TE: preparando el vivero

Siguiendo con las pautas para la confección y puesta en marcha de un vivero, esta segunda entrega se referirá a la multiplicación; cuidados y transplante.


amanecer rural

MULTIPLICACIÓN
1. Calidad de las estacas

Una rama estaquera mide entre 30 y 50 cm de largo. Se debe descartar el brote terminal justamente con las dos primeras hojas, debido a que esta porción de la rama es muy tierna. A veces se debe eliminar la porción basal de la rama; esto ocurre cuando en esa porción del tallo ya se ha formado madera.
De acuerdo a la longitud de la rama, se podrán obtener entre 5 y 10 estacas de 5 a 6 cm de longitud, cada una con su correspondiente yema y hoja. El número de estacas que se puede obtener de una rama, puede depender de diversos factores. Entre éstos se pueden mencionar la edad de la planta madre, época del año, tipo de poda, nivel de fertilidad e incluso las condiciones climáticas preponderantes, previas al corte de las ramas.

2. Preparación de las estacas
Consiste en dividir la rama estaquera en estacas. Esta operación se deberá efectuar inmediatamente después del corte de las ramas. Si fuese necesario postergarla, no se deberá superar las 48 horas. En este último caso, las ramas se mantendrán bajo sombra y en recipientes con agua. Si se supera el período mencionado, el porcentaje de fallas aumentará en forma proporcional al tiempo transcurrido.
La división de las ramas es un trabajo fácil, pero deberá efectuarse con sumo cuidado, ya que de él depende en un alto grado el éxito del vivero. El corte se hará en forma oblicua, por encima de la yema, cuidando que sea neto y sin rasgaduras.
Algunas ramas estaqueras presentan entrenudos cortos; es decir, la porción de tallo comprendida entre dos nuevas hojas sucesivas mide menos de 5 cm. En este caso conviene eliminar una hoja, así se obtendrá una estaca con dos entrenudos.
Cuando las yemas axilares se encuentran "dormidas", se obtienen plantines más homogéneos. A veces, por características propias de la planta, por efectos climáticos o de manejo, o por demora en el corte de las ramas, las yemas axilares presentan un considerable desarrollo en el momento del corte.
En este caso, si la longitud de la misma no supera los 6-7 cm, las estacas así obtenidas pueden aún ser empleadas. Por el contrario, cuando la yema axilar es de mayor longitud, conviene eliminar la porción terminal, dejando solamente 2 hojitas, la hoja "pescado" de bordes lisos y la primera hoja verdadera, de bordes aserrados. Ambas, a su vez, poseen yemas en sus axilas; cualquiera de las dos dará origen al futuro tallo del plantín.

3. Plantación de las estacas
En cualquiera de los dos tipos de vivero, antes de comenzar el estaqueo el suelo debe estar húmedo, objetivo ya logrado al efectuar la desinfección con agua caliente. La superficie debe estar suficientemente firme, de modo que ofrezca cierta resistencia cuando se la presione con los dedos.
La estaca se insertará en forma vertical o inclinada, de manera que la intersección del plano de la hoja con la superficie del suelo determine un ángulo agudo o recto respectivamente. En ningún caso es recomendable la inserción muy inclinada, de tal forma que la hoja se apoye en el suelo.
Luego de insertar la estaca, se ejercerá una ligera presión a los costados de la misma, para que el extremo enterrado quede en íntimo contacto con la tierra. Así se evitará la formación de "bolsas de aire", que resecarían la estaca.
Cuando las estacas se plantan a suelo directo, los distanciamientos serán de 10 x 10 cm. En el caso de utilizar macetas, la estaca se insertará en el centro de la misma.

4. Labores posteriores al estaqueado
a. Riegos

Concluida la plantación de las estacas se las debe regar abundantemente, con manguera o regadera de flor fina. Este riego deberá humedecer los primeros 6-9 cm de suelo. Cuando la plantación se efectuó a suelo directo, no debe quedar agua en la superficie. 
b. Pulverizaciones
Luego se pulverizará con fungicidas preventivos, en las concentraciones sugeridas por los marbetes. La función de esta pulverización, es la prevención contra el complejo de enfermedades, que puede afectar a la estaca de té en el vivero. La pulverización deberá mojar abundantemente el suelo y las estacas.

c. Cierre del cantero
Después de la pulverización, se procederá a colocar los arcos, elaborados con listones de tacuara o con varillas de hierro, que sostendrán la carpa de polietileno incoloro. Se utilizará polietileno incoloro de 50-60 micrones de espesor y de 80-90 cm de ancho, doble faz, de modo que al ser desplegado mida un ancho total de 1,60 -1,80 m, de esta manera se puede cubrir un cantero de 90-100 cm de ancho.
Finalizada la colocación de la carpa, se cerrarán convenientemente sus bordes sellándolos con tierra. Los canteros quedarán, así cerrados en forma permanente; se abrirán sólo para la eliminación manual de las malezas y efectuar tratamientos fitosanitarios.

5. Época de plantación de las estacas
Los mejores resultados, en función de los plantines logrados, se obtienen, efectuando la plantación de las estacas en los períodos de marzo a mayo y de octubre a diciembre.
Si bien durante los meses de enero y febrero se pueden realizar la multiplicación, es conveniente extremar las precauciones en el aspecto fitosanitario, para con las estacas correspondientes a dicho período.
El número de plantines logrados a partir del material estaqueado, alcanza en promedio al 93%(+/- 5), valor que varía en función de la destreza del personal y los cuidados                                                                                                                 posteriores.

CUIDADOS DEL VIVERO
1. Retiro de la carpa de polietileno

Entre el tercero y sexto mes después del estaqueo, se procederá a retirar la carpa de polietileno; ello dependerá del desarrollo de los plantines. Esta tarea debe realizarse progresivamente, primero en un extremo, luego el otro, después una cuarta parte; y así, en el término de 10 a 15 días se la retirará completamente.
Si el retiro de la carpa se realiza en invierno, conviene tomar las debidas precauciones contra las posibles heladas y volver a cubrir el cantero. Si es en verano, se deberá elegir un período lluvioso, o en su defecto, regar abundantemente.

2. Retiro de la sombra
Esta tarea, también debe realizarse progresivamente, en los períodos de menor insolación y con temperaturas benignas, como las que se registran a fin del verano y durante el otoño.
Se quitará primero el material que proyecta su sombra sobre las calles y luego se ralearán las paredes. De esta manera, los plantines terminan vegetando bajo su sombra que representa del 40 al 50% de la sombra inicial al efectuarse el estaqueo.
En viveros con media sombra plástica, ésta será permanente.

3. Abonos
Normalmente los plantines desarrollados en maceta, no requieren el empleo de abonos. Debido al corto tiempo que permanecen en el vivero, en relación a los plantines en desarrollo a suelo directo.
En cuanto a los plantines cultivados a suelo directo, es conveniente que se los pulverice con urea, a una concentración del 2%, de 4 a 6 veces en un lapso de 30 días.
Si en los plantines en que se ha realizado este tratamiento, persiste un estado clorótico, es conveniente aplicar un fertilizante foliar completo (NPK), a una concentración de 5 o/oo , en 4 a 6 aplicaciones sucesivas, durante otras tantas semanas.

4. Prevención y control de enfermedades
Para prevenir enfermedades, se efectuarán pulverizaciones con ese carácter, durante los primeros 3 meses, con intervalos quincenales. Convendrá efectuar las aplicaciones alternando como mínimo, entre 2 a 3 productos.
En el caso de observarse el síntoma de alguna enfermedad, convendrá incluir entre los fungicidas, uno sistémico.

5. Descentrado
Ya sea para plantines en maceta o suelo directo, conviene realizar el descentrado a 10 o 15 cm de altura, 3 o 4 meses previos al transplante, durante el mes de febrero. Esta técnica elimina la dominancia apical, favorece el desarrollo de ramas laterales y facilita riegos y pulverizaciones.

TRANSPLANTE
En el caso de los plantines formados a suelo directo, conviene hacerlo cuando su diámetro a la altura del "cuello" alcanza los 7 a 8 mm. Para los plantines formados en maceta, el transplante podrá hacerse cuando el diámetro mencionado sea de 3 a 4 mm.
Los plantines formados a suelo directo se extraerán después de un período lluvioso; en su defecto, se aplicará abundante riego para facilitar la extracción. Se deberá tratar de extraer los plantines con la mayor cantidad posible de raíces, se eliminarán las que resulten dañadas y se despuntarán las restantes. Para realizar esta operación, será conveniente emplear palas anchas o azadas.



Fuente: Sergio Dante Prat Kricun, Luís Darío Belingheri, Humberto Primo Fontana, Silvio Efraín, Rivera Flores y René Antonio Dehle







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