TRIGO: ESTIMAN CONDICIONES FAVORABLES PARA SU SIEMBRA TEMPRANA

Especialistas del INTA destacan la oportunidad que representa este cultivo para el nuevo ciclo agrícola, en un contexto de incertidumbre económica global. Buena reserva hídrica en suelos y estimaciones promisorias de rindes y precios, algunas de las ventajas.


amanecer rural

En un contexto de incertidumbre económica global, el cultivo de trigo se destaca por presentar condiciones favorables para la siembra temprana. Además, los especialistas del INTA destacan las ventajas para el nuevo ciclo agrícola vinculadas con la buena reserva hídrica en los suelos, las estimaciones promisorias de rindes y precios en alza.
De acuerdo con Carlos Ghida Daza –investigador del INTA–, “el trigo muestra ser una opción positiva para encarar el nuevo ciclo agrícola” y confirmó la tendencia creciente de la superficie y la producción para el cultivo.
“En un marco de alta incertidumbre económica global, la positiva situación actual y la proyectada a nivel del precio relativo del trigo respecto a los otros cultivos, justifica la opción de este cereal como alternativa agrícola combinado con soja de segunda”, recomendó Ghida Daza.
Por su parte, según el investigador, “la proyección de demanda de trigo a escala mundial se mantiene estable y con posible restricciones de la oferta por cuestiones de seguridad alimentaria en varios países productores; en el contexto de COVID-19 surge una cierta fortaleza esperada en el precio futuro”.
A su vez, el especialista detalló en un reciente informe que “hay una evolución creciente con una superficie sembrada que, durante el último ciclo, superó en un 53 % a la del promedio, mientras que la producción lo hizo en un 70 %”.
Para Ghida Daza, los altos valores de producción se debieron a mejoras de precios y a cambios de políticas sectoriales, como la eliminación de aranceles de exportación a partir de 2016. A su vez, en forma conjunta, se dio una mejora en la genética de las variedades que permitió una cierta tendencia creciente en el rinde.
 Ghida Daza explicó que “se observa una tendencia de incremento en las variables de producción y de consumo”.
 
En cuanto a los precios, Ghida Daza confirmó una tendencia creciente y que, ante problemas de oferta, se producirían respuestas positivas en el precio internacional y, consecuentemente, también sobre el precio interno.
Con respecto al contexto actual de la pandemia por el COVID-19, el especialista reconoció que “se están empezando a producir situaciones de controles a las cantidades exportadas por parte de importantes productores en Rusia o Ucrania que pueden restringir la oferta y afectar positivamente el precio”.
A su vez, se refirió a los cambios en el consumo mundial por la cuarentena global que hace disminuir el consumo de alimentos proteicos, lo que afecta a los insumos de la producción ganadera, como soja y maíz. “En consecuencia, se da una mejora en el precio relativo del trigo respecto a los granos gruesos”, reconoció Ghida Daza y estimo un valor cercano a los 172 dólares por tonelada como el esperado en el período.
En cuanto a las estimaciones de ganancias a partir de la incorporación de cereales mediante rotaciones se disminuye la negatividad de los balances de nutrientes que se obtendrían con monocultivo de soja. Y aseguró que “se obtiene un ahorro del 
55 % en el costo de financiación del doble cultivo”.



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