Necesidad imperiosa. Fuerte reclamo desde la Mesa de Enlace para que se quiten las retenciones

En la Mesa Nacional del Trigo en Leones, Córdoba, integrantes de la Mesa de Enlace pidieron la eliminación de las retenciones no solo de este cultivo, sino también del resto de los eslabones productivos.


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Necesidad imperiosa. Fuerte reclamo desde la Mesa de Enlace para que se quiten las retenciones


En la Mesa Nacional del Trigo en Leones, Córdoba, dirigentes del sector expresaron que son “contraproducentes a una mayor producción y desarrollo de la economía”

En la Mesa Nacional del Trigo en Leones, Córdoba, integrantes de la Mesa de Enlace pidieron la eliminación de las retenciones no solo de este cultivo, sino también del resto de los eslabones productivos. Además, hubo entidades que insistieron en que la adhesión al Acta de la Upov-91, un convenio internacional que protege la propiedad intelectual de las semillas “no es el camino”. Pidieron, además, que se repliquen los modelos productivos de los países vecinos para avanzar en desarrollos tecnológicos.

Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, explicó que los derechos de exportación son contraproducentes a una mayor producción y desarrollo de la economía, pero también a muchos objetivos que se propone el Gobierno en el plan de estabilización. Sobre la promoción de exportación y el agregado de valor, dijo: “El 78% del trigo que exportamos es grano, el 2% son pastas, el 7% panificaciones y el 12% harinas. Tenemos una asignatura pendiente como productores, como mesa, porque debemos propiciar el agregado de valor. Se hablaba de estas nuevas políticas y tecnologías e innovaciones, donde en muchos casos, es sustancialmente beneficiosa, no solo desde lo económico y social, sino ambiental”.

La huella de carbono del trigo nacional dijo que es muy baja en comparación al mundo. “Es un 80% [menor] en comparación con Finlandia, y el 78% de la huella de carbono del trigo con respecto de Suecia”, indicó y sostuvo que solamente está por encima Canadá. “Esto en gran parte se debe al paquete productivo y tecnológico que aplica el productor agropecuario y a la siembra directa. Esto es algo que debemos marcar porque en un mercado muy competitivo en el año 2050 vamos a ser 10.000 millones de bocas que alimentar. Hay solamente dos países que tienen posibilidad de cubrir ese 50% de mayor alimentación y somos nosotros y Brasil. Tenemos que trabajar en este sentido, porque las políticas ambientales de Europa son muy perjudiciales para nuestra producción”, precisó.

Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), acotó que es fundamental que se retiren los derechos de exportación desde la primera tonelada. “Nosotros propusimos que se retiren desde las primeras toneladas, y esta es una buena oportunidad para reafirmar esto”, afirmó. Agregó que todos los años vienen manifestando que haya una doble deducción de ganancias para estimular la venta de semilla fiscalizada, al igual que los fertilizantes. “Con esto se trata de contribuir con la erradicación de la bolsa blanca y que realmente se potencie a los semilleros”, agregó.

Sobre la decisión del Gobierno de adherir al Acta de la Upov 1991 sostuvo que “no es el camino”. “Proponemos que cuando se abran las sesiones ordinarias a nivel nacional comencemos a hablar nuevamente de ese proyecto que quedó cajoneado por vicios políticos o no sé qué, pero que lamentablemente no pudo tener el desarrollo que nosotros aspiramos que tuviera, y que realmente zanjemos las diferencias, que se pague la tecnología como se deba pagar y que tengamos el derecho al uso propio como corresponde y que nos parezcamos más a los países vecinos”, explicó.

“Aspiro que un día seamos un país normal, que no tengamos retenciones y que tengamos el escalonamiento correspondiente al Impuesto a las Ganancias, porque como defensor y representante de productores pequeños, quiero que ellos sean parte del circuito productivo”, precisó.

La directora del distrito de la Sociedad Rural Argentina por Córdoba, Albina Aulet, dijo que “no hay probabilidad de crecimiento en ningún cultivo, no solamente en el trigo; con los palos en la rueda de los derechos de exportación y la diferenciación cambiaria. Es importante ver el crecimiento de los países vecinos”, dijo. En relación con la Upov-91 sostuvo que no adhieren hoy porque ven que es importante conversarlo y estudiarlo en un marco de semillas integral.

Además, Vanesa Padullés, presidente de Coninagro Córdoba, expresó que todo lo que se necesita para producir más trigo es ser rentable. “Presentamos nuestra negativa rotunda a las retenciones, que con la excusa de cuidar en un tiempo la mesa de los argentinos o ahora como sabemos que nos dicen para el equilibrio fiscal, hace más de 20 años que somos solidarios a costa de nuestro detrimento”, afirmó, y agregó: “No tenemos otro incentivo mejor para todo lo que venimos proponiendo que tener un precio adecuado a lo que hacemos. Cada centavo que se va de nuestros bolsillos, se va del interior de la Argentina, si queremos pensar en un país federal, no va a ser con las soluciones que estamos proponiendo”.

Por otra parte, Javier Rotondo, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), planteó un pedido con la esperanza de que se pueda convertir en acuerdo. “Tenemos la necesidad imperiosa de la eliminación de los derechos de exportación, no solo para la cadena de trigo, sino de toda la producción. No hay ninguna posibilidad de desarrollo, de poder estar hablando de una cadena fuerte, sino de una vieja receta del pasado”, dijo. En la administración anterior, sostuvo, que se tuvo que discutir y pelear intracadena por las distorsiones que generaron los volúmenes de equilibrios y los fideicomisos.

“Creo que la piedra fundamental para discutir una política triguera sustentable es tener el acuerdo básico que, sin un mercado libre, sin un mercado intervenido y presión fiscal en el primer eslabón, es imposible de lograr”, lanzó. Por otra parte, señaló: “Debemos tener reglas y condiciones claras, y así avanzar sobre el mejoramiento genético para el cultivo. Los países vecinos tienen normas claras, aportan y fertilizan lo necesario para desarrollarse y crecer, nosotros no lo podemos hacer. Entonces, debates tan importantes y tan medulares, si no empezamos [a plantearlos] por las bases es muy difícil de lograrlo”, manifestó.



Fuente: La Nacion







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