000 t) y se han descontado casi 300.000 hectáreas del área sembrada‘, indicaron. Así, recuerda que en el Chaco las inundaciones dejaron cientos de campos bajo el agua.

Las dudas

Pero la gran duda planteada es a qué cultivo se va a volcar el productor. Y la fundamentación a este interrogante es por demás de clara: la siembra de girasol arranca a mediados de julio y todo agosto. Incluso, en esta campaña es posible que arranque más temprano porque no se esperan condiciones de frío.

“A la fecha, tenemos relevado la mitad del año pasado: 193.000 hectáreas”, advierte García. Es que en la temporada pasada el área de siembra superó las 450.000 hectáreas. “Estamos advirtiendo una fuerte caída en el girasol. El que siembra en julio prepara los lotes en febrero y marzo, y esa etapa previa no se pudo hacer porque estábamos en plena inundación”, destacó el funcionario provincial.

Esta realidad está indicando que “a las alternativas de invierno (trigo y girasol) el productor no las va a poder cumplir”. “Se van a ir a los cultivos de verano (algodón, soja y maíz), pero el productor va a tener un año largo para que le ingrese dinero a sus bolsillos, ya que van a cosechar recién en mayo del año que viene. Para los cultivos de invierno el panorama es gris. Más allá del interrogante que genera el girasol”, finalizó García.



Fuente: Norte Rural







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