En 2021 habría menos terneros para engordar

Según un analisis del especialista Ignacio Iriarte en estos días de incertidumbre y de retención de la oferta ganadera, los precios de la hacienda suben, pero de manera desigual.


amanecer rural

Con respecto a un año atrás y considerando una inflación anual del 55 por ciento, y una suba del dólar del 71 por ciento, la cotización del novillito en Liniers subió 55 por ciento; la del novillo, 54 por ciento; la de la vaca gorda, 73 por ciento y la de la conserva buena, 71 por ciento. El novillo pesado tipo exportación sube 48 por ciento.
Una nueva suba del dólar, sin retenciones adicionales en el corto plazo, podría encarecer el maíz y complicar aún más la situación de los feedlots; de ser así se acentuaría el vaciado que todos los años se produce en noviembre-enero en los corrales y que determina en buena medida la suba de precios de fines de enero o febrero.
En el mediano plazo, y a partir de la llegada de un nuevo gobierno, es probable que con un dólar alto se establezcan retenciones adicionales a las carnes y al maíz, y vuelva a cambiar el sistema de precios relativos. 
Si se repiten los errores del 2007-2015, es probable que la liquidación moderada del stock ganadero que estamos viviendo se acelere y se produzca un faltante de carne más adelante.
La primavera ha llegado tarde y los campos están mejorando en algunas regiones del país, pero no en todas. El estado corporal de las vacas es, en general, pobre y el servicio ya ha comenzado en muchas zonas; lo menos que se puede esperar es que en 2020 haya menos parición cabeza que este año. El destete 2020 será probablemente alto, entre 14,6 y 14,8 millones de terneros, como consecuencia de que en la primavera 2018 el número de vacas era más alto que el actual. 
Iriarte sostiene que el servicio actual empieza de manera casi opuesta: vacas “atrasadas”, menor número de vacas expuestas a servicio por la alta faena de vacas y vaquillonas, y además una elevada matanza de vientres preñados. La combinación de menos vacas en el rodeo, con un estado corporal de los rodeos lejos del que tenían hace un año, daría en principio una caída en la preñez y una reducción en el número de terneros destetados en 2021. 
Si la liquidación se acelera o las lluvias llegan esta primavera de manera tardía para mejorar el alicaído estado de los campos y de las vacas, la caída en el número de terneros destetados en 2021 podría ser mayor, concluyó el analista.



Fuente: Ignacio Iriarte







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