El sector cárnico lidera los negocios del agro uruguayo

Con un trasfondo difícil en términos de competitividad y costos, y con las consabidas dificultades de acceso a los mercados, los rubros del agro uruguayo están incorporando -sin embargo- algunas buenas noticias en diferentes niveles.


amanecer rural
El sector cárnico lidera los negocios del agro uruguayo


Lo que más se destaca es la situación del mercado cárnico, con un valor récord del precio de exportación que -por suerte- se está trasladando fluidamente al productor. En efecto, el precio de exportación -reflejado en el novillo Tipo, que calcula INAC- está en máximos inéditos, y se mantiene una alta proporción de participación del precio al productor en el precio final. El margen de la industria es estrecho y -con el descenso en la oferta- tiene a mal traer a algunos frigoríficos, pero se espera que la faena comience a recomponerse pronto.

 

Esta situación de precios está siendo captada en los resultados de los establecimientos, aunque no con la holgura que podría esperarse, pues los costos y -en muchos casos- el servicio de deuda, recorta los márgenes. La ganadería -productores, frigoríficos- debería estar acumulando capital en forma intensa aprovechando la fuerte demanda China (explicación casi exclusiva de este momento de precios, consecuencia de la fiebre porcina). Sin embargo, las ganancias son moderadas a pesar de los precios récord. Parte de la ganancia potencial queda repartida a diversos niveles, algunos razonables, otros evitables como los altos aranceles (que se cobran los chinos) y tarifas altas (que se cobra el Estado). También quedan en impuestos a la tierra que pesan especialmente a los criadores.

 

 

El ingreso de capital promedio de los predios de grupos ganaderos en el ejercicio 2018/19 fue 117 U$S/ha, mucho mejor que el mal año previo, cuando se promediaron menos de 70 U$S/ha. Sin embargo, según FUCREA solo 20% de los predios lograron retribuir completamente los factores de trabajo, lo que ilustra los problemas de costos y endeudamiento y compromete la producción a largo plazo.

 

 

 

De todas formas, el escenario ganadero es estimulante. La industria es el eslabón que las tiene más difíciles, pero -tal vez- es síntoma de la nueva ganadería competitiva: más valor en la base productiva ganadera y plantas industriales que trabajan más exigidas. Aun así, el valor de las empresas frigoríficas brasileñas -que predominan en el mercado uruguayo- se ha fortalecido notoriamente en los últimos meses, lo que refleja que -más allá de los estrechos márgenes - es un negocio de valor y muy buena proyección futura. Seguramente habrá una corrección de precios en la medida que China salga de su crisis y la oferta de otros exportadores aumente, pero no será de un día para otro.

 

Además, hay que recordar que los valores de toda la cadena cárnica se nominan en dólares y allí aparece otra buena noticia: el dólar ha subido en el último año entre 5 y 6% en términos reales. Es una suba modesta pero apreciable. Subiría más si el Banco Central no interviniera intensamente para moderar la cotización, para lo cual tiene argumentos: a nadie conviene que la inestabilidad que llega desde Argentina afecte al Uruguay. Lo que es importante dejar claro es que parte del costo de la estabilización, lo están pagando los productores, ganaderos y de otros rubros.



Fuente: El Agro







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