El calor y la falta de agua estuvieron a punto de cargarse el rinde de la soja

El agua llegó en forma sumamente oportuna, justo en pleno llenado de granos, cuando empezaba a agravarse el desmejoramiento de la condición de los cultivos.


amanecer rural

De no haber sido por las lluvias que se produjeron la semana pasada en la zona núcleo, la ola de calor se hubiese cargado los rindes de la soja que ya se ubicaban entre 30 a 35 quintales por hectárea de los 40 a 45 quintales a 30 o 35 quintales proyectados, porque en las recorridas que hicieron  los ingenieros ya se observaban “abortos de chauchas y muchas hojas basales perdidas”
Pero el agua llegó y la semana terminó con lluvias muy importantes en casi toda la región con volúmenes de agua significativos que en algunos casos, saltaron la valla de los 70 mm cómo en Córdoba y el oeste de Buenos Aires.
“Febrero comienza con un reposicionamiento del aire tropical”, comentó el especialista en clima José Luis Aiello, en un informe preparado por la BCR.
Las lluvias se extenderán al menos durante los próximos tres días, con un lento desplazamiento que también aportará lluvias significativas al norte de nuestro país. Los modelos de pronóstico comienzan a dar buenas señales para la primera quincena de febrero, incluso mejores que las que se proyectaban hasta hace una semana.
La semana comenzó con jornadas de temperaturas máximas cercanas a los 40°C, mientras las reservas de agua cedieron rápidamente ante la gran demanda de la soja que está en el pleno momento de definición de rindes.
Los ingenieros de la región núcleo, más allá de que había áreas que contaban con mejores reservas, coincidieron en señalar que si las lluvias no llegaban en la semana podían perderse entre 5 y 10 quintales, en principio. El 60% de la región recibió lluvias que superaron los 50 mm.
En buena parte de los departamentos de Unión y Marcos Juárez los registros superaron los 100 mm. En Guatimozín dónde llovieron 148 mm, que hubo anegamientos de área bajas y seguramente se perderá superficie productiva. Pero se necesitaban lluvias y ahora las sojas van rumbo a los 45 qq/ha.
Las precipitaciones mostraron un marcado gradiente de este a oeste y dejaron más de 100 mm en las áreas más favorecidas.
El agua llegó en forma sumamente oportuna, justo en pleno llenado de granos, cuando empezaba a agravarse el desmejoramiento de la condición de los cultivos. Sin duda esta ha sido una semana fundamental que va a marcar una gran diferencia cuando se revelen los rindes finales en las cosechadoras.
 



Fuente: Noticias Agropecuarias







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