23/04/2021. REGIONALES. Córdoba
La Estación Forestal de Villa Dolores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), junto a las estaciones experimentales de La Rioja y Catamarca, están impulsado un proyecto denominado “Fruto de algarrobo como alimento humano y forrajes”.
El trabajo cuenta también con el apoyo técnico del Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales (IFRGV) del Centro de Investigaciones Agropecuarias (Cipa) que el Inta tiene en Córdoba.
En concreto, el proyecto visualiza al algarrobo como un cultivo para la alimentación humana y animal: tiene por objetivo iniciar un programa de mejoramiento genético del algarrobo para fruto, con la generación de nuevas variedades según los saberes locales.
“Al mismo tiempo busca contribuir al fortalecimiento de una cadena de valor entre productores de la región que utilizan el fruto del algarrobo como forraje en el invierno o en la producción de harinas y productos regionales, a través del procesamiento propio o en combinación con una industria local incipiente”, destaca un informe del Inta.
Como se mencionó, uno de los propósitos es rescatar los saberes locales en el manejo del algarrobo en el territorio y compartir experiencias de trabajo conjunto ya iniciadas por productores de la zona del oeste de Córdoba, en lo que respecta al agregado de valor y comercialización de productos del monte.
Una ventaja que tiene el cultivo del algarrobo como árbol frutal, por ejemplo, es que puede ser aplicado en pequeñas superficies de media o una hectárea en las inmediaciones de los puestos, donde el productor puede mantener la planta.
“Es una propuesta tecnológica que aprovecha el recurso genético del monte natural y requiere de escasos cuidados y mínimos requerimientos de agua, abono y combate de malezas. Se presenta como una oportunidad para potenciar el trabajo conjunto a través del asociativismo, creando cadenas de comercialización a partir de volúmenes importantes de materia prima estandarizada para su industrialización”, remarca el estudio.
De acuerdo con una primera proyección, de obtenerse un paquete de buenas variedades de algarrobo para fruto, se podría alcanzar una producción de entre tres a cinco toneladas por hectárea, en áreas donde la producción de hidratos de carbono y proteínas tienen serias limitaciones ecológicas y estructurales.
Un aspecto clave en este contexto es que el Inta cuenta con más de 15 años de experiencia en el mejoramiento genético del algarrobo, pero apuntado a incrementar su producción de madera.
Esto significa que los equipos del organismo tienen ya las capacidades técnicas y el equipamiento desarrollado para avanzar en la selección, reproducción agámica de los algarrobos, instalación y evaluación de ensayos, entre otras tareas.
Para llevar adelante el plan, durante el corriente mes se están desarrollando campañas de difusión para que los productores catamarqueños, riojanos y del oeste cordobés conozcan los alcances de este proyecto y sepan cómo pueden participar activamente en la identificación de los mejores algarrobos productores de frutos, según su criterio y experiencia.
El algarrobo se puede potenciar como un producto regional. (Inta)
A partir de mayo, en tanto, se hará público un número telefónico para que productores, productoras y la población en general inviten a un técnico del Inta a tomar muestras de los árboles que consideren pueden ser parte del programa.
La visita también se aprovechará para conocer los métodos de cosecha, acondicionamiento, conservación y uso que cada uno le da a este importante recurso del monte nativo.
Cada árbol señalado será bautizado con un nombre de fantasía que le dará la persona que hace uso de él todos los años para proveerse de frutos. Este nombre quedará como nombre de la variedad a que dará lugar en el caso de quedar seleccionado entre los mejores de toda la región, en ensayos que se llevarán a cabo entre el Inta y los productores interesados.
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