Precios adecuados elogios a la decisión del Gobierno para que se importe la vacuna contra la aftosa

Luego de que el Gobierno anunciara la modificación de una normativa para que se pueda importar y aplicar en la Argentina la vacuna bivalente contra la fiebre aftosa para el ganado bovino, el campo celebró la decisión como un avance para reducir costos y diversificar proveedores.


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Precios adecuados elogios a la decisión del Gobierno para que se importe la vacuna contra la aftosa


Durante su conferencia de prensa habitual, el vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó: “Se tomó la decisión de modificar la dosis de la vacuna aftosa para ganado bovino, para que pase de tetravalente a bivalente [con dos cepas], un beneficio para 200.000 productores ganaderos, que no van a depender del pedido de un solo laboratorio, sino de múltiples, que le van a ofrecer la vacuna y ahorrar, tener un costo muchísimo menor”. La medida sobrevino tras una polémica por el alto costo de la vacuna local, donde los productores señalaron que pagan en torno de US$2 la dosis contra un dólar o menos en otros países.

“Celebramos que tanto autoridades como funcionarios nacionales hayan tomado cartas en el asunto sobre la importación de la vacuna para la aftosa, luego que la Sociedad Rural Argentina hiciera un relevamiento en la región sobre el precio de la misma”, opinó Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), luego de que se conociera la noticia.

El dirigente sostuvo que, según un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la SRA, en Argentina los ganaderos abonan los precios más caros comparados con países limítrofes. “Esperamos que la liberación de la importación permita que los productores paguemos precios adecuados, equiparándonos con otros países competidores garantizando la sanidad de los rodeos y el status sanitario”, expresó.

El presidente de Tecnovax, Diego La Torre, empresa que pidió que se habilite la importación, manifestó: “Celebramos sin duda que se pueda perfeccionar la oferta de vacuna antiaftosa en el país para que pueda haber más competencia y que, de esta manera, ayudar a continuar con los esfuerzos de erradicación a largo plazo de la aftosa en la Argentina”. Agregó: “Estamos preparados para ser un jugador protagonista de la erradicación definitiva en el continente, sumándonos a los esfuerzos de los hombres y mujeres de la ciencia que, agrupados en el Senasa, INTA y Conicet, ayudaron a salir de los brotes que afectaron nuestro país a principios del 2001″.

El presidente de la Asociación de Braford Argentina, Juan Manuel Alberro, dijo que esta medida significa una reducción de costos para la producción nacional. Subrayó la importancia de diversificar proveedores: “Filosóficamente aplaudo todo tipo de apertura tanto para importar como exportar, sobre todo insumos para abaratar costos internos. Sin embargo, es importante considerar que, si se permite la importación para fomentar la competencia entre los productores nacionales, independientemente del sector, debemos garantizar que la carga impositiva y los costos en la Argentina sean comparables a los de los países de origen de esos insumos importados. De lo contrario, se hace prácticamente imposible competir en igualdad de condiciones”.

“Lo celebro desde que sea una baja de costos para producir acá. Me parece que es necesario porque no podemos depender de un solo vendedor, pero mis reparos son a que tenemos que tender a la baja de impuestos porque si no va a ser imposible competir con países que tienen cargas impositivas mucho más bajas que las nuestras”, agregó.

Mauricio Groppo, presidente de la Asociación Argentina de Brangus, habló de un avance hacia una mayor competencia y reducción de costos. “La competencia siempre es bienvenida. Sí, esto fue estudiado por el Senasa y la vacuna que se importaría tiene la misma calidad que la que se produce acá, independientemente de si es tetravalente o bivalente; vamos a poder bajar los costos. Me parece que siempre es una buena noticia”, afirmó.

“La vacunación de la aftosa no solo queda en el plano del precio de la dosis; se deben considerar todos los gastos relacionados con la aplicación y la gestión de la vacunación por parte de las unidades locales. También hay que tener en cuenta que en Brasil hay Estados que ya no vacunan, y Paraguay también está en proceso de dejar de hacerlo. Es posible que en el futuro cercano debamos considerar dejar de vacunar si no queremos quedar excluidos de ciertos mercados, ya que nuestros competidores en el Mercosur podrían tener un estatus sanitario diferente”, añadió.

Desde la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), Nicasio Tito, dijo ver “con muy buenos ojos la decisión tomada por el Gobierno, que es a quien le correspondía y al Senasa específicamente”.

“Planteamos el cambio de tipo de vacuna contra la fiebre aftosa para, justamente, generar mayor competencia y mejores precios para los productores para poder, efectivamente, importar y abrir el juego, porque hoy por hoy existe un oligopolio”, dijo a LA NACION.

“Creemos importante que se aplique lo más rápido posible aunque entendemos que los tiempos burocráticos entre el Senasa y el Gobierno y la aplicación efectiva, amén del anuncio, no son de un día para otro, pero esperemos que sea lo antes posible para que efectivamente el productor pueda acceder a la compra como los restantes productores de países vecinos, Uruguay y Brasil, y cambiar justamente el tema de algo muy técnico que es el tema de las cepas”, expresó.

“El tema es que la normativa exigía que la vacuna sea tetravalente aquí en la Argentina; eso es lo que se modifica para que pueda ser importada y pueda abrirse el juego”, señaló.

Por su parte, Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), subrayó la importancia de garantizar la sanidad en el proceso de importación y aplicación de la vacuna. “La Argentina siempre utilizó un tipo de vacuna tetravalente y ahora la que se incorpora es una bivalente que tiene características aparentemente distintas, pero si el organismo de control entiende que esto no afecta al estatus sanitario y, básicamente a todo lo que hace la comercialización de la Argentina en el mundo con la venta de carne, será una vacuna más a utilizar”, dijo.

También se pronunció Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus: “Es importante para la ganadería argentina que en situaciones como la actual, donde hay una relación precio relativo producto desfavorable y que todos estamos haciendo esfuerzos para que la actividad siga, tengamos valores reales de un producto como la vacuna contra la aftosa y no tener que pagar un sobreprecio. Los productores de los países de la región pagan precios mucho más bajos, así que celebro que el Gobierno habilite la importación y que los ganaderos argentinos también paguen el valor real de un insumo como este”.

Además, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), indicó: “Apoyamos firmemente la importación de la vacuna contra la fiebre aftosa y la libre competencia. Es fundamental que cualquier vacuna importada cumpla con los rigurosos estándares técnicos para no comprometer la seguridad sanitaria actual”.

Añadió: “Desde CRA reconocemos la importancia de mantener altos estándares de sanidad animal para garantizar la calidad y competitividad del rodeo a nivel nacional e internacional. Apoyamos la competencia en el mercado de vacunas, siempre y cuando estas cumplan con los requisitos técnicos necesarios para asegurar la salud y calidad del rodeo argentino. Es crucial que las autoridades sanitarias supervisen de cerca la importación y distribución de vacunas, verificando que cumplan con los requisitos establecidos en términos de eficacia, seguridad y calidad”.



Fuente: La Nacion







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