En transgénicos, el uso de eventos es similar a si hubiéramos aplicado el mismo insecticida todos los días durante todo el ciclo del cultivo. Debido a esto, la presión de selección es muy elevada, y de no implementar “como se debe” las medidas preventivas, como los refugios, el problema de las resistencias es un voto cantado. Por otro lado, al igual que en el caso de los patógenos, la investigación en la confirmación de resistencias es escasa en el país. 2 El avance de las resistencias, una cuestión de tiempo El proceso de generación de resistencias depende de una compleja interacción de factores que abarca la biología de la plaga, la presión de selección que se ejerce con la forma de uso y tipo de herramientas y la dinámica de las poblaciones. Y como es bien sabido por el público darwiniano, la adaptación de las especies al cambio es lo que las convierte en las reinas de la evolución. Es por ello que, cuando hablamos de resistencias no podemos hablar de detener su avance, sino más bien de retrasar su aparición. Por otro lado, al momento de observar, cuantificar y confirmar resistencias, el proceso se torna mucho más difícil en el caso de los patógenos e insectos, en comparación por ejemplo con las malezas, donde los indicios pueden detectarse a primera vista. 3 La simplificación de los sistemas: aliado Nº1 de las resistencias Detectar las situaciones de manejo más riesgosas en términos de aparición de resistencias nos puede dar un indicio de las posibles soluciones a la problemática. Y es acá donde los sistemas simplificados, donde no se lleva adelante una adecuada integración de herramientas, “se llevan el Martín Fierro de Oro de las malas prácticas”. La realidad es que la generación de resistencia es un proceso inherente de cualquier ser vivo, y si siempre se le plantea el mismo escenario, la plaga - sea maleza, insecto o patógeno- busca la manera de adaptarse y la resistencia surge como mecanismo evolutivo. Entonces, la clave para retrasar el avance de la problemática está, puntualmente, en modificar sistemáticamente el escenario planteado. 4 El verdadero impacto de las resistencias: el ambiental En la edición 2021 del Congreso Aapresid, el Ing. Agr. Martín Marzetti disertó sobre la evolución del impacto ambiental de los principales principios activos utilizados a través del tiempo. “Antes de la tecnología RR y la siembra directa, entre un barbecho y una soja el control de malezas implicaba labranzas y el uso de productos como metribuzin y bentazon, entre otros. Post RR, el glifosato se convirtió en el producto estrella. Con la aparición de resistencias, al glifosato se sumaron la atrazina, 2,4 D, paraquat y cletodim. Esta evolución significó cambios a nivel del EIQ (impacto ambiental): antes del RR el EIQ estaba en 60, con el RR bajó a 40, pero con la aparición de la resistencia subió a 110”. Dentro de las estrategias que permiten reducir estos valores es posible reducir la cantidad de principio activo utilizado a través de la Agricultura Siempre Verde. La Chacra Pergamino de Aapresid demostró que por medio de la intensificación con dobles cultivos, cultivos de servicios y pasturas se puede reducir el número de aplicaciones en un 50%. Por otro lado, las aplicaciones dirigidas permiten ahorros de producto de hasta un 70%, reduciendo el EIQ de 40 a 12. También puede reducirse la dosis utilizada, con el uso de nuevas formulaciones, aplicaciones de calidad y ajustes en el timming de los controles, es decir, sobre malezas de menor tamaño. Por otro lado, es fundamental la elección de activos de menor impacto ambiental, Marzetti ejemplificó que usar glufosinato en lugar de paraquat significa bajar el EIQ en un 50%, de 12 a 6. Aplicadas de forma integrada, las estrategias anteriores tienen aún más efecto: “un planteo mejorado del control de malezas, que incluye aplicaciones selectivas, la siembra de cultivos de servicios y su terminación con rolado, y el uso de nuevas formulaciones, puede significar una baja del EIQ a 20, aún menor que los niveles de la era pre RR y RR”. 5 Una mirada al futuro: palpitando el Congreso Aapresid Volver a las bases del manejo integrado de plagas, es el camino para abordar la temática de resistencias de cara al futuro, y será uno de los ejes del próximo Congreso Aapresid 2022. Existen numerosas tecnologías de procesos que pueden mejorar notablemente la situación actual, que van desde las aplicaciones selectivas, hasta alternativas de control no químicas en las que aún falta mucho conocimiento, como lo son el control de malezas en cosecha y el uso de cultivos de servicios para el control de malezas. El análisis del panorama de resistencias tendrá un espacio especial, donde las resistencias a fungicidas y las fallas de control de orugas en soja Bt serán las protagonistas principales. El contexto actual es desafiante, y la solución lejos de ser simple, abarca acciones que necesariamente involucran diversos actores, desde el ámbito de la investigación hasta políticas de Estado que incentiven las buenas prácticas. La investigación local sobre los casos de resistencia o las estrategias de manejo para retrasar su ocurrencia es uno de los pilares elementales. Por otro lado, el compromiso de asesores y productores para la integración de estrategias en los sistemas productivos, y la extensión de los casos de éxito en sistemas agrícolas reales, serán los motores para el círculo virtuoso de la lucha contra las resistencias |