Lo salvó de un desastre. No falló Santa Rosa, comenzó El Niño y revivieron varias zonas agrícolas

En el norte bonaerense, sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba, en plena región núcleo, se registraron en las últimas horas lluvias que ayudan al trigo sembrado; permiten, también, un inicio de la implantación de maíz en los próximos días


amanecer rural
Lo salvó de un desastre. No falló Santa Rosa, comenzó El Niño y revivieron varias zonas agrícolas


“60 mm para salvar el trigo y arrancar el maíz”. Con esa frase, Juan Pablo Ioele, asesor de productores en el sudeste de Córdoba, ilustró el saldo de las lluvias de las últimas horas en la región, una de las zonas, como otras, que necesitaban un buen caudal de precipitaciones. Esto para que, por un lado, pueda mejorar la chance del cereal ya implantado [según la Bolsa de Comercio de Rosario se sembraron a nivel país 5,4 millones de hectáreas, una baja de 500.000 hectáreas versus 2022] y, por otra parte, sea posible iniciarse pronto la siembra del otro también cereal.

En distintas zonas llegó así, con demora de unas horas, la llamada tormenta de Santa Rosa. En este marco, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en la Argentina “se declaró el comienzo del fenómeno” El Niño, que genera precipitaciones por encima de lo normal. Sin embargo, hay lugares, como en Trenque Lauquen, Buenos Aires, donde todavía aguardan las precipitaciones que reviertan el estrés hídrico.

También hubo, según pudo relevar este medio, buenos milímetros en zonas del sur de Santa Fe y el norte bonaerense, también dentro del área de la misma región agrícola núcleo del país. Alberto Marchionni, un productor de Hughes, en el sur santafecino, graficó: “Fue, para esta fecha, la mejor de las lluvias de las últimas dos campañas. En Hughes, a las 9 am [de ayer], 64 mm, Arequito entre 40 y 75 mm, Sarasa (Buenos Aires) 54 mm y Colón (Buenos Aires) 63 mm”.

“Se está despertando El Niño. Las primeras hojas del trigo se estaban secando, con las napas a 7,50 metros y la acumulación de agua en el perfil era bajísima”, agregó Marchionni. Después remarcó: “Vamos a poder refertilizar y programar la siembra de maíz y soja. Es un comienzo, tengamos claro que después de tres años de sequía no se corrige con 50 milímetros; debe todavía correr mucha agua debajo del puente”. Reiteró que a la situación de hoy muchos trigos venían con hojas basales secas por la falta de humedad. “Estaba al límite [el cultivo]. Esta lluvia lo salvó de un desastre”, precisó a LA NACION.

Marchionni mencionó otros registros: Acevedo, 85 mm; Guerrico, 102 mm; La Violeta, 65 mm; Tood, 69 mm; J.B. Molina, 44 mm; General Gelly 124 mm, Firmat 100 mm, Los Quirquinchos 90 mm y Arroyo Dulce, 115 mm. “Acá en el campo decimos que la tormenta de Santa Rosa puede venir seis meses antes o seis meses después. Hoy estamos, a pesar de la situación que vivimos, con mucho mejor humor”, señaló.

Desde la zona de Pergamino, en el norte bonaerense, Jorge Josifovich, expresidente de la Sociedad Rural local, indicó: “Irán unos 80/90 mm y muy despacio; más no se puede pedir, asegurado el maíz de primera y trigos”. Detalló que los trigos venían “muy buenos en general, las arvejas también y con esta lluvia mejor”.

En tanto, con la frase “asegurado el maíz de primera” Josifovich se refiere a que hay humedad para la siembra en fecha óptima, esto es el 15 a 20 de septiembre en esa región. Las precipitaciones registradas también ayudan al forraje para la ganadería. “Veníamos cortos de pasto”, apuntó.

En la zona de Bigand-Funes, en el sur de Santa Fe, Alejandro Giorgi también se refirió al cambio de escenario con las lluvias. Registró en general más de 25 mm luego de 48 días de estrés hídrico, según dijo. “Al fin”, exclamó. Explicó que el cereal se estaba empezando a poner amarillo y perder hojas por la falta de precipitaciones.

Sobre el sudeste cordobés, además de los 60 mm en la zona de Monte Buey, el técnico Ioele reportó 29 mm en Justiniano Posse y 54 mm al norte de ese pueblo. En tanto, informó sobre 57 mm en Corral de Bustos.

 

Para la región de Bell Ville, en el sudeste cordobés, la lluvia fue despareja, con máximos de 50 a 60 mm reportados en algunos casos por productores. La Cooperativa Agropecuaria Unión, por ejemplo, mencionó desde 8 mm en Cintra a 43 mm en Ballesteros.

Federico Proietti calificó las precipitaciones como desparejas las lluvias de la zona. “Para el lado de Monte Leña, 30″, dijo. “Siempre ayuda, va a depender como siempre de la fecha de siembra [del trigo]”, señaló. “Al norte de Bell Ville llovió poco e igual la situación general de los trigos no es buena”, agregó en referencia al panorama por ejemplo en San Antonio de Litin.

En grupos de Whatsapp de productores también se conocieron reportes de otras zonas, como 50 mm en Junín, 45 mm en Chivilcoy, 52 mm en Lincoln, y de 15 a 22 mm en General Villegas, en la provincia de Buenos Aires. En Trenque Lauquen, en tanto, Ignacio Kovarsky registró apenas 5 mm para ese lugar. “Está muy feo el oeste”, ilustró.

Llegó El Niño

En un informe, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indicó: “Estamos en condiciones de El Niño, ya que en las últimas semanas la temperatura del océano Pacífico se mantuvo por encima de la temperatura umbral para este fenómeno y la atmósfera comenzó a responder a ese calentamiento”.

“En cuanto al trimestre septiembre-octubre- noviembre 2023, los pronósticos indican que hay 99% de probabilidad de que las condiciones de El Niño se mantengan”, señaló el SMN. Luego remarcó: “Desde la década de 1960 hasta la actualidad se han registrado 21 fenómenos ENOS (El Niño-Oscilación del sur) durante la primavera. En general, en las primaveras bajo la influencia de El Niño suele aumentar la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro-este y norte argentino, especialmente en las provincias de Misiones, Corrientes y norte de Santa Fe”.

Acotó que “las primaveras con El Niño suelen ser más lluviosas en la provincia de Buenos Aires, sur del Litoral y el noroeste de Patagonia”.

Describió lo que suele ocurrir en otras zonas, por otra parte, en una primavera con El Niño: “Un panorama completamente opuesto al anterior se observa en el oeste de la pampa húmeda, donde en las primaveras con El Niño predominan lluvias inferiores a las normales”.



Fuente: La Nacion







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