EL BUFALO, UNA ALTERNATIVA DE CALIDAD

Principales características distintivas de la especie bubalina.


amanecer rural

Actualmente la población bubalina mundial ronda los 150 millones de cabezas, siendo Asia el continente que concentra la mayor cantidad de búfalos. La actual población Argentina de búfalos ronda alrededor de las 100.000 cabezas y aproximadamente el 90% está distribuida en las provincias de Corrientes, Formosa, Santa Fe y Chaco. El 10 restante en Entre Ríos y Buenos Aires.

LONGEVIDAD Y DOCILIDAD
Entre sus principales características de comportamiento se destacan la longevidad y docilidad. Su vida útil productiva y reproductiva, mostrando buenos indicadores, varía entre 18 y 20 años, pudiendo vivir hasta 30 años. En tanto el vacuno alcanza buenos niveles de productividad entre los 6 y los 10 años.
Un viejo prejuicio que se debe desterrar es que son animales “irritables y difíciles de manejar”, justamente, la docilidad y aptitudes de buenas madres son atributos que los distinguen respecto a otras especies. En la foto se observa que una búfala puede alimentar, sin ningún tipo de problemas, a varios bucerros (terneros) en forma simultánea. Este carácter materno le confiere una mansedumbre muy típica de la raza, cosa que no es fácil de encontrar en otras especies.

Crecimiento
La velocidad de crecimiento (precocidad), el aprovechamiento de forrajes groseros muy fibrosos (rastrojos, pastos naturales, etc.) y la calidad de sus carnes son sus principales atributos que los diferencias del vacuno. Alcanza la plenitud de su desarrollo en poco tiempo (8-12 meses), lo cual se traduce en mayor producción de carne, en menor tiempo y a menor costo. El desarrollo muscular es superior al Vacuno especialmente en el cuarto posterior, cabeza, las patas y el cuero. El cuero, que es casi impermeable, es sumamente buscado para la confección de botas, aperos y hasta tapizados de autos de alta gama.

La Calidad de carne es la gran diferencia
La carne del búfalo tiene un menor contenido de lípidos que la del bovino, debido a un menor depósito de grasa “intra e inter muscular”, es decir, dentro y entre los músculos. Por este motivo la carne es más colorada y su punto de cocción es menor.  Además, puede conservarse blanda hasta una edad muy avanzada, dado que el diámetro de las fibras musculares y los tendones de Búfalos crecen con mayor lentitud.

La calidad de la carne del búfalo  se diferencia  de  la  del  vacuno por tener..
•Grasa blanca
•30 - 40% menos colesterol
•60 - 70% menos lípidos totales
•Casi 100% menos grasa intramuscular
•55% menos calorías
•11% más proteínas
•10% más minerales y vitaminas

En resumen, el búfalo presenta varias ventajas respecto al bovino:
•Conversión más eficiente de forraje en carne (mayor producción de carne con la misma cantidad de comida).
•Mejor aprovechamiento de forrajes de baja calidad.
•Mayor rusticidad y resistencia a enfermedades.
•Mayor mansedumbre y comportamientos inteligentes.  
Cómo cualquier otra actividad ganadera, la producción de carne  de búfalos está sujeta a las variaciones propias del mercado comprador (consumo interno y/o exportación) y a la de los precios de los insumos. Esta situación provoca, muchas veces, incertidumbre y vacilaciones en la toma de decisiones

Cambio de paradigma
Es muy conocida la capacidad que tienen los búfalos de transformar forrajes y alimentos de baja calidad en carne o leche. Debido a ello, en las principales Universidades y centros de investigación de Argentina y el mundo, el área de la Nutrición de búfalos está poco desarrollada.

Sin embargo, algo diferente se está haciendo en la cabaña modelo La Salamandra, en la provincia de Buenos Aires. Se busca provocar un “cambio de paradigmas”.  Para ello, se está evaluando la producción y calidad de carne que se puede alcanzar con el uso de alimentos de buena calidad, similar a los utilizados con bovinos para carne o leche.
La base de la alimentación de La Salamandra son pasturas con alfalfas, avenas y centenos como verdeos de invierno, rollos de alfalfa, silaje de maíz de planta entera en “auto consumo”, sorgos nervadura marrón o BMR en pastoreo directo (verano) y diferidos (secos) al otoño e invierno, entre otros forrajes. En cuanto a la suplementación, se busca suministrar la menor cantidad posible (0.5-0.7% del peso vivo) y en todos los casos que sea natural sin agregados de aditivos químicos. Entre los suplementos se destacan los granos de cereales.
Producto de esta alimentación, durante las 24 hs (día y noche), junto con un manejo intensivo del pasto (cambios del alambrado eléctrico en forma diaria o cada 2 o 3 días) se están logrando resultados muy interesantes. Las ganancias de peso están superando, holgadamente, los 900 gramos diarios (en promedio) y siempre dentro de un sistema pastoril con escasa o nula suplementación.

 



Fuente: Aníbal Fernández Mayer







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