Logran un biofertilizante que mejora el suelo de campos deportivos

Con el interés puesto en la sustentabilidad, investigadores del INTA desarrollaron una innovadora metodología de trabajo que les permite obtener pellet de compost, un biofertilizante logrado a partir del compostaje de residuos orgánicos y posterior pelletización.


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Logran un biofertilizante que mejora el suelo de campos deportivos


Utilizado como enmienda orgánica en campos productivos, fue aplicado en la cancha auxiliar del campo deportivo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, como estrategia de fertilización biológica con el objetivo de contribuir al acondicionamiento del suelo.

Gracias a la articulación con el equipo de mantenimiento del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, los investigadores pudieron probar este biofertilizante como principal componente de una estrategia de fertilización biológica, que da respuesta a una necesidad escasamente resuelta en el rubro de los campos deportivos en la actualidad.

“La producción de césped tiene un ritmo mucho más intensivo que las actividades agropecuarias tradicionales, quizás el más intensivo del planeta”, apuntó Daniel Sposito, ingeniero en producción agropecuaria y asesor en campos deportivos. Un césped de golf, por ejemplo, se corta –es decir, se cosecha– prácticamente todos los días de la semana, mientras que el de un campo de fútbol se cosecha entre dos y tres veces a la semana.

Sumado a esta demanda, el tránsito arduo de un partido exige que el césped tenga una capacidad rápida de rebrote y reparación de todos los daños. “Para lograr una alta velocidad de regeneración, se utilizan estrategias básicas como resiembras casi permanentes, la gestión eficiente del agua y la aplicación de un esquema de fertilización, rico en fósforo y en potasio para fortalecer los tejidos vegetales”, explicó Sposito.

De acuerdo con Sposito, “el compost contribuye a los requerimientos de fertilización física, porque mejora la estructura del suelo, y biológica, debido a que la existencia de materia orgánica garantiza la posibilidad de que haya capacidad de intercambio catiónico, es decir, la disponibilidad de ‘platos de comida’ para que las plantas los tomen y se desarrollen”.

El especialista también destacó la versatilidad de la tecnología del INTA por su facilidad de aplicación. “El tamaño del pellet es muy bueno y la posibilidad de que se distribuya con maquinarias convencionales, que suelen estar disponibles en los clubes, hace que sea fácil de lograr”, amplió.

Actualmente, la fertilización biológica con compost se realiza en el momento de recomposición de las canchas, cuando, en condiciones de deterioro, se debe hacer una roturación profunda del terreno y luego se vuelve a nivelar.

“El compost del INTA presentaba una excelente calidad, porque era limpio, suave, de buen olor, con buena humedad, no estaba mezclado con tierra y tampoco tenía malezas”, destacó Sposito, al tiempo que añadió: “Se pudo aplicar sobre el césped sin la necesidad de roturar el terreno y, con una aireadora o con la misma lluvia, se va incorporando en el suelo”.



Fuente: INTA







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