No matemos a la gallina de los huevos de oro. Simposio de Suelo

Este Simposio lleva el nombre de éste emblemático socio de Aapresid, por ser un apasionado en el cuidado del suelo, dónde siempre priorizo la sustentabilidad y cuya trayectoria generó una enorme cantidad de conocimiento que hoy estamos aprovechando


amanecer rural
No matemos a la gallina de los huevos de oro. Simposio de Suelo


 Y que mejor para hablar de suelo que comenzar por el principio. Mirar para abajo y empezar a describirlo de la mano del Ing. Agr Guillermo Studdert (Profesor e Investigador de la Facultad de Cs. Agrarias de la UNMdP), quién en esa línea dijo “mirar sin ver el suelo, es tierra nomás” y a eso agregó “Conocemos más de los cuerpos celestes que el suelo que pisamos” replicando palabras de Leonardo Da Vinci. Seguidamente, Studdert reflexionó “el suelo y la vida evolucionaron juntos, con la radiación solar y el agua sustentan la vida. Sin suelo no hay vida. El 95% de los alimentos provienen del suelo. Estamos matando a la gallina de los huevos de oro”, remarcando su importancia. A colación, mencionó que hoy se sabe mucho sobre los suelos y su rol en los sistemas de producción en que están, y cuestionó “¿lo tenemos en cuanta para tomar las decisiones de uso o no?”. Si bien hay muchas definiciones, el Ingeniero dijo que el suelo es soporte y medio para las raíces, es hábitat para organismos, es dónde se dan los ciclos del carbono, el agua y los nutrientes, y ejerce regulación ambiental. Además, cumple muchas funciones dentro del ecosistema, afectando positiva o negativamente. Estas funciones ecosistémicas se traducen como servicios ecosistémicos y éstos a su vez en beneficios ecosistémicos. Estas funciones que se relacionan entre sí, es lo que se denomina salud del suelo, y remarcó “Un suelo goza de buena salud cuando es capaz de cumplir con todas sus funciones, aun cuando haya sufrido algún disturbio”. Explicó que la agricultura ocasiona un disturbio afectando procesos que definen el ambiente edáfico, pero disturbio no significa destrucción. Cuando manejamos el suelo, implementamos prácticas de manejo y las respuestas nos van a dar una señal si estamos haciendo las cosas bien o mal. Cuando no es capaz de cumplir su función, decimos que ha perdido salud y se traduce en degradación. Esto significa una disminución de la materia orgánica y actividad biológica, reducción de la calidad física y fertilidad, cambios en el Ph, salinización y el peor de todos los males es la perdida de suelo por erosión porque no se puede revertir. Frente a ese contexto, el disertante interrogó “¿Analizamos bien las señales negativas? ¿Hacemos los ajustes necesarios? Esa indiferencia no debe existir más”, y repitió “estamos matando la gallina de los huevos de oro” En ese sentido la ciencia ha avanzado mucho, también se han desarrollado técnicas para reducir la intensidad de los procesos. Para preservar la salud del suelo, el Presidente de la AACS dio algunas recomendaciones. Primero conocerlo a él y su ambiente “hoy el suelo se puede ver desde arriba con imágenes satelitales, drones, inteligencia artificial, etc. Pero tenemos que cotejarlo con lo que pasa abajo. No olvidemos la pala”, subrayó. Otro aspecto sustancial es utilizarlo según su aptitud, no todos los suelos dan lo mismo y no debemos forzarlos. Por último, y no menos importante, es aplicar prácticas acordes, por ejemplo mantener las raíces vivas para que el suelo también lo esté, el suelo necesita alimento para que sea el sustrato para su desarrollo. Como conclusión final, Guillermo Studdert puntualizó “El suelo es fundamental para el ecosistema y necesita la atención de la sociedad y, por ende, la NUESTRA. Mejorar y mantener la salud del suelo es clave para una agricultura sustentable: producción, rentabilidad y servicios agroecosistémicos. Se debe manejar el efecto de la agricultura para cada condición ambiental y considerando los procesos. No hay soluciones mágicas, simples ni únicas: el suelo y su entorno son sistemas complejos”



Fuente: Aapresid







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