El consumo baja por la escalera y la exportación sube por el ascensor

La oferta ganadera, que es la más alta de la década, tiene muy bien abastecidos la demanda interna y el comercio exterior.


amanecer rural


Una oferta ganadera que es la más alta en una década mantiene más que abastecido a un consumo muy caído. Además de cubrir las necesidades de novillos y vacas de las plantas que abastecen a China, que no necesitan presionar sobre el mercado para cumplir sus planes de faena y completar su capacidad instalada.

El consumo interno, limitado a unos 53 kilos per capita, representa sólo 71 por ciento de la demanda, cuando hasta hace tres años significaba 93 por ciento. La exportación, que ahora no sólo vende al mercado chino vaca y toro inferior sino también cortes de novillo que hasta hace poco iban de modo casi exclusivo al mercado local, mantiene un ritmo de actividad muy alto: en octubre y parte de noviembre se embarcaría un enorme volumen de carne a China para abastecer la demanda que se da en ese país con motivo del año nuevo chino.

Se faena vaca, toro, vaquillona pesada y novillo, y hasta se venden a China cortes de animales provenientes del feedlot. No se descarta que a los extraordinarios volúmenes que está llevando el país asiático se agregue en los próximos meses –pasado el efecto “fin de año chino”– una nueva mejora en los valores FOB.

Las proyecciones que se hacen sobre el faltante de carne de cerdo en China para el año que viene no bajan de las 10 millones de toneladas, mientras el Rabobank insiste en que la caída de la producción entre 2018 y 2020 se acercará a las 20 millones de toneladas.

Escenario

¿Qué puede romper el actual equilibrio entre oferta y demanda, con bajos precios para el ganado?

Desde el lado de la oferta, la restricción estacional que se genera entre enero y febrero; y del lado de la demanda, la habilitación de otra veintena de plantas para exportar a China, tal como trascendió en la reciente feria de Anuga.

En el trimestre julio-septiembre, la faena de ganado vacuno creció un 10 por ciento con respecto a igual período del año anterior. La faena de vacas creció un siete por ciento en relación al año pasado, aunque en los últimos meses parece desacelerarse. Por otro lado, en ese mismo período creció 45 por ciento la matanza de vaquillonas; parte de esta extraordinaria oferta se compondría de hembras, que hasta hace poco se mataban como “terneras”, y que ahora se recrían y se terminan a mayores pesos de faena como vaquillonas.

Tanto la faena de vacas como de vaquillonas se ubican por arriba de la tasa de extracción de equilibrio. De modo auspicioso, creció en este último trimestre la faena de novillos (13 por ciento), aumentó, pero menos, la de novillitos (2,7) y cayó fuerte la de terneros machos (41), lo que ratificaría la idea general de que está aumentando la cantidad de machos que se recrían y que se terminan a mayores pesos de faena.

Si se toma la clasificación del ganado de acuerdo a dentición, que publica Agroindustria, y cuya serie comienza en abril último, se observa que entre junio y septiembre ha aumentado 33 por ciento la faena de novillitos de dos dientes y un 15 por ciento la de vaquillonas de dos dientes. En el mismo período, sube 26 por ciento la matanza de novillitos de cuatro dientes y 25 por ciento la de vaquillonas.

Este aumento impresionante de la oferta de categorías de consumo, en un período tan corto, explicarían la marcada pesadez del mercado doméstico, que estaría de acuerdo a estos datos claramente sobreabastecido. También entre junio y septiembre, crece un 21 por ciento la faena de novillos de seis dientes.



Fuente: Ignacio Iriarte







Notas Relacionadas