Las ventas de maíz desde que se implementó la cuarta edición del dólar agro superaron las cuatro millones de toneladas

El volumen de maíz negociado desde la implementación del régimen especial del “dólar maíz”, considerando tanto contratos nuevos como fijaciones de contratos anteriores con precio a “fijar”, superó este martes las 4,0 millones de toneladas.


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Las ventas de maíz desde que se implementó la cuarta edición del dólar agro superaron las cuatro millones de toneladas


Según registros de la plataforma SIO Granos, un 14% del volumen negociado desde el pasado 25 de julio se hizo con precio “a fijar”, lo que indica que una proporción minoritaria de los nuevos contratos se hizo con la esperanza de que el valor ofrecido del cereal podría llegar a mejorar hasta la finalización del “dólar maíz” a fines del presente mes.

Si bien se trata de un número importante, vale tener en cuenta que la comercialización del maíz –junto con la cosecha– venía muy atrasada. El último dato oficial publicado, correspondiente al pasado 26 de julio, indica que las compras de maíz 2022/23 sumaban 16,3 millones de toneladas versus 31,9 millones en la misma fecha de 2022.

Con el aporte del maíz, junto con las ventas por volúmenes menores de los “teloneros” de la cuarta edición del “dólar agro” –girasol, cebada y sorgo–, el Estado nacional argentino consiguió que los exportadores agroindustriales adelanten en la última semana divisas por 1147 millones de dólares a cuenta de futuros embarques de granos.

La “zanahoria” para ese adelanto es un tipo de cambio especial de 340 $/tonelada, el cual, si bien es superior al tipo de cambio oficial (274,5 $/u$s), es bastante inferior al negociado en el mercado bursátil local o MEP (509 $/u$s).

Gracias a la cuarta edición del “dólar agro”, el gobierno argentino consiguió algo de “oxígeno” cambiario para las próximas semanas, de manera tal de poder encarar las elecciones primarias obligatorias (las PASO del 14 de agosto) sin sobresaltos críticos.

La contrapartida del “dólar agro” es una potenciación de la aceleración inflacionaria, que liquida con creces cualquier negociación paritaria, además de un perjuicio importante para todos los sectores consumidores del cereal, como es el caso de feedlots, avícolas, porcinos, alimentos balanceados y bioetanol, entre otros.



Fuente: Valor Soja







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