14/04/2020. NACIONALES. Agricultura
Los productores ya ajustaron el riego, que es total, y avanzaron en el trabajo sobre variables como genética, densidad y fertilización.
"Cuando logramos ajustar la oferta de agua y nutrientes, el maíz es capaz de captar la elevada oferta de radiación y transformarla en grano, expresando su potencial aún a bajas densidades", dijo Magalí Gutiérrez, gerenta técnica del proyecto.
Ensayos con densidades de 50.000 plantas/ha expresaron hasta 9 espigas de alta productividad en un metro lineal, es decir, 3 espigas por planta. En tanto, los lotes de producción se manejan hoy con densidades de 90.000-100.000 semillas/ha.
La siembra es sobre antecesor vicia villosa entre el 15 y el 25 de octubre, ajustando el N disponible a 300 kg/ha (N-suelo + fertilizante) y riego sin déficit. "Aquí los rendimientos probablemente estén por arriba de las 14 toneladas/ha. Pero los picos que vemos en algunos puntos indican que podemos aspirar a potenciales de 18 tn/ha", indicó Gutiérrez.
Soja
Por el lado de la soja, pese ajustarse el riego, la nutrición y el arreglo espacial no superan los 4000-4500 kg/ha.
De acuerdo al equipo técnico de la Charca, el techo está impuesto por la falta de genética adaptada. Por eso trabajan junto con el INTA Valle inferior en ensayos con variedades experimentales no OGM traidas de EEUU, cuyos grupos de madurez (GM) van de 0.3 a 3.0.
Según Mariano Donofrio, de INTA, "la idea es explorar materiales más cortos que los que ofrece hoy el mercado (menores a GM III) que permitan que los estadios críticos -principalmente el llenado de granos- coincidan con ventanas de mejor oferta ambiental".