La Niña se empieza a disipar pero el daño ya está hecho

Las lluvias de febrero no alcanzaron para revertir el daño en los cultivos, pero ayudaron a cambiar la dinámica atmosférica.


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La Niña se empieza a disipar pero el daño ya está hecho


Las lluvias de la semana pasada y las previstas para estos días llegan para recargar un poco los perfiles y sobre todo para cambiar la tendencia atmosférica y empezar a poner fin a la escasez, pero según los expertos la huella de la seca sufrida en el verano se seguirá sintiendo.
De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, la semana pasada el mayor volumen de agua se registró sobre la franja este de la región pampeana, sobre todo el noreste de Buenos Aires, Sur de Santa Fe y sudeste de Entre Ríos con abundantes acumulados que superaron los 100 milímetros."Las provincias de la mesopotamia, el resto del territorio santafecino y de la provincia de Buenos Aires recibieron valores un poco menores, pero no por eso menos importantes para recomponer el decaído estado de los perfiles. El comportamiento pluvial fue muy distinto sobre Córdoba y La Pampa, donde solo algunos registros puntuales y aislados quebraron la ausencia de lluvias", detalla la entidad rosarina.Luego explica que durante la mayor parte de febrero, la presencia de un centro de alta presión a la altura de la costa de Buenos Aires sostuvo una circulación del viento este o sudeste que dificultó la acumulación de aire húmedo, haciendo que las precipitaciones sobre la zona núcleo, en general, fueran moderadas y erráticas. Algunas zonas donde los registros tuvieron un mejor desempeño fueron el extremo sur de Córdoba, el norte de La Pampa y buena parte del oeste bonaerense."En la última semana del mes, la dinámica atmosférica permitió un cambio de las condiciones y finalmente los sistemas frontales avanzaron hacia el este. Al encontrar una mayor disponibilidad de humedad se produjeron buenas lluvias sobre la franja este del país. Este comportamiento dispar a lo largo del mes, aun con predominio de eventos modestos, permitió cierta periodicidad semanal de las lluvias. El resultado final se ve en los registros mensuales que no solo alcanzaron los valores medios normales, sino que los superaron en aquellas zonas que recibieron los mayores volúmenes de agua", explica el informe. Aun así, advierte la Bolsa, el panorama que muestran las reservas de agua en el suelo está lejos de ser el adecuado y las condiciones de escasez hídrica se mantienen en los sectores donde las lluvias han sido sistemáticamente más reticentes."Febrero culmina con acumulados de agua que son numéricamente muy buenos pero eso no se ha traducido en beneficios para los cultivos. La falta de sintonía entre las precipitaciones y el ciclo de mayor requerimiento hídrico de los cultivos ha sido el problema: llovió, pero no en el momento oportuno", advierte. El aporte de humedad en las etapas definitorias de rinde fue ajustado y en la mayoría de los casos, fuera de tiempo, algo que se verá reflejado en los rendimientos. Las buenas precipitaciones con que cierra el segundo mes del año aportan más para un cese del deterioro que para la recuperación de las siembras de primera. Esta transición húmeda hacia el mes de marzo puede ser un poco tardía, pero en muchos sectores ha sido muy beneficiosa para las siembras de segunda y podría indicar un cambio de tendencia hacia precipitaciones más cercanas a los niveles normales estacionales. Por lo pronto los modelos de pronóstico indican nuevos desarrollos pluviales para los próximos días. Un comienzo de marzo con un escenario más húmedo podría ser el inicio de la transición hacia una menor incidencia del fenómeno La Niña. Pero todavía es pronto para aventurar fecha para la neutralidad del Pacifico



Fuente: La Nacion







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