Oruga bolillera en soja: Recomendaciones para productores

Se estrenan las primeras detecciones de oruga bolillera en soja. Investigadores de la EEAOC reflejan lo observado y realizan recomendaciones claves para el productor.


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Recomendaciones para productores


Augusto Casmuz y Lucas Fadda de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Tucumán) estuvieron recorriendo lotes con diferentes situaciones sojas recién implantadas o en proceso de siembra en el norte productivo. ¿Qué está sucediendo con el complejo de plagas en esta primera etapa? Mientras elaboran un reporte, Casmuz habló con Adama para adelantar algunas de sus conclusiones. “En sojas que ya están implantadas se está viendo la presencia de algunas orugas como el caso de las bolilleras”. Se trata de lotes que se han comenzado a implantar sobre fines de noviembre, principios de diciembre- han tenido una buena distribución de lluvias- y sobre esos lotes con soja emergida se está observando ya la presencia de bolillera. “Aunque todavía no están ocasionando un daño al cultivo, ya se ven muchas posturas, orugas chicas y es un dato como para que el productor esté muy atento”. Los lotes observados en la zona comprendida entre Tucumán, Salta y el oeste de Santiago del Estero muestran sojas que están atravesando los estadios fenológicos V1, V2 y V3, con presencia de bolillera en la mayoría de los casos. “Se observan posturas y larvas chicas, pero eso es porque ahora tenemos condiciones de tiempo con mucha temperatura. Probablemente eso evolucione y si no se toman las medidas necesarias pueden ocasionar daños de importancia al cultivo”. Esto en lo que hace a soja convencional. En lo que se refiere a soja Intacta, Casmuz afirma que en los ensayos realizados no hay presencia de esta oruga. Sin embargo, hay que recalcar que en lotes con presencia de malezas, “se ve algo de Cosmioides, de Spodoptera Frugiperda, orugas que no son blanco de las tecnologías. El productor tendría que tener cuidado de que esas orugas que hoy están malezas no pasen a las soja, porque ahí sí pueden llegar a tener daños importantes, tanto por corte de planta como defoliaciones importantes. Lo que hemos visto es que ya son orugas en estado avanzado en su desarrollo”. Impacto bolillera Retomando el daño de bolillera en la soja recién implantada, Casmuz refiere que “es importante porque se trata de plantas que están muy chicas todavía y el daño que produce la bolillera en esas etapas fenológicas produce el consumo del brote apical. Muchas de las variedades que se están sembrando ahora son de hábito de crecimiento indeterminado. Eso determina que la planta no se desarrolle normalmente y ya comience a tener modificaciones en su estructura y eso sí repercute en el rendimiento final del cultivo, en ese tipo de variedades sobre todo”. Recomendaciones Como mensaje para los productores, el investigador pide que estén muy atentos con el monitoreo de los lotes. “Si está detectando orugas bolilleras, en el caso de que tenga de 1 a 2 larvas por metro, realizar un tratamiento. Y sobre todo hacer los controles con larvas chicas que son las que todavía no producen daño en el cultivo, porque si se pasan de tamaño ya comienza a haber corte de brote lo que implicaría un daño de importancia en el cultivo”. En cuanto a producto, Casmuz refiere que en líneas generales han visto que en estas primeras etapas todos los productos funcionan bien en lo que hace al control de la plaga. “El uso de algo selectivo está más focalizado en preservar los enemigos naturales que tienen la plaga más que en una cuestión de residualidad. Porque en las primeras etapas del cultivo, la plaga va oviponiendo en los brotes. Muchas veces sucede que cuando el productor aplica y viene otra nueva camada de la plaga, esta se posiciona en los brotes jóvenes que por lo general no han recibido aplicación”. De ello se deriva que la residualidad de los productos en estas primeras etapas del cultivo no es importante. Y sí lo es la selectividad, preservando enemigos naturales contribuyendo al control de la plaga. También picudo y chinche Otra de las plagas que pueden encontrarse en la etapa de implantación del cultivo de soja es el picudo. Pero, en lo que observan los investigadores de la EEAOC, en esta campaña hay bajos niveles de picudo en el suelo. “Presumimos que las etapas vegetativas iniciales van a ser bastante tranquilas en lo que hace a la plaga”. Apuntado a lo que va a ser ya la fase de siembra del maíz, “se está viendo mucha chinche, sobre todo Dichelops, principalmente en los lotes con más problemas de malezas”, afirman. Eso puede traer algún problema en el maíz ya que la chinche es clave en la etapa de implantación del cultivo. Allí la recomendación es que el productor, previo a la siembra del maíz principalmente, haga un monitoreo al lote para ver si detecta su presencia para tomar alguna medida de control. Una de ellas puede ser la aplicación de un insecticida o bien el tratado de las semillas de maíz con algún producto específico. Panorama general “Como conclusión a nivel plagas en soja lo más relevante que se está observando en esta primera etapa es el complejo de orugas, principalmente orugas bolilleras en soja no Bt. En soja Intacta se ve algo de lo que es el complejo de spodoptera sobre todo en lotes que han estado asociados a la presencia de malezas, hospederos de estas orugas. Picudo no será preocupante en esta primera etapa y en cuanto a chinche, estar atentos en aquellos lotes que vayan a implantarse con maíz”. Solución Adama El Responsable zona NEA y NOA de Adama Argentina, Ing. Agr. Javier Honorato, brinda su recomendación a los productores: “En aquellos lotes de soja convencional, Rimón Fast 200 cc/ha (Novaluron + Bifentrin) en aplicación anticipada. La protección del Novaluron nos permitirá controlar orugas y, asociado al Bifentrin, las chinches presentes y algún picudo que puedan estar dando vuelta en el lote. Con esto ponemos a cero prácticamente el nivel de plagas del lote. Y de esta manera, el cultivo no tendrá adversidades hasta la llegada de nuevas lluvias. En lotes de soja Intacta, con presencia de chinches y algún picudo, recomendamos la aplicación de Galil 250 cc/ha”.



Fuente: ADAMA







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