PRESUPUESTACIÓN FORRAJERA INVERNAL

En la Región Chaqueña los pastizales naturales y pasturas expresan su gran potencial de crecimiento en el periodo primavera-verano-otoño, pero durante el invierno las heladas y escasas precipitaciones condicionan fuertemente la oferta de forraje en cantidad y calidad, lo que compromete el desempeño animal.


amanecer rural

Sabemos que todos los años vamos a tener un bache en la alimentación invernal, seguro en calidad, y variable pero probablemente más difícil de resolver en cantidad si no se prevé a tiempo.
El bache en calidad está asegurado por las heladas y el tipo de pastos y reservas que utilizamos comúnmente en el norte, y se soluciona en general con una suplementación proteica, dependiendo un poco de los objetivos. 
El bache en cantidad va a estar relacionado con la carga del campo y con las condiciones climáticas del verano y otoño previo, y el comienzo de las lluvias en primavera. Entonces necesitamos previsión y monitoreo para poder pasar sin sobresaltos el invierno.
Entonces, hay un momento en el cual debemos hacer las previsiones para pasar el invierno, y el momento adecuado en a final del verano principio del otoño.
 ¿Por qué? En ese momento ya sabemos cómo fue el balance forrajero durante el verano, la condición general de los animales y la del forraje en los potreros. Los niveles de reservas forrajeras y corporales. Y se está a tiempo de tomar decisiones, como bajar carga, asignar pastoreos, confeccionar silajes, sembrar verdeos. Etc.
Se debe realizar una proyección de las categorías que pasaran el invierno dentro del campo, teniendo en cuenta: cantidad y objetivos productivos.
Cuantificar la disponibilidad, y contrastar con las necesidades calculadas a partir de los animales que deberán ser alimentados.  
Entonces es necesario tener algunos parámetros de requerimiento y consumo de alimento de las distintas categorías para poder realizar los cálculos de aproximación. Es importante tener en cuenta que estos parámetros están tomados en base a un promedio de situaciones, y la variabilidad sobre todo climática que impacta fuertemente en el crecimiento de los pastos, puede hacer que la exactitud del cálculo original quede lejos de la situación real sucedida, por lo tanto es necesario mantener un control y monitoreo permanente de la situación como para tomar medidas tempranas.
Entonces para hacer algunos cálculos:
Para que una vaca nos de 1 terneros por año tenemos que garantizarle aproximadamente 4000 kgMS de forraje por año. De la energía que ese pasto le provee (que se mide en Mega calorías) más o menos utiliza 74 % en mantenimiento de sus funciones vitales, 8 % durante la gestación del ternero, y un 19 % en proveer leche al ternero, como se observa en el grafico para una vaca cuya cría nace en septiembre.
Durante el periodo de escasez invernal (jun a sep) la vaca necesita un 33 % de la energía anual, que son aprox. 2200 Mcal.  Si entro en buena condición un 15-16% de esa energía se la proveen las reservas corporales… el resto debe consumirlo del campo o en reservas. Tratando de cuantificar: podríamos pensar en un consumo de forraje henificado de 1,8-2,0 %PV mas una suplementación con semillas de 0,5% PV. Descontando las reservas corporales la cantidad de raciones debería ser de 95 días. Por lo tanto, para cubrir esos requerimientos deberíamos contar con 1,5 rollos (550 kg) y 230 kg de semilla. 
Del requerimiento de rollos deberíamos descontar lo que tenemos diferido en pie (disponibilidad (kg/ha) por superficie (ha)), pensando que de eso se pude aprovechar un 50 %.
 



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