Cuidar la liquidez es un aspecto crítico para asegurar la supervivencia de las empresas agrícolas

Así lo indicó Diego Palomeque, director Académico de AgroEducación y consultor en gestión financiera aplicada a la cadena de valor agrícola y agroindustrial, en un artículo publicado en la última edición de la Revista CREA.


amanecer rural

“Este es definitivamente un año para realizar canjes de granos a cosecha. No es un año para comprar insumos de contado, independientemente de la tasa de descuento que se pueda obtener. La plata tiene que estar dentro de la caja de la empresa. Y los insumos pagarlos a cosecha, en canje o con cheque abierto en dólares, como prefieran, pero claramente es un año para proteger la liquidez”.
Así lo indicó Diego Palomeque, director Académico de AgroEducación y consultor en gestión financiera aplicada a la cadena de valor agrícola y agroindustrial, en un artículo publicado en la última edición de la Revista CREA.
“Vamos a atravesar una campaña en un contexto de fortísimas restricciones de liquidez. No existe apetito por dar crédito. Y eso para el agro, que es un sector que trabaja con un altísimo nivel de endeudamiento o apalancamiento, genera uno de los peores escenarios sobre los cuales se puede transitar. Pero tenemos que llegar hasta el flujo de fondos que ingresará con la cosecha gruesa en mayo de 2020”, proyectó Palomeque.
El consultó resaltó que en épocas de estabilidad se defiende el margen, mientras que en épocas de volatilidad se defiende la liquidez. “En el actual escenario la liquidez es más importante que la rentabilidad. En este momento de la Argentina cuidar la liquidez es lo más importante porque las empresas sobreviven a pérdidas económicas, pero no a la falta de liquidez y un ejemplo de eso es que el rechazo de un conjunto de cheques puede constituir un evento mortal”, aseguró.
“Los problemas de estrés de flujo de caja son más grave que perder dinero. Hasta que logre recomponerse la liquidez va a pasar un buen tiempo y a lo largo del presente ciclo 2019/20 vamos a sufrir esa situación”, agregó.
Palomeque recordó que la agricultura argentina se hace con dinero de otros: todos los años, independiente del contexto, tiene un alto componente de apalancamiento por la naturaleza que tiene el negocio debido al descalce de los flujos agrícolas, es decir, las cuentas por pagar son más cortas que las cuentas por cobrar que se genera con las cosechas.
Esta campaña 2019/20 tiene la particularidad de que los recursos provenientes del sector bancario no están presentes. “Ni siquiera contamos con financiamiento en dólares para un negocio que es en dólares. La agricultura, siendo un fabricante de commodities agrícolas, es un fabricante de dólares, por lo que –en situaciones con un único tipo de cambio– puede financiarse en esa moneda sin tener inconvenientes frente a una devaluación. Muchas entidades financieras incluso optaron por no desembolsar pesos por la fuerte aversión del riesgo crediticio”, explicó.
El crédito comercial suele ser mayor que el financiero porque los proveedores de insumos tienen al agro como su cliente natural y están obligados a financiar; sin embargo, en la actual coyuntura no tienen ningún apetito por cubrir el financiamiento que no están aportando los bancos, porque existe una enorme aversión al riesgo crediticio.
“Hace más de un año que la Argentina convive con tasas de interés de un país en guerra. Niveles de tasa nominal tan elevados muestran que existe un problema. El costo del dinero es prohibitivo y eso ha erosionado fuertemente los patrimonios de las empresas, además de aumentar notablemente el riesgo de las empresas que toman crédito, y frente a eso todos los dadores de crédito se han vuelto mucho más cuidadosos”, apuntó el consultor.
Palomeque insistió que la liquidez debe cuidarse al no usar el dinero para aquellas cuestiones que no están estrictamente asociadas a sostener el capital de trabajo de la empresa. “El costo de la liquidez es extractivo, es descomunal, pero existe algo peor que eso: no disponer de la misma. El dinero, en momentos como los actuales, es como contratar una póliza de seguro de vida: asegura la supervivencia de la empresa hasta que las aguas se calmen”, dijo.
Algunos acopios que pertenecen a grandes exportadores de commodities agrícolas emplean el poder de su tesorería prestando dinero, con un tasa de interés, como anticipo financiero de soja futura por recibir. “Es una fuente de financiamiento que es necesario explorar si no la están usando. ¿La tasa de interés puede parecer un poco elevada? Este no es un año para discutir tasa”, afirmó.
“Si tenemos una urgencia y tenemos la necesidad de financiarnos en pesos a tasas de interés muy elevadas, podemos evaluar realizar un hedge para capturar tipo de cambio en el mercado de dólar futuro de manera de cerrar en forma sintética una tasa en dólares equivalente que sea menos gravosa para el negocio”, señaló.
Otra alternativa es recurrir al mercado bursátil para financiarse, ya sea descontando cheques de pago diferido o por medio de pagarés avalados por Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), los cuales tienen tasas mucho menores que las presentes en el sistema bancario.



Fuente: Diego Palomeque







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